THE BOOGEYMAN

¡YA EN CINES!

Los aficionados al terror estamos de enhorabuena ya que 'The Boogeyman' llegará a nuestros cines el próximo 2 de junio y podremos disfrutar de esta película en una pantalla de cine ya que tal y como contamos en nuestra crítica, en ella nos encontraremos ante el mejor depredador nihilista que el cine de terror ha deparado en los últimos años.

Además detrás de las cámaras se encuentra Rob Savage, quien nos aterrorizó en plena pandemia con 'HOST' y que ahora se atreve a llevar a la gran pantalla uno de los grandes relatos de Stephen King. El propio escritor de Maine ha asegurado que 'The Boogeyman', es la adaptación de una obra suya más aterradora que se ha realizado hasta la fecha.

Una presencia sobrenatural en las sombras...

Sadie (Sophie Thatcher), de 16 años, y Sawyer (Vivien Lyra Blair), su hermana de 10 años, intentan recuperarse de la reciente y trágica muerte de su madre. Su padre, Will Harper (Chris Messina), intenta hacer todo lo que puede por sus hijas, pero no logra conectar con ellas en el plano emocional y psicológico. Es un terapeuta de éxito que trabaja en casa, pero su incapacidad para comunicar con ellas y hablar sobre la devastadora pérdida de su madre está desgarrando aún más a una familia que ya estaba fracturada.

Un misterioso nuevo paciente, Lester Billings (David Dastmalchian), aparece inesperadamente en su casa. Está desesperado por hablar de su dolor por la muerte de sus hijos y deja tras de sí una presencia maligna que habita en las sombras y que se alimenta del sufrimiento de sus víctimas. Sadie y Sawyer van a vivir una serie de acontecimientos aterradores como resultado de la aparición de una entidad sobrenatural en su hogar y la incapacidad de Will para creer a las chicas amenaza con destruir la familia de una vez por todas.



Expandiendo el relato de Stephen King...

Hace siglos que existe el Boogeyman, una leyenda universal que infunde miedo tanto en niños como en adultos. Pero antes de la película, “The Boogeyman” ya había empezado a aterrorizar a muchas mentes jóvenes e impresionables que leyeron el relato de Stephen King. Todos, desde los guionistas y los jefes del departamento creativo hasta los productores y el director, citan la enorme influencia que tuvo este relato cuando lo leyeron de niños.

“The Boogeyman” se publicó por primera vez en la revista Cavalier en 1973. Después se incluyó en el libro de relatos de King, El umbral de la noche, que se publicó en 1978. Su interpretación de la criatura escondida en el armario se convirtió en un modelo para el desarrollo del género.

“Yo era uno de esos niños a los que les encantaba asustarse”, reconoce el productor Dan Levine. “Mis padres tenían un ejemplar de El umbral de la noche en la estantería de casa y lo leí demasiado joven. ‘The Boogeyman' fue una de las lecturas más impactantes y traumáticas de mi vida. Hizo que me dieran miedo los armarios, no solo un par de días o semanas después de leerlo, sino años”.

“Nos fascina hacer todo tipo de narraciones y nos encanta cuando una gran idea va de la mano del factor humano”, dice el productor Shawn Levy. “Y esta historia, la del propio maestro, es una narración muy rica en los temas que aborda y en los acontecimientos que suceden. Y por eso nos resultó tan atractivo”.

El director Rob Savage, que dirigió los premiados cortometrajes "Salt" y "Dawn of the Deaf", además de la película "Host" que narra unas aterradoras experiencias sobrenaturales durante el confinamiento, recuerda haber leído las novelas de King cuando era niño y quedarse despierto toda la noche. “Sus cuentos siempre me impactaron”, dice el director. “Las historias más aterradoras de King se basan en esa idea pérfida que te ronda por la cabeza al amanecer. Y ‘The Boogeyman' es una de esas historias. Saca partido a ese temor existencial que te hace creer que la persona que está ahí para ayudarte podría volverse contra ti. Me identifiqué muchísimo con ese tipo de oscuridad sigilosa que está justo debajo de la superficie”.

