La Familia Addams: Retrospectiva



La familia Addams: La tradición continúa (1993) de Barry Sonnenfeld

El amplio éxito de la primera parte dejó las puertas abiertas a una secuela, que contó con un guionista diferente, Paul Rudnick, el cual escribió el que quizá sea tanto el mejor guion de toda la saga, como el mejor trabajo de su carrera (que nunca alcanzó el mismo nivel de brillantez que aquí). Repitió el director y casi todo el reparto.
La película cuenta con el humor más negro de toda la historia de la franquicia, y exhibe el mayor nivel de mala leche jamás visto en 50 años de adaptaciones de la misma, con las réplicas más mordaces y las situaciones más bizarras y extremas, así como la sátira social más aguda y montones de frases ingeniosas y memorables que el guion lanza al espectador una detrás de otra. Además, hay guiños cinematográficos muy interesantes, como una figura en el panteón familiar con los rasgos de Boris Karloff o la máscara a lo Hannibal Lecter del bebé Addams.

Se nota el éxito de la película anterior incluso en la oleada de cameos que ésta contiene, como los de David Hyde Pierce, Tony Shalhoub, Peter Graves y Nathan Lane.
La trama comienza con el nacimiento del nuevo bebé Addams. Antes de llegar a este punto, vemos a la Abuela Addams junto a sus nietos, en un ritual de magia negra enterrando vivo un gato en el exterior de la mansión. Si el arranque de la película anterior con el caldero de aceite hirviendo y los cantores achicharrados ya introducía el tono oscuro de la película, en ésta este comienzo ya informa de que se ha dado una nueva vuelta de tuerca en lo que a elemento siniestro se refiere.





Cuando Morticia nota que el bebé está a punto de nacer, toda la familia se desplaza al hospital, y tenemos unos cuantos gags de diálogos bizarros de Morticia en camilla (“no, no quiero anestesia, pero pregúnteles a los niños”), así como otros gags visuales de Cosa, y la primera réplica mordaz de la película de Miércoles, cuando en la sala de espera una niña le da una explicación mágica (con guisantes mágicos y demás) de cómo sus padres pidieron a su hermanito que está naciendo, y Miércoles le responde de forma cortante “los míos practicaron sexo”. Esta película es consciente de que una de las cosas que mejor funcionaron en la anterior fue la interpretación de Christina Ricci (ya en los pases de prueba de la primera, esa conclusión salió masivamente, y luego crítica y público lo confirmaron), con lo que el guion multiplica exponencialmente su tiempo en pantalla y su número de diálogos, dándole incluso su propia subtrama. Sobra decir que la niña Ricci es capaz de aprovechar perfectamente todo el buen material que se le ofrece y hace suya la película, algo ampliamente aceptado por la crítica. Por ejemplo, el respetado crítico Leonard Maltin no dudó en afirmar que Ricci es la verdadera estrella de la película. A su vez, según afirma el director, Ricci es “oro” para estas películas.

Tras el parto, los Addams vuelven a casa, con el recién nacido, pálido y bigotudo, en la mejor tradición Addams. El aspecto del bebé bigotudo es curioso, porque resulta un guiño a la serie de los 60, el aspecto que tenía el bebé Gómez/John Astin, en un episodio en el que se veía su fotografía.

El problema comienza con el hecho de que los niños Addams le tienen celos al bebé (de nombre Pubis), e intentan matarlo una y otra vez. Lo arrojan desde lo alto de la mansión, intentan guillotinarlo, le disparan, lo tiran por las escaleras…. Nada de lo que intentan Miércoles y Pugsley funciona gracias a la suerte y la famosa indestructibilidad Addams, el bebé sigue ileso e incluso consigue detener la cuchilla de la guillotina con los dedos. Gómez les pregunta por qué lo odian y Miércoles responde junto a Pugsley que no lo odian, solo quieren jugar con él, “sobre todo con su cabeza”.

