Mari y Phylis quieren celebrar el decimoséptimo cumpleaños de la primera con un concierto de su grupo preferido, Bloodlust. Pero antes que lleguen a la Gran Ciudad, son raptadas por un trío de maníacos. Las violan y las asesinan brutalmente tan sólo a cien metros de la casa de una de las chicas. Abandonan los cuerpos y se dirigen a la casa sin saber que allí viven los padres de Mari. Poco a poco, los padres irán tomando conciencia de lo que ha sucedido realmente y tras asimilarlo, vendrá una venganza ciega, atroz y sin concesiones.
La Última Casa a la Izquierda contribuyó junto a Las Colinas Tienen Ojos y Pesadilla en Elm Street a que Wes Craven comenzara a destacar en el género de terror.