The Host » Crítica

Por Marta Muñoz

Una película de terror, con su monstruo mutante que come humanos. Así es como nos venden "The Host" y es una auténtica pena, porque esta película es mucho más que eso. Sí, tiene una bestia muy digna a la que el mismísimo Lovecraft daría su bendición, y sí, tiene unos cuantos momentos de "salto en la butaca" de los de verdad, tiene sangre y riadas de gente huyendo del mal. Pero el auténtico terror de la película no lo provoca la Bestia ...

Una familia pierde a uno de sus miembros a manos (¿a cola? ¿A patas?) de la Bestia que vive en el río Han, y juntos luchan por recuperarlo. En el camino descubrirán que no sólo tienen que enfrentar al bicho mutante, sino a una maquinaria mucho más resistente: la de gobiernos que no están acostumbrados a escuchar a los más débiles. Es la soberbia de un hombre la que provoca el desastre y la soberbia de un gobierno entero (o dos) la que lo empeora.

Como ya demostró en "Memories of a Murder", Joon Ho-Bong usa como pocos el humor en los momentos de drama, el comic relief es casi marca de la casa ya. Y esto ayuda en la tarea de conseguir esos personajes tan humanos. Si en Memories of a Murder los policías coreanos no eran ni esos superhombres ni esos supervillanos corruptos a los que nos tiene acostumbrados el prototipo americano, aquí los miembros de la familia son seres absolutamente imperfectos y tiernamente cercanos. Y es que ésta es, en esencia, una película sobre una familia de miembros dispares que encuentran un motivo para hacer causa común.

Las alusiones políticas no dejan de ser importantes en "The Host"; es inevitable hacer un paralelismo entre el desastre que se representa en la película y el que se representó en nuestros telediarios hace no tanto tiempo. Al menos, en la ficción, los coreanos ven unas declaraciones del Gobierno estadounidense que ya quisieran para sí los iraquíes ...


Imprescindible.

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