Paralelamente, vemos que Fétido se siente solo y busca conocer a una mujer (como siempre en la serie de los 60), y su hermano lo anima diciéndole que pronto conocerá a la mujer indicada, una que “no lo denuncie”. Gómez decide contratar una niñera (debido al gran placer que supone “tener hijos y pagar a otros para que cuiden de ellos”, le explica a Fétido). Pero Miércoles se las apaña para asustar y ahuyentar a las candidatas a niñeras, en una serie de hilarantes escenas en las que nuevamente Christina Ricci está inmensa.

Entonces entra en acción Debbie Jellinsky (Joan Cusack, en uno de los mejores papeles de su carrera, y posiblemente el más divertido), que será la gran villana de la película, una asesina en serie conocida como la Viuda Negra (sin relación con Scarlett Johansson en “Los Vengadores”), que se dedica a investigar a hombres ricos para luego seducirlos, casarse con ellos, matarlos y heredar su fortuna. Debbie es una loca de mucho cuidado que incluso asesinó a sus padres siendo niña (porque no le compraron la muñeca que quería) y que seguramente está incluso peor de la cabeza que la mayoría de los Addams. Y tiene a Fétido como objetivo. Es interesante, a nivel de fidelidad, que fuera de la familia Addams, los homicidios dentro del matrimonio son otro de los temas recurrentes de la obra de Charles Addams. La introducción del personaje de Debbie canaliza perfectamente esa vertiente de su obra, y junto a las otras virtudes como adaptación de la película, ya vistas, convierte a la misma en inmensamente fiel, y un poderoso tributo a la producción artística de Chas Addams.

Cuando Debbie entra en casa consigue caerles bien a todos (incluso le chupa un dedo a Cosa, logrando que se desmaye), y obtiene el puesto de niñera. La única que recela es Miércoles, que ve algo muy extraño en ella y no se fía, e incluso la advierte: “ten cuidado, ten mucho cuidado”.

Sabiendo que Miércoles es una amenaza para sus planes, Debbie convencerá al matrimonio Addams (siempre muy crédulos) de que Miércoles y Pugsley quieren ir de campamento, a un lugar llamado Campamento Chippewa, para niños privilegiados, que irónicamente representa todos los valores que los Addams desprecian, empezando por el aire limpio y puro (como se lamenta Gómez mientras se enciende un gran puro). El director del campamento, Gary Granger (Peter MacNicol) es un individuo de lo más despreciable que se pueda imaginar, que no solo resulta ridículo a todos los niveles posibles, sino que también es un hombre racista, clasista y lleno de prejuicios, y que incluso no duda en insultar y burlarse de los niños que quieren dedicar su tiempo a leer (“no en mi campamento, cuatrojos”, dice mientras ríe). Su mujer, Becky Martin-Granger (Christine Baranski) no le va a la zaga en nivel de estupidez, y para colmo de males hay una niña, Amanda Buckman (Mercedes McNab), también bastante desagradable, que le pilla odio a primera vista a Miércoles y se empecina en burlarse de ella e intentar hacer su vida miserable en el campamento. Vamos, que el lugar es el infierno para Miércoles y Pugsley, y la venganza de Debbie está cumplida.

Debbie, libre de Miércoles, traba contacto con Fétido y se organiza una cita doble entre ellos y Gómez y Morticia, en la que los Addams intentan emparejar al tío Fétido con ella, y el pobre Fétido hace el ridículo con sus modales todo lo que puede y más. No obstante, Debbie consigue seducirlo (sin dificultad), así como agradar a Gómez y Morticia, y se fija fecha para la boda.