“Todos estamos familiarizados con los relatos de King, pero 'The Boogeyman', ha permanecido en nuestras mentes durante años", dice el guionista Scott Beck, a quien se le ocurrió la idea y que coescribió el guion inicial junto con su amigo de la infancia y compañero de escritura Bryan Woods.

Al principio, el dúo, que también escribió “Un lugar tranquilo”, tuvo problemas con el argumento central de la historia. ¿Cómo se hace una historia para el cine sobre dos personas que hablan sentadas en una habitación? No lograban dar con la solución y seguían dándole vueltas. Al final se dieron cuenta de que Lester Billings no necesitaba ser el personaje principal y que el relato de King podría ser una escena dentro de una narrativa más amplia, la plataforma de lanzamiento hacia otra historia de mayor alcance.


“Cuando nos dimos cuenta de que el guion no tenía que estar centrado obligatoriamente en Lester, pensamos, ¿y si la historia que Lester le está contando a este médico empieza a apoderarse de la vida del médico que ve las mismas cosas extrañas que le estaban sucediendo a Lester y que ahora están empezando a suceder a sus hijas?”, dice Woods.

“Ese es el incidente que lo desencadena todo, el rastro que queda en esta casa y en la vida de esta familia”, añade Beck. “Una vez que dimos con ese punto de partida, fue un poco más fácil”.

Beck y Woods establecieron la hoja de ruta de la historia y escribieron los primeros borradores, pero cuando la película recibió luz verde, estaban en la preproducción de "65", que también dirigían. Así que Mark Heyman ("Cisne negro") se incorporó al proyecto para pulir el guion, trabajando en estrecha colaboración con Savage para ampliar la historia y crear más personajes.

“Cuando me llegó el guion, Scott y Bryan habían creado una serie de circunstancias que convertían este relato en una película”, dice Heyman. “Lo que hice fue sumergirme más profundamente, comenzando por la realidad psicológica a la que se enfrentan los personajes y, en última instancia, incorporando lo que significa el terror más allá de la presencia de un monstruo aterrador. Construir esta criatura mitológica y sobrenatural condujo a crear un monstruo que es la encarnación del dolor, un enemigo que se apodera del sufrimiento de una experiencia traumática y la convierte en metástasis. Es algo que puede pudrir toda tu casa y destruir toda tu vida. Me gustó muchísimo esa metáfora”.

Según Cohen, "el original era un relato de ocho páginas en el que nunca sales de la consulta del terapeuta y al final te enteras de que el terapeuta es el Boogeyman. Pero a Mark se le ocurrió un punto de vista muy original que ensanchaba mucho más la historia”.


Heyman estaba acostumbrado a trabajar estrechamente con los directores en el proceso de escritura del guion y Savage contaba muchos puntos de referencia para el tipo de historia que quería contar. Las películas de género favoritas del director incluyen “Amenaza en la sombra”, “The Innocents”, “The Ring (La señal)”, “The Haunting (La guarida)” y “Terroríficamente muertos”, entre muchas otras. “No creo que puedas hacer películas de terror a menos que te apasione este género y entiendas de verdad su psicología y su lenguaje”, dice el director.

“Rob es una de las personas que mejor conoce este género”, dice la productora ejecutiva Emily Morris. “Ha visto todas las películas de terror que existen. De hecho, en su oficina siempre hay una película de terror en fase de preparación y por eso sabe cuándo darle al público lo que quiere y cuándo sorprenderlo. Tiene un talento indescriptible”.

Para los realizadores era de vital importancia asegurarse de que la historia estuviera bien anclada en la experiencia humana y en la veracidad del terror del mundo real. La inclusión del terror sobrenatural debía servir para exacerbar aún más lo que están viviendo los personajes. Así que elaboraron un esquema detallado y Heyman se puso a trabajar en el nuevo borrador.

Una incorporación clave a la narrativa fue desarrollar el personaje de Sadie Harper como una de las protagonistas. Hasta ese momento, Will Harper había sido el centro de la historia. Pero Savage quería explorar el terror sobrenatural del Boogeyman que parasita la disfunción nacida de un dolor extremo y eso hizo que Sadie se convirtiera en un personaje más atractivo.

