Selene (Kate Beckinsale) emprende la búsqueda del origen del enfrentamiento entre hombres lobo y vampiros, a la par que el suyo propio, para desentrañar la red de mentiras que ha descubierto acompañada por el híbrido Michael Corvin (Scott Speedman). Mientras, la persecución en la que se han visto envueltos se cierra cada vez más a su alrededor, buscados por el anciano Markus, quien necesitará la participación de ambos en sus propios planes.
Tres años después de su primer largometraje, Len Wiseman vuelve a ponerse tras las cámaras para dirigir la secuela del mismo. El resultado ha sido "Underworld Evolution", donde nuevamente el cine de vampiros y el de acción se mezclan con un resultado más que notable.