Ju-on (La Maldición) » Crítica

Por Dario García-Verdugo Vargas

"Ju-On: Maldición de alguien que muere preso de una ira intensa. Ésta queda en los lugares en los que dicha persona estuvo en vida. Quienes van a parar a ellos sufren sus efectos, mueren y se genera una nueva maldición."

Desde que el embajador del cine asiático, Hideo Nakata, nos deleitara con Ringu, el cine de terror asiático se ha extendido de forma sorprendentemente rápida a nivel internacional. Ahí están Dark Water, The Eye, The Eye 2, Llamada Perdida, El Pozo, Phone, Dos Hermanas... y los remakes de muchas de ellas. La lista es interminable. La mayoría tienen argumentos bastantes similares en los que una protagonista es la diana de la venganza de una fantasmal joven muerta de larga cabellera negra.

Desconocida por muchos, Ju-On es la película iniciadora de la saga La Maldición. Fue rodada en video por Shimizu en el año 2000. A continuación filmó Ju-On 2 (también en formato video y bajo la supervisión de Hiroshi Takahashi –guionista de Ringu, 1998-). Ambas tuvieron una gran repercusión gracias al boca a boca y a los comentarios vertidos en internet por muchos espectadores. Todo esto le proporcionó la oportunidad de dirigir su primer largometraje para la gran pantalla: Tomie: Re-birth (2001), y su regreso a la saga con La Maldición (2003), La Maldición 2 (2003), el remake estadounidense El Grito (The Grudge, 2004) y su respectiva secuela El Grito 2 (The Grudge 2, 2006). Una serie a la que el director lleva dedicándose por completo estos últimos años (dejando a un lado Seres Extraños).

Ju-On profundiza en algunos detalles en torno a la maldición y a la familia del pequeño Toshio pero no revela el verdadero origen, bastante antiguo, pues varias familias habían fallecido con anterioridad ya en esa residencia y la maldición es acumulativa, se alimenta de las nuevas muertes. En resumidas cuentas, podríamos considerar Ju-On el boceto o borrador de la historia que años después Takashi Shimizu desarrollaría más ampliamente en esa puesta al día que fue La Maldición, desentrañando de modo más patente las subtramas en torno al amor, los celos, la ira...y sus consecuencias.

De ninguna manera, Ju-On deja de ser un buen filme por esto, contiene buenas escenas, un clima asfixiante y conserva por derecho propio matices que no le han sido arrebatados. Sin embargo, su contrariedad es haber quedado relegada a un segundo plano, por su condición de simple película para video-tv, inconscientemente por el guionista y director al reutilizar muchos de sus mejores situaciones y sustos, filtrándolos y sumadolos a la versión cinematográfica dejando el guión original empobrecido (si el espectador que ve Ju-On conocía peviamente La Maldicion). Afortunadamente esto no supone un impedimento para tener en alta estima esta película: Ju-On, que a opción del espectador puede ser aceptada como un prólogo o bien como una película totalmente independiente.

Sombría, con oscuros tonos fríos, con el mismo montaje distintivo que caracteriza a esta saga y una banda sonora de Gary Ashiya y Shiro Sato, inexplicablemente al más puro estilo Carpenter.

Ju-On no es una precuela creada con fines económicos, es el verdadero origen de una "maldición".

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