Cuando el carismático pero desafortunado Stanton Carlisle (Bradley Cooper) conoce a la pitonisa Zeena (Toni Collette) y a su marido mentalista Pete (David Strathairn) en una feria ambulante, sabe que ha ganado el premio gordo de la lotería. Utilizará los conocimientos que acaba de adquirir para engañar a la riquísima élite de la alta sociedad neoyorquina de los años 40. Stanton cuenta con la lealtad de la virtuosa Molly (Rooney Mara) y planea estafar a un peligroso magnate (Richard Jenkins) con ayuda de una misteriosa psiquiatra (Cate Blanchett) que podría convertirse en su mayor rival.
La nueva película de Guillermo del Toro
“Estaba muy interesado en una historia sobre el destino y la humanidad. Stanton Carlisle es un hombre que posee todos los ingredientes para cambiar su vida. Tiene personas que creen en él, que lo aman y que confían en él. Sin embargo, su ambición y su arrogancia son tan desmesuradas que se pierde por el camino”. Guillermo del Toro.
Con EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS, el visionario narrador Guillermo del Toro viaja al mundo más asombrosamente oscuro, extraordinario y realista: el mundo cinematográfico del cine negro. La película pasa del círculo íntimo de una feria ambulante de los años 30, un reino de fenómenos y maravillas, a los salones de la riqueza y el poder donde residen la seducción y la traición. En esencia es un hombre que vende su alma al arte de la estafa. Así es Stanton Carlisle (Bradley Cooper), un estafador a la deriva que se transforma en un deslumbrante showman y en manipulador tan magistral que llega a creer que puede burlar al destino. Mientras Stanton realiza un delirante ascenso, del Toro rastrea un engañoso sueño americano que acaba descarrilando.
La película de Del Toro está basada en la novela fatalista de William Lindsay Gresham publicada en 1946 sobre un carismático vendedor ambulante al que consume una ambición descontrolada. Atraído naturalmente por el mundo macabro y profundamente humano de los espectáculos de feria, del Toro vio en la novela de Gresham un elemento autobiográfica y quiso explorar las tenebrosas turbias entre ilusión y realidad, desesperación y control, éxito y tragedia. Lo vio como una advertencia sobre el lado oscuro del capitalismo estadounidense.
En EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS, Del Toro vuelve a formar equipo con el director de fotografía Dan Laustsen, la diseñadora de producción Tamara Deverell, el diseñador de vestuario Luis Sequeira y el montador Cameron McLaughlin. Esta película es la más descarnada de todas las que ha realizado Del Toro y se trata de una historia dura y realista sobre el crimen, la traición y el castigo merecido. A pesar de sus elementos siniestros, conserva una cualidad mítica y una humanidad inquisitiva que definen películas clásicas de Del Toro como El laberinto del fauno y La forma del agua.
Del Toro afirma que quería que su cine discurriera por nuevos derroteros. “Esta es la primera de mis películas que, aunque posee una atmósfera mágica, no es falsa ni estilizada. Está ambientada en una realidad identificable e inmediata”, dice el director.
“EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS se aparta de los elementos de fantasía por los que se conoce a Guillermo”, añade el colaborador habitual de Del Toro, el productor J. Miles Dale. “Pero aporta a este nuevo paisaje todo su talento para contar historias y para el diseño. En última instancia, cuenta la historia de un hombre que se cargó su propio karma. Uno de los temas más impactantes de la película es que ningún hombre puede escapar de sí mismo”.
Dentro de EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS, hay capas inquietantes de corrupción vicio, lujuria, traición y absurdo cósmico que se construyen a medida que Stanton aprende a aprovecharse cínicamente de la necesidad humana de creer en algo fuera más allá de ellos mismos y de nuestro mundo. Del Toro evita los aspectos visuales de la marca cine negro, y logra que la historia avance a toda velocidad, mientras la vida de Stanton se convierte en un círculo desgarrador. Del Toro afirma: “Quería representar una historia clásica de una manera muy viva y contemporánea. Quería que la gente sintiera que está viendo una historia que está de plena actualidad”.
De hecho, en su realismo visceral, la película adquiere la urgencia de una fábula moral: una factura del destino que vence, estructurada para terminar con una explosión. “Cuando el público está interesada en la historia del ascenso de una persona, su mayor miedo es la caída y esa caída puede ser muy fuerte emocionalmente”, dice del Toro.
Cate Blanchett, que aporta una mezcla de fuerza y fuego como la femme fatale de la película, es la brillante y vengativa psicoanalista Dra. Lilith Ritter que se siente atraída por esas emociones. Ve la historia como un cuento con moraleja, sabedora de las diferencias sociales a la vez que está en sintonía con los demonios psicológicos, una historia sobre cómo el desprecio y el pavor pueden acabar con todo, incluso con el amor.
“EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS trata sobre el miedo, la codicia y la manipulación. Tiene todos los oscuros cimientos de lo que, en apariencia, es una sociedad muy culta y sofisticada. El mundo de las ferias puede tener algunos trucos y engaños, pero representa una verdadera comunidad. En esta película, la alta sociedad es mucho más peligrosa y aterradora”, añade Blanchett.
El ambicioso rodaje comenzó a principios de 2020 con un reparto estelar liderado por Cooper, Blanchett, Toni Collette, Willem Dafoe, Richard Jenkins, Rooney Mara, Ron Perlman, Mary Steenburgen y David Strathairn. En marzo de ese año, la pandemia mundial obligó a suspender el rodaje y el mundo exterior tomó un cariz igualmente inquietante. En medio de problemas cada vez mayores, del Toro, Dale y Cooper se reunieron, llamaron al estudio y cuando regresaron al set esa noche, anunciaron al equipo que el rodaje se interrumpía en ese mismo momento. “No teníamos ni idea de cuánto tiempo estaríamos sin rodar, días, semanas o meses, pero estaba claro que teníamos que parar”. El compromiso con la película fue firme. “Todos los sets, decorados, elementos del atrezzo y luces se quedaron en ese estudio oscuro durante casi 6 meses, hasta que reanudamos el rodaje a mediados de septiembre”, declaró el productor Dale. “La feria, que ya se había construido en su mayor parte, pasó la primavera y el verano envejeciendo bajo el sol y la lluvia. Continuamos exactamente donde lo dejamos”.
Durante ese tiempo, del Toro vio el arco vertiginoso del viaje de Stanton Carlisle hacia el abismo con aún más claridad. “Durante la pausa, el proyecto se arraigó mucho más profundamente en nosotros y pudimos analizar a los personajes y empezar con el proceso de montaje”, dice el director
El guión de la película
Stanton Carlisle comienza siendo un don nadie, un hombre que ha abandonado un pasado repleto de cicatrices y que está tan desesperado por dejar atrás sus orígenes que decide unirse a una feria ambulante y convertirse en miembro de ese mundo. Aquí no se hacen preguntas y a nadie le importa quién eras antes, siempre y cuando te pongas a trabajar inmediatamente. El ascenso de Stanton en las filas de la compañía de la feria continúa en los escalones de la alta sociedad estadounidense, todo en el contexto de la Gran Depresión en Estados Unidos.
Del Toro coescribió el guion con Kim Morgan, quien también es crítica de cine y una periodista apasionada por la historia del cine. Casualmente, ambos eran admiradores de la novela original así que empezaron investigando a William Lindsay Gresham y descubrieron que la vida del autor tenía muchos paralelismos con la de Stanton Carlisle. De niño, Gresham quedó hipnotizado por los espectáculos de las ferias en Coney Island y esa fascinación le duró toda la vida. Cuando combatía en la Guerra Civil Española, entabló amistad con un camarada que le contó historias extrañas y espeluznantes de su trabajo en espectáculos de ferias ambulantes como la atracción "geek" (espectáculos sangrientos con animales vivos como serpientes o gallinas). Después de pasar una temporada editando artículos en revistas de crímenes auténticos, Gresham debutó como novelista con EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS, una historia que se sumerge en la vida invisible de la feria donde Stanton Carlisle aprende las excéntricas tradiciones de las ferias ambulantes, aprendiendo de Pete y Zeena la pitonisa que le lleva a realizar su propio espectáculo como mentalista. Comprende que puede causar estragos utilizando el espectáculo de mentalista para ofrecer un falso consuelo a los pobres ricachones. El libro se lee desde el punto de vista de Stanton mientras seduce a la gente para que confíe en él, a pesar de que es incapaz de escapar de sus propios miedos. “Nos interesaba resaltar la idea de que la gente, de entonces y de ahora, ha utilizado la espiritualidad para aprovecharse de personas inocentes”, dice del Toro.
En 2010, la novela volvió a considerarse un pináculo del estilo noir de mediados de siglo, entre las reflexiones más entretenidas y duras de una sociedad moderna. Ese año, el crítico Michael Dirda escribió en el Washington Post: “El libro de Gresham narra una caída absolutamente aterradora hacia al abismo. Sin embargo, estamos ante algo más que un clásico de la novela negra. Como retrato de la condición humana, EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS es una obra maestra espeluznante y desgarradora”.