“Sadie era el personaje más interesante porque estaba atrapada entre el mundo de la infancia y el mundo de la edad adulta”, explica Savage, “y el Boogeyman existe en los dos ámbitos, como terror infantil y como escepticismo de los padres. Sadie está en medio de todo eso y es un intermediario entre ambos mundos”.

Sadie está frustrada porque no la toman en serio como adulta, pero lo cierto es que todavía tiene un pie en la infancia. Ella acepta lo que dice Sawyer cuando empieza a ver al Boogeyman, pero se debate entre racionalizarlo o creer a su hermana pequeña. Por esa razón, el personaje de Sadie tenía más posibilidades dramáticas.

“Nos basamos en el concepto del relato de un padre que pierde a un hijo y le dimos la vuelta para convertirlo en el punto de vista de unas hermanas que experimentan por primera vez la pérdida de un progenitor", explica Cohen. “Su padre es el terapeuta que se entera de la existencia del Boogeyman y después la historia va tomando forma a partir de ahí”.

El objetivo principal era crear una película de terror con varias capas basándose en un acontecimiento real y aterrador con el que uno puede identificarse como es la muerte de una madre. Después, a todo esto se añade el terror sobrenatural, en este caso el Boogeyman. De esa forma, la historia se convierte en una historia en la que las complicaciones del duelo y la falta de comunicación derivadas del acontecimiento inicial desencadenan la aparición de lo sobrenatural. Después, ese dolor se vuelve más fuerte debido a la creciente división entre Sadie y Sawyer y su padre, Will.

Por desgracia, el trabajo de Will como terapeuta es un obstáculo cada vez mayor ya que se enfrenta a su incapacidad para superar el duelo familiar con sus hijas. Cuanto más se aíslan los unos de los otros, más poderoso se vuelve el Boogeyman y la única forma de conquistarlo será a través de su fuerza común como familia.

“Si los actores no conectan entre sí, entonces la película no funciona”, dice Levine. “En el buen cine de terror, si quitas todos los efectos especiales, tu historia tiene que seguir siendo un drama atractivo. Y esa es la esencia de 'The Boogeyman’: una familia con problemas con los que nos podemos identificar y que se ve obligada a lidiar con su dolor porque sucede algo extraordinario”.


“Muchas de las mejores películas de terror se basan en el dolor”, dice Savage, “pero en nuestra historia, el Boogeyman representa lo que no se dice. Todos los miembros de esta familia viven bajo el mismo techo pero lo hacen en sus propias islas separadas. Están procesando su duelo individual solos, sin hablar entre ellos, sin valorar las experiencias de los demás, lo que crea algo que crece y se alimenta del dolor que experimenta cada uno por su cuenta. La única forma de superarlo es compartir lo que sienten. Creo que esa es la única forma en la que todos nosotros podemos superar el dolor”.

Para Savage, el verdadero referente de una inquietante ruptura de la comunicación familiar y del dolor que provoca es la obra maestra de Robert Redford de 1980, "Gente corriente”. En el cine moderno, no hay otra película que refleje tan bien la desgarradora desintegración de una familia estadounidense, cuya incapacidad para hablar sobre su dolor los separa con tanta intensidad que resulta muy dolorosa de ver, pero que es tan auténtica que no podemos apartar la mirada.

“En las escenas de 'Gente corriente' nunca pasa una sola cosa”, dice Savage. “Lo que me fascina de 'Gente corriente' son las capas de complejidad y los matices debajo de cada línea y de cada gesto. Es una película sobre tres personas que no se comunican entre ellas y ver esta desintegración resulta devastador. Es como un puñetazo en el estómago”.

“Al dejar que las cosas se enconen en la oscuridad, Will está destrozando a su familia”, reconoce Levine. “Si quitamos al Boogeyman, podría ser un drama. Podría ser 'Gente corriente.’”

Levy añade: “El público no está seguro de si se trata de una historia de monstruos o de una alegoría para afrontar el dolor, pero esa es la belleza de la obra de Stephen King. Sus historias son aparentemente triviales, escapistas y fantásticas, pero siempre están imbuidas de temas humanistas. Y queríamos hacer una película que hiciera precisamente eso”.

“Para sobrevivir, los Harper deben madurar”, añade Cohen. “Si el Boogeyman no hubiera aparecido, esta familia podría haberse disuelto por completo, pero como aparece, tienen que unir fuerzas y hacer frente a lo que está pasando”.