Paralelamente, en el campamento, Miércoles conoce a Joel Glicker (David Krukholtz, cuyo padre es interpretado por el director de la película, en un cameo), el cual queda prendado de ella cuando la ve. Joel es asmático, enfermizo, con múltiples alergias y algo hipocondríaco, y recuerda un poco al Gómez joven de antes de conocer a Morticia que interpretó John Astin, aunque está diseñado para ser bastante más patético, pero también caer bien. Es el niño del que se burlaba Gary Granger porque quería leer un libro mientras estaba en el campamento. La primera vez que Joel ve a Miércoles incluso le corta el ataque de asma que empezaba a tener, con lo que no necesita usar el inhalador (guiño a lo que pasaba con la bronquitis de Gómez al ver a Morticia por primera vez en la serie de los 60). Y a Miércoles le cae extrañamente bien Joel, quizá ambos porque son las víctimas de la burla y el desprecio de Gary Granger y demás personas “biempensantes” del campamento. El problema para Joel será que el “afecto” de Miércoles es algo más peligroso de lo que parece, y él ha tenido la terrorífica mala suerte de encontrar a la niña psicópata Miércoles en vez de a la dulce psicótica Morticia como hizo el joven Gómez en los 60. La película ya nos da pistas de ello cuando vemos que están los dos niños hablando sentados a la luz de la Luna delante del lago, y cuando Joel explica que tiene muchas alergias graves y fácilmente podría morir, Miércoles se le acerca y se le sienta muy próxima (parece que Miércoles valora positivamente la condición de Joel como “muy matable”). Problemas de trabar amistad con una niña que según su madre “solo piensa en el homicidio”. Miércoles incluso lo invita a acompañarlo a la boda del tío Fétido, a la que está invitada, aunque fríamente le explica que no es una cita. Joel acepta.

Lo curioso sobre Joel es que el director, Barry Sonnenfeld, afirma que es básicamente él mismo de pequeño: “odia los bichos, no le gustan los espacios abiertos, y preferiría pasarse el día leyendo”, dice Sonnenfeld, y bromea con que hace el papel de su padre porque “ya no tiene edad para interpretar a Joel”.

Mientras, durante su luna de miel con Fétido, Debbie fracasa en su intento de matar a Fétido electrocutándolo, momento en el que él, casi indestructible e inmune a la electricidad, hace su habitual gag de encender la bombilla con la boca. Ello obliga a Debbie a vivir con Fétido y desagradablemente, consumar su noche de bodas. Su plan se redirige a aislarlo de su familia, manipularlo e intentar apoderarse de la fortuna familiar, buscando el momento propicio para matarlo.

Notando que algo va mal, la familia los va a visitar a la nueva mansión de ambos, y Morticia pronuncia su mejor frase de toda la película, recriminando a Debbie: “Has colocado a Fétido bajo algún extraño hechizo sexual, y eso lo respeto, pero has ido demasiado lejos, te has casado con Fétido, nos lo has arrebatado. Podría perdonarte eso, pero esos tonos pastel… ((refiriéndose a la casa)) Eres una hortera”. Anjelica Huston interpreta de maravilla la escena, aunque desgraciadamente no tiene muchos momentos de lucimiento aquí.

Debbie los echa de su mansión hortera, y ello, unido a que Pubis se ha convertido en un bebé sonrosado y normal, en vez de pálido y bigotudo, debido al mal ambiente familiar, sume en una honda depresión a Gómez. Nuevamente, Morticia debe asumir todo el peso de la familia, y la vemos aguantando su dolor mientras le lee un cuento “normal” al bebé, en una habitación también en tonos pastel para que no padezca éste (cruel ironía). Morticia aguanta con estoicismo la situación porque no puede permitirse derrumbarse ella también.

En el campamento, las cosas siguen muy mal. Miércoles, Pugsley y Joel acumulan castigo tras castigo, y después de intentar escapar son confinados en una cabaña y obligados a ver películas Disney y musicales durante un día entero, todo un infierno y una tortura para los niños Addams.

