Mujeres Vikingo y la Serpiente del Mar » Crítica

Por Miguel Martín

Imposible ver ‘Mujeres Vikingo y la Serpiente del Mar’ sin soltar una carcajada aproximadamente cada cinco minutos de visionado. Culpa de ello la tiene un argumento demencialmente machista (camuflado convenientemente de falso feminismo), unos efectos visuales que bandean entre la ternura y la cutrez, un reparto digamos que desafortunado en su elección (los vikingos parecen recién sacados de alguna secta ultraderechista aria) y unas actuaciones divertidamente mediocres.

Esta película es cien por cien Roger Corman, hecha con cuatro duros y en una cantidad irrisoria de días, con múltiples fallos de forma y fondo, abiertamente bizarra y sorprendentemente entretenida. La historia de este aguerrido grupo de vikingas en busca de sus hombres tiene el formato típico de una película de aventuras, aunque quizás para el espectador moderno el entretenimiento no venga tanto por la trama argumental (es un decir) como por su sucesión de despropósitos encadenados. Las peleas parecen sacadas de un mal episodio de ‘Xena, la princesa guerrera’.

El argumento parece un catálogo de tópicos (héroes viriles y buenos en contraposición a los villanos, malvados y con un príncipe afeminado… vaya tufillo homofóbico…). Y además, la única morena del grupo de vikingas es, como no podía ser de otro modo, la traidora.

Lo dicho: tremendamente demencial. Eso sí, a parte de algún que otro momento inspirado de su director (los juegos de luces y sombras empleados en las escenas de interior que más tarde explotaría en films mucho más tétricos), vale la pena acercarse a este film para disfrutar del extraño magnetismo de Susan Cabot en una de sus pocas interpretaciones para la gran pantalla.

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