Wanted (Se Busca) » Crítica

Por Carlos Marín

Timur Bekmambetov, director ruso de apellido impronunciable y éxito indiscutible en su madre patria, debuta en Hollywood con la adaptación del cómic independiente Wanted, del ahora en boca de todos Mark Millar. Y ésta vez, al contrario que las películas anteriores del realizador, contamos con un guión decente. Que no genial, ni siquiera bueno, pero suficiente como para dejar espacio suficiente a Bekmambetov y su apasionante estilo de dirección.

Las escenas de acción están, como ya podíamos imaginar, a otro nivel. Las piruetas son imposibles, las balas atraviesan tortuosos senderos para acabar en las cabezas sangrantes de los enemigos y el humor gamberro imprime cada una de las locas secuencias en las que los protagonistas acaban envueltos. Es un pasito más allá de aquella Matrix que revolucionó el blockbuster, sólo que algo más acelerada y, demos gracias por ello, alejada de lo que un Michael Bay cualquiera nos pudiera ofrecer.

Un elemento a destacar es el carismático protagonista del film, James McAvoy, un tipo alejado del clásico héroe de acción: ni romántico, ni épico, ni siquiera una sombra oscura y deprimente de las que están tan de moda. Es, simplemente, un oficinista ansioso que acaba convertido en una fuerza arrolladora sin contro. Acompañándole anda Angelina Jolie luciendo palmito, pero poco más. Morgan Freeman hace, cómo últimamente, de Morgan Freeman; y está excelente, para que nos vamos a engañar.

Aquel que busque algo más que un entretenimiento gamberro y sinsentido que no ose gastar el dinero en ella, porque se echará las manos a la cabeza con cada vacilada o demencia que se vaya presentado a lo largo del film. Wanted es, sin lugar a dudas, puro cine del siglo XXI: rápido, enérgico y realmente maleducado. Es cultura cómic, o la aceptas o nunca podrás disfrutarla.

Lo mejor: Todas las escenas de acción, originales y espectaculares como ellas solas. El humor macarra que desprende el film.

Lo peor: A los que busquen un caballero oscuro les producirá urticaria. Su pesadez en el momento del entrenamiento, en pleno segundo acto.

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