No es que el guionista “odie” las películas Disney, pero siendo unas cintas que representan una serie de valores de manera muy marcada, incluyendo un optimismo y una alegría desbordantes, es normal que sean kriptonita para los niños Addams, igual que el aire puro del campo le era extremadamente molesto a Gómez. Es decir, incluso la propia Christina Ricci ha llegado a trabajar para Disney, pasado el tiempo, y Disney posee en la actualidad los derechos de la serie de televisión canadiense de 1998 de los Addams.
Cuando Miércoles sale de la cabaña, esa noche, incluso consigue sonreír (un tabú para ella), y dice que quiere cantar, reír y ser como los otros niños. Christina Ricci interpreta muy bien la escena (casi hasta parece que le duele la cara al sonreir), y su sonrisa consigue espantar a los demás, Amanda incluida. No sabemos entonces si a Miércoles se le han fundido los plomos por tanto Disney y se ha doblegado, o si tiene un as en la manga, pero se supone lo segundo. Para esta escena, el director había pensado añadir un efecto sonoro semejante al ruido de la rotura de un glaciar cuando Miércoles sonríe, pero lo desechó, considerando que tal y como estaba interpretada, ya era lo suficientemente cómica, por la interpretación, sin el efecto añadido.

Gary organiza un musical sobre Sarah Miller y Pocahontas, en el origen de la fiesta de Acción de Gracias. Da a Amanda el papel de Sarah Miller, y a sus amigas las enchufa como los otros principales, mientras que a Miércoles, la “morenita marginada”, le asigna el papel de Pocahontas. Además, a los niños que le caen mal a Gary (por ser negros, judíos, minusválidos u otras lindezas que demuestran que Gary es más tonto que un ladrillo), les da los papeles de indios. En la escena de la representación del musical ante los padres como público (salvo los padres Addams), en el que Gary quiere mostrar al mundo “su visión”, llegamos a la cima de la sátira social en la película con frases desternillantes como cuando la madre de Joel dice “¿Pago una fortuna por este campamento y solo le dan el papel de indio?” o la frase de la obra “Pocahontas, eres tan civilizada como nosotros, solo que nosotros usamos zapatos y tenemos apellidos”, o cuando llaman a los indios “primitivos amigos” (la obra es ofensiva de principio a fin). El plan de Miércoles comienza cuando interrumpe la función cambiando los diálogos, diciendo que ha visto el futuro y todo lo que el hombre blanco le va a hacer a su pueblo, y lo rechaza, así que va a quemarlo todo y cortarle la cabellera a Sarah Miller. Con la ayuda de los otros niños rechazados del campamento, Miércoles arrasa el lugar, captura a todos los padres (incluyendo a los padres de Joel, a los que él mismo derriba de su asiento), ata a Gary y Becky Granger a un palo de madera (tras lo cual procede a darle vueltas alrededor del fuego para asarlos, dejándolos así, mientras los niños esperan sentados a la mesa, con los cubiertos en la mano, indicando que van a canibalizarlos), y apresa a Amanda, la ata a un poste y enciende una cerilla delante de ella, con una mirada jocosa, indicando con su gesto que la va a hacer arder hasta los huesos.
En un principio, esto era lo último que íbamos a ver de Amanda, dando a entender que Miércoles la mataba. Algunas personas salieron aterradas de los pases de prueba, y ello tristemente obligó a suavizar un poco la película, e incrustar después de forma brusca, gratuita y anticlimática una escena en la que vemos fugazmente a Amanda, viva pero traumatizada posiblemente de por vida, en un avión. Como nadie se preocupó por Gary (comprensible), no sabemos nada de él, y suponemos que Miércoles sí lo asó, merecidamente. Ni siquiera cortaron la parte que sugería el canibalismo, algo es algo.

Después de la masacre del campamento, Miércoles escapa tras besar a Joel (y limpiarse la boca después), en un coche que Pugsley ha robado.





