En los últimos momentos de la Segunda Guerra Mundial, un programa secreto formado por un grupo de nazis logró escapar de la destrucción huyendo al Lado Oscuro de la Luna. Durante 70 años de sumo secretismo, los nazis construyeron una gigantesca fortaleza espacial y una armada masiva de platillos voladores. Muy pronto, esta imparable flota pondrá rumbo a la Tierra, provocando el regreso triunfante del Cuarto Reich.
Cuando el astronauta Americano James Washington aterriza su Lunar Lander demasiado cerca de la base secreta nazi, el Führer lunar decide que el glorioso momento de reconquistar la Tierra ha llegado más pronto de lo esperado. Washington intenta convencerles de que él es un simple actor en una acción promocional para la campaña estadounidense, ¿pero qué podía ser sino un mensajero del inminente ataque por parte de las fuerzas terrícolas? ¡El Cuarto Reich debe actuar de inmediato!
Antes de que los Nazis puedan ejecutar su invasión necesitan terminar su nave principal, una descomunal máquina de guerra llamada Götterdämmerung. Pero no pueden hacerlo sin recurrir a la moderna tecnología de la Tierra, como la del Smartphone que encontraron en el bolsillo de Washington. Dos oficiales nazis, el despiadado Klaus Adler y la idealista Renate Richter, viajan a la Tierra con Washington para hacerse con estos sistemas avanzados. Sin embargo, Klaus no tiene ninguna intención de volver jamás a la Luna. Planea hacerse con el poder aliándose primero con la presidenta estadounidense, y después tomando por la fuerza el crono del Führer.
Pero cuando la armada OVNI nazi oscurece los cielos, lista para atacar a una Tierra desprevenida, todos, hombres, mujeres y naciones, deben reflexionar sobre sus prioridades.
Una premisa como la de los Nazis escondidos en el lado oscuro de la luna tiene trampa: es ya de por sí tan hilarante que al entrar a ver Iron Sky uno no puede evitar sentirse emocionado por ver algo tan loco. Muy parecido a aquel fenómeno llamado Snakes in a plane, donde la broma y el boca-oreja fue más grande que lo que al final se vio, esta película finlandesa financiada vía Internet es un chiste largo que si bien hace gracia, no se convierte en el título de festival que todo el mundo desearía.