En su adaptación, Morgan y Del Toro también destacan las historias de mujeres, y vamos conociendo el arco de Stanton mientras se enreda con cada una de ellas. Del Toro afirma: “Temáticamente, estoy muy interesado en explorar el género desde un punto de vista diferente. En vez de una femme fatale, tengo a tres figuras femeninas muy fuertes y a un homme fatal”. La inteligente mentalista Zeena (Toni Collette) disfruta del placer físico con Stanton y le enseña su visión del mundo para funcionar en Estados Unidos. La encantadora e ingenua Molly (Rooney Mara) se enamora de su optimismo engañoso y ambicioso. Y la psicoanalista de la gran ciudad, la Dra. Lilith Ritter (Cate Blanchett), una superviviente de maltratos físicos y psíquicos, ve a través de Stanton y se propone manipular al manipulador en un intento de hacer justicia. Cada uno de estos personajes ayuda a Stanton a sacar provecho de sus habilidades, pero todos ven como elige el camino más pérfido en cada bifurcación del camino.
Una vez que aprende lo rentables que pueden llegar a ser la ilusión y el engaño, Stanton no vuelve a mirar atrás. Lo vieron como un tema de la América actual, pero del Toro y Morgan también quisieron que el guion reflejara el estado de ánimo que reinaba en Estados Unidos después de la Gran Depresión. La adaptación está ambientada en 1939, justo cuando la nación se estaba recuperado de una Guerra Mundial y había entrado en otra, y cuando el país se enfrentaba a divisiones de enorme calibre. “Esa época fue, en muchos sentidos, el nacimiento de la América moderna", observa del Toro.
En una era anterior a la televisión, las ferias ambulantes representaban la forma de entretenimiento de las masas. Los visitantes transformaban el terreno enfangado de un pequeño pueblo prometiendo desconcertar, provocar y hacer que la vida tan dura que llevaban sus habitantes fuera un poco más mágica. Aunque ofrecían al público cuentos de hadas atractivos, debajo de los colores brillantes, los oropeles y las provocaciones, los artistas también sufrían explotación y situaciones inhumanas. Pero también eran comunidades alternativas para personas que de otro modo se hubieran quedado al margen de la sociedad.
A del Toro le cautivó ese mundo de contrastes humanos y quiso profundizar más. “La feria es una sociedad hermética increíblemente unida. Es un lugar donde la gente guarda sus secretos y donde muchos están escapando de una vida delictiva o tienen un pasado que quieren dejar atrás. Sin embargo, forman una sociedad fuerte. Es casi como un microcosmos del mundo. Todo el mundo está ahí para estafar a todo el mundo. Pero al mismo tiempo, saben que se necesitan y se protegen”.
Del Toro y Morgan también se documentaron sobre la historia de los espectáculos "geek" que adquieren un significado épico en EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS. Aunque estaba prohibido en varios estados, a menudo era el mayor atractivo económico de una feria, y la verdad que escondía el espectáculo 'geek' era mucho más inquietante. “Era importante que esta película estuviera ambientada justo después de la Primera Guerra Mundial, porque en ese momento muchos hombres regresaban de la guerra con adicciones”, explica del Toro. “Algunos de esos adictos que se convirtieron en 'geeks' estaban dispuestos a comer animales vivos a cambio de su sustancia favorita”.
Los 'geeks' de las ferias solían ser adictos al opio o alcohólicos privados de su dosis, dispuestos a hacer cualquier cosa para satisfacer su adicción. En la jerarquía de la feria, el 'geek' era el más bajo en la pirámide social, vilipendiado y compadecido incluso por los mismos feriantes. El 'geek' surge de los callejones más siniestros en la oscuridad de la noche y es todo lo que Stanton teme ser.
Del Toro y Morgan no solo buscaron las sorprendentes descripciones de Gresham para crear el evocador mundo de las ferias, también se fijaron en una de las películas más controvertidas de principios del siglo XX y que se ha convertido en un clásico de culto: La parada de los monstruos de Tod Browning. El drama de 1932 contaba con un grupo diverso de artistas reales de estos espectáculos de feria en lo que entonces se consideró una película de terror escandalosa que se internaba en territorio prohibido.
“EL CALLEJÓN DE LAS ALMAS PERDIDAS rinde homenaje a la importancia de La parada de los monstruos”, dice el productor Dale. “Browning demostró que cuando miras detrás del telón de la feria, lo que ves es gente normal que confía en los demás, que se quiere y que forma parte de una familia. Eso encaja muy bien con la narración de Guillermo”.
Para del Toro, el proceso de narración es casi infinito y el guion no es un punto final. Durante el casting, como es habitual en del Toro, algunos actores recibieron una biografía personalizada de su personaje, repleta de antecedentes de su infancia, características psicológicas e incluso secretos que los actores no debían divulgar nunca.
“Los secretos biográficos de los personajes que describe Guillermo son extraordinarios”, dice David Strathairn, que interpreta a Pete, el mentalista que enseña a Stanton todos sus trucos, regalándole todos esos conocimientos que ha adquirido con tanto esfuerzo. “Era una manera muy divertida de meterse en la cabeza de Guillermo. Como actor, solo puedes interpretar el momento que vive el personaje, pero la biografía me ayudó a conocer los tonos y las cualidades del comportamiento. Era como contar con un pequeño currículum sobre tu personaje”.