En la ciudad, Debbie intenta matar de nuevo a Fétido volando por los aires la gran mansión de tonos pastel, pero fracasa. Fétido sale de entre los escombros como si nada. Al menos, Fétido se da cuenta de que Debbie en realidad solo lo quiere por su dinero, y vuelve a casa. Allí se encuentra también con los niños recién escapados del campamento, y todos se reconcilian. Pero Debbie irrumpe, y a punta de escopeta captura a todo el clan Addams y los ata a sillas eléctricas (se supone que aunque sean muy resistentes a la electricidad, siempre podría asestarles una cantidad muy larga y prolongada hasta matarlos, no son inmortales). Pero se ha olvidado de un Addams: el bebé Pubis. Mientras Debbie les cuenta su historia (en un discurso parodia de la típica explicación de supervillano, con guiños a cierto famoso discurso de “El mercader de Venecia”, que tuvo que ser filmado una y otra vez, porque el equipo no paraba de estallar en carcajadas). La delirante explicación de los crímenes de Debbie consigue que los Addams casi hasta la llegan a comprender (si hubiera procedido de otra manera, estaba lo bastante loca como para poderse haber integrado exitosamente en el clan). Pero, antes de que Debbie logre matar a toda la familia, Pubis escapa de su cuna e inicia una cadena de acontecimientos que acaban en una muerte espectacular y desagradable para Debbie. Justicia poética, y primera sangre para el bebé Addams. Las cenizas de Debbie acaban enterrada en el panteón familiar, bajo una lápida que dice “Debbie Jellinsky: esposa y psicópata”.

Tiempo después vemos que Fétido ha conocido a otra mujer, más compatible con él, una calva llamada Demencia. Joel Glicker ha estrechado lazos con la familia Addams y está invitado a la mansión, e incluso vestido como Gómez y hasta con un bigote postizo, mientras Miércoles viste como Morticia. Pero Joel comete un error: comentarle a Miércoles la posibilidad de casarse con él y tener hijos. Le pregunta además, “ahondando” en la herida, que qué haría ella si conociera al hombre ideal, uno que la adorase, que hiciera cualquier cosa por ella y que fuese su esclavo. La respuesta de Miércoles es clara y tan tajante como siempre: “Le compadecería”. Miércoles niega toda posibilidad de casarse y querer tener hijos, no tiene los valores familiares de su madre Morticia. Y eso que Joel le cae bien, posiblemente incluso más allá de lo que ella misma querría reconocer.
Poco después, Miércoles y Joel visitan la tumba de Debbie, y Joel comete el error de volverle a llevar la contraria a la joven Addams. Miércoles dice que Debbie era descuidada, y que si ella quisiera matar a su marido no la descubrirían nunca y lo haría con facilidad, porque le daría un susto de muerte. Joel no la toma en serio, cree que lo dice de broma, y se acerca a la tumba de Debbie. De repente, de bajo tierra surge una mano a lo Carrie (Cosa, a quien Miércoles habrá pedido que haga eso) y agarra a Joel, que espantado se pone a gritar intensa, ininterrumpida y atrozmente. La cámara se mueva a un primerísimo plano de Miércoles, que está haciendo uso de su nueva habilidad aprendida: sonreír, aunque ella lo hace del modo más siniestro imaginable. La película acaba entonces con un fundido a negro, sin revelarnos si Joel sobrevive a dicho susto de muerte, o si poco después Miércoles entierra tranquilamente sus restos en el panteón familiar. Lo que sí nos revela es que Miércoles de descuidada no tiene nada, y queda claro que si Joel sobrevive, más le valdría salir huyendo….

Gómez y Morticia: Raúl Juliá y Anjelica Huston. Tienen menos peso dentro de la historia que en la película anterior, y no les vemos dedicados a sus tareas cotidianas, sino que el argumento de la película fluye rápidamente siguiendo las dos subtramas abiertas, la de Miércoles en el campamento y la de Fétido con su esposa.

No obstante, tanto Juliá como Huston lo hacen tan magníficamente como en la película anterior, y tienen un número musical, un tango, absolutamente antológico, que es quizá su mejor escena de entre las dos películas.

Destaca también una escena de Gómez en la que está jugando a los dardos, y es Lurch el que tiene que mover la diana para que siempre acierte en el centro. Al final, Lurch se distrae y Gómez acaba lanzándole sin darse cuenta un dardo a la cabeza (los lanza a lo loco, literalmente), engulléndolo Lurch.