“Si no hubiera venido el Boogeyman”, apunta Levine, “esta familia habría ido a peor”.



Entrevistamos a Rob Savage, director de la película

Por Manuel Mañero.

Desde que aterrizara de pie con su opera prima Host en el panorama del terror postpandémico, Rob Savage no ha dejado de trabajar. Inmediatamente después llegó Dashcam y ahora estrena The Boogeyman, la particular versión del hombre del saco inspirada en un relato corto de Stephen King. El autor se mostró entusiasmado con el resultado final, que ha sido descrito por la crítica como «la adaptación más terrorífica de una historia de Stephen King». Una versión inspirada en una leyenda urbana intergeneracional que en este caso se manifiesta a través de la falta comunicativa de una familia paralizada por el luto. En esta entrevista con Aullidos, Rob Savage ofrece más pistas sobre el proceso creativo y el diseño de este nuevo hombre del saco:

Stephen King dio enseguida su aprobación al proyecto, ¿cómo se ha implicado en el proceso? Se interesó mucho desde el principio pero también nos dejó mucho margen para crear. Le enviamos un primer borrador del guion, que luego ha resultado ser bastante fiel a lo que finalmente grabamos, y en todo momento se mostró muy receptivo. También participó durante el rodaje, nos echó una mano en el proceso de edición, nos hizo comentarios sobre el color y el tono y después ha participado activamente en la promoción y publicidad. Realmente ha sido un gran apoyo.

Hay notables diferencias con el relato de referencia, ¿fue difícil adaptarlo a un formato en largo?
Quizá el truco estuvo en no planteármelo como la adaptación de una historia corta, porque en realidad el grueso de ese relato queda ya expuesto en el primer acto de la película. Hay cambios significativos, sin ir más lejos el personaje de Lester Billings, que en el relato es el principal. Teníamos muchas ideas con las que trabajar, pero la inspiración estaba ahí.

Tu boogeyman se alimenta del luto y el sufrimiento, ¿lo planteaste como metáfora de la salud mental?
Sí, desde luego. Va de la comunicación con el otro, pedir ayuda a los demás cuando la necesitamos y atravesamos momentos de pérdida o necesidad; el monstruo representa todo sobre lo que los protagonistas no hablan, ese silencio fatal que rodea al proceso de luto. Al final, para poder luchar contra él deben unirse, romper esa barrera, trabajar juntos.



¿Algún monstruo que te inspirara especialmente para diseñar este?
Tomamos las referencias básicamente del relato, aunque quería mostrar un monstruo que realmente viviera no en el armario sino dentro de las personas, que se manifestara en la oscuridad. Eso sí, respecto al diseño en sí, estudiamos algunos conceptos básicos del body horror, deformaciones, parásitos, formas lovecraftianas… de hecho trabajamos con el diseñador del wendigo que aparece en The Ritual, de David Bruckner. Quería que fuera un monstruo reconocible, con aspecto semihumano que pudiera vivir en las sombras.

La luz y la oscuridad son clave en esta película… ¿qué buscabas realmente transmitir?
Mis películas anteriores habían sido algo menos desafiantes en lo que respecta al diseño de producción, pero en esta teníamos la oportunidad de hacer algo grande, crear escenarios, jugar de forma más natural con espacios, luces, casas enteras… Lo más importante era transmitir la sensación constante de inseguridad, por eso es una película eminentemente oscura, con rincones ocultos, puertas semiabiertas. Prácticamente cada escena esconde un hueco desde el que podría el monstruo podría estar observándote.

¿Hay más creepypastas que te gustaría desarrollar, adaptar o recuperar para el cine?
Hay uno que me obsesiona desde hace tiempo, que de hecho también mencioné durante el proceso creativo de nuestro boogeyman, que es el del Russian Sleep Experiment. Recuerdo ver aquellas fotos hace ya tiempo y no lograr sacármelas de la cabeza. Aun a sabiendas de que es una leyenda urbana, me sobrecogió la posibilidad de humanizar al monstruo o vicecersa, sin duda es un concepto con el que volvería a trabajar.

Galería de Imágenes de la Película

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