Sitges 2010: Resumen del día 7

Por Redacción Publicado el 10/04/2011

Emma Evans, My Joy, Black Death...

Ya ha pasado una semanita del festival y hoy, por fin, llega en un día completamente laborable. Por fin de una manera más egoísta, ya que si bien ha aparecido menos público (cosa que se echa en falta en las proyecciones, no hay suficientes aplausos y gritos) los alrededores del Auditorio y el pueblo en general está mucho más tranquilo.

Como os adelantamos ayer, hoy ha sido básicamente un día de revisiones. En el Auditori se ha podido ver Easy Money, la nueva sensación sueca basada en una novela homónima y que, en sus más de dos horas de duración, retrata el mundo del narcotráfico y las mafias suecas en tres historias que se cruzan entre sí. Seguidamente, los espectadores han podido ver My Joy, cruel road-movie sobre una Rusia fría y dura. Pocos asistentes en unos pases quizás más alejados del fantástico.

Nosotros nos hemos adentrado en El Retiro para poder ver dos cintas de la sección oficial que se nos escaparon. La primera ha sido Black Death, protagonizada por Sean Bean y dirigida por un ya habitual en Sitges Christopher Smith (Creep, Desmembrados, Triangle). La película muestra los tiempos oscuros de la Edad Media inglesa, donde un grupo de cazadores de brujas van tras un pueblo en el que, al parecer, los muertos vuelven a la vida y la peste negra no afecta a sus habitantes. Recuerda en parte a El guerrero nº13, tanto por su ambientación como por su temática. Buenas escenas de acción y un entretenimiento sin más que ofrecer son las cualidades que se pueden obtener de esta película.

La otra en escaparse y que hoy hemos podido ver ha sido Vanishing on 7th Street, el nuevo trabajo de Brad Anderson. Esta vez el director de El maquinista ha vuelto a bajar el listón que ya disminuyó con su floja Transsiberian. Partiendo de una premisa muy buena (y parecida a la del videojuego Alan Wake) se crea un mini-clima apocalíptico entre pocos personajes y unas sombras que devoran personas y dejan sus ropas. Hayden Christensen interpreta a un personaje llamado Luke (¿nadie se dio cuenta cuando le ofreció el papel?) y otros actores como Thandie Newton y John Leguizamo dan la réplica, superando fácilmente al actor protagonista. Historia sin chicha y personajes sin carisma, un bluf en toda regla (al loro los fans de Supernatural, habrá una palabra que reconocerán fácilmente).

Por la tarde hemos asistido, esta vez en el Auditori, a la presentación de La posesión de Emma Evans, la nueva producción de Filmax dirigida por Manuel Carballo. Se trata de un film de posesiones con un planteamiento decididamente realista, cámara en mano, mucha luz natural, zooms a los personajes, etc. La propuesta es original y queda como un guante, pero el guión que la acompaña hace aguas en algunas ocasiones. Destacar a la actriz protagonista y el cameo del gran Doug Bradley, nuestro mítico Pinhead.

Finalmente, y para terminar la noche, vemos otro film escapado: Thirteen Assasins, de Takashi Miike. El director japonés más loco y prolífico de su historia se centra esta vez en una especie de homenaje al cine de samuráis, en concreto a la obra maestra de Kurosawa Los siete samuráis. Rodada con un gran toque clásico y gran comedida en su planteamiento, la película va dejando ligeros toques de violencia Miike-style para, en pleno tercer acto, explotar como una película de acción donde los cortes duelen de verdad y las espadas chocan con la carne de manera salvaje. Otra de las grandes del festival bajo nuestro punto de vista.

Mañana más: la llegada de Monsters (suena como sorpresa del año) y la cafre como pocas A serbian film. Informaremos, que para eso estamos.