Miércoles y Pugsley: Christina Ricci y Jimmy Workman. Con mucho más tiempo en pantalla, Christina Ricci se convierte en la verdadera protagonista de esta segunda parte y tiene los momentos más divertidos y de mayor lucimiento interpretativo. Pugsley queda degradado argumentalmente a poco más que el secuaz de Miércoles, ya sea intentando matar a Pubis o en el campamento, y salvo cuando extingue una especie de águila con su arco o cuando su padre le da un puro, apenas tiene escenas propias, sino compartidas con Miércoles, y en esas escenas es Miércoles la que ocupa una posición predominante.

Miércoles es mostrada como más psicópata y sádica que en cualquier otra versión (también incluso más carismática). La película incluso introduce en el personaje una vena manipuladora, como cuando convence a su hermano Pugsley de que la ayude a intentar matar al nuevo Addams, engañándole diciéndole que la tradición dicta que cuando nace un bebé, uno de los hijos anteriores debe desaparecer, y no necesitan a otro hijo varón, lo que garantiza la cooperación de Pugsley.

Al margen de lo dicho previamente, hay dos cosas interesantes más a reseñar sobre Miércoles en la película: por un lado, la historia la sitúa en el papel de heroína, defendiendo los derechos de los niños discriminados del Campamento Chippewa. Es irónico que se den las circunstancias para que una psicópata tan lúgubre y cruel como es Miércoles acabe convirtiéndose en heroína y se alce con las simpatías del público y de los personajes de su entorno, pese a todas sus acciones pasadas (al margen de que por el factor carisma Miércoles ya logre dicho apoyo), frente a una figura como la de Gary Granger. De hecho es el colmo de la ironía que sea justamente ella la que se vea obligada a desempeñar semejante rol, que era el que menos podría haberse esperado en un principio, y por eso la sátira social de la historia funciona tan bien. Da igual lo monstruosa que sea Miércoles, alguien con tantos prejuicios como Gary Granger es incluso peor, y más peligroso y despreciable. Llamativo mensaje.

Por otra parte, resulta curioso que Miércoles no tenga miedo de morir o de resultar herida (ese riesgo lo corre todos los días ya, en casa con Pugsley, y está acostumbrada), pero sí que parezca tenerle un miedo atroz a que le arrebaten su personalidad y su naturaleza como Addams, y la conviertan en “normal”, que es lo que Gary intenta hacerle a lo largo de la película, y que le causa gran sufrimiento a la pobre niña psicópata, hasta que consigue su venganza. Es un concepto bastante interesante, y que de hecho dignifica mucho al personaje.

El tío Fétido: Finalmente, con su memoria restaurada, Christopher Lloyd es el tío Fétido al cien por cien. En esta película también tiene mucha importancia argumental, y escenas con las que extraer humor de su mezquindad y ruindad (como cuando le dice a Debbie “te quiero, por ti haría cualquier cosa, incluso pagaría”). Además, el hecho de compartir muchas escenas con la Debbie de Joan Cusack le beneficia mucho a nivel humorístico, al ser ésta un personaje muy divertido, parodia de la femme fatale clásica, con un componente muy exagerado que encaja a la perfección en el mundo de la familia Addams, y que da la oportunidad a Fétido de tener diálogos muy graciosos.

Eso sí, la película estupidiza un tanto a Fétido, que incluso al final se llega a definir a sí mismo como “el último marido de Debbie, el tonto”, y Gómez a su vez llega a llamarlo “el señor Debbie”, mientras que la mayor parte de los diálogos giran en torno a lo imbecilizado que ha dejado Debbie a Fétido (“bésame”, dice él, y ella le replica “dame dinero”, tras lo cual Fétido se dedica a rebuscarse ansiosamente los bolsillos buscando algo de efectivo).

El resto de la familia: La Abuela es reemplazada por Carol Kane, ante la enfermedad de la actriz anterior. Carol Kane tiene prácticamente la misma edad aquí que Anjelica Huston, pero aparece caracterizada para resultar mayor. Le dan un poco más de diálogo que la actriz a la que reemplaza, pero tampoco mucho más. Lurch (Carel Struycken) y Cosa (Christopher Hart) vuelven, manteniendo la tónica habitual. El bebé Pubis fue interpretado por dos niñas, las hermanas Hooper. Aparece de nuevo el primo Eso, con su esposa e hijo recién nacido, Que.

Se supone que aparece Ophelia (aparece acreditada en el papel, en el pressbook la actriz Laura Esterman) aunque en ningún momento se identifica al personaje, con lo que lo más probable es que su escena fuese suprimida.

Lo mejor: Christina Ricci, en la mejor interpretación de su carrera (sin demérito de sus interesantes títulos siendo adulta). Los diálogos. Las escenas de Debbie y Fétido.

Lo peor: Nuevamente, la canción que suena durante los créditos.

Los videojuegos: La adaptación para Super Nintendo fue en cierto modo una versión mejorada del “Fester´s Quest” de NES (aunque sigue siendo un juego muy flojo), con perspectiva cenital igual, pero mejores controles y gráficos. Argumentalmente, reforzaba al tío Fétido dándole un perfil más heroico. Aquí es Fétido, usando sus poderes eléctricos el que salva a todos y acaba con los planes de Debbie. En el juego, el plan de Debbie es diferente, e implica secuestrar al bebé Pubis. La muerte de ella también es diferente, cayendo al vacío cuando Fétido la encuentra al final y rescata al bebé. Sin embargo, la película funciona mejor con su argumento, aunque vaya en detrimento de Fétido.

Legado: Supuso el momento más alto de la familia Addams, cinematográficamente hablando, y cerró el ciclo iniciado por la primera parte de Barry Sonnenfeld. Cosechó mejores críticas que la primera película, aunque no tanto dinero (sí fue un gran éxito en los USA y el resto del mundo, no obstante, pero el material era demasiado extremo), y habría tenido una tercera entrega, dado el gran éxito mundial y las magníficas ventas en formato doméstico, VHS y DVD. El guion se empezó a escribir en 1994, y de no haber sido por el fallecimiento de Raúl Juliá, que dio al traste con toda posibilidad de secuela, puesto que su Gómez es muy difícil de reemplazar, y era inconcebible una tercera entrega que partiera de la premisa de que Gómez ha muerto y Morticia tiene que salir adelante.

A día de hoy, habiendo pasado décadas, la mejor posibilidad para continuar la saga partiría de considerar que Christina Ricci tiene prácticamente la misma edad que Carolyn Jones cuando fue Morticia, y menos que Anjelica Huston, con lo que lo más viable sería que ella asumiera el rol de Morticia, o bien fuera una Miércoles Addams adulta (como en la serie web de Melissa Hunter), quizá reencontrándose con Amanda o Joel (si sigue vivo y entero). Fuera de Raúl Juliá, la mayor parte del reparto sigue en plena forma interpretativa, y bien podrían recuperar sus papeles si la idea se plantease.

En cuanto a influencia, hay mil y una referencias a esta clase de humor, aunque cabe destacar la infinitamente divertida serie animada “Las aventuras de Billy y Mandy”, más de una década posterior, con un comedia muy en la línea de la familia Addams (con toques de “Grim Fandango” y “Bitelchus”), y grandes oleadas de humor negro y referencias cinematográficas, en la cual Mandy, en cuanto a personalidad es muy Miércoles Addams (no solo por su carácter de niña psicópata, sino incluso en detalles como lo de no sonreir prácticamente jamás), pero rubia y con un aspecto diferente, y además tiene en su mundo una némesis equivalente de la Amanda de esta película (Mindy) y hasta un aspirante a novio muy en la línea de Joel Glicker, con gafas y todo. La serie de Billy y Mandy está influenciada, pero es ingeniosa y mucho más que una mera imitación. Incluso tiene el guiño de que la dobladora de Miércoles en la serie animada de los 90, pone voz a Negal Jr, uno de los monstruos que pueblan esta serie.
También es la versión que más fan fiction genera, con mucha especulación sobre el futuro de Miércoles y Joel.


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