Chucky (Brad Dourif) VS Leprechaun (Warwick Davis)
Chucky tiene su origen en la saga del “Muñeco Diabólico” (que dura desde los años 80 hasta la actualidad), mientras que este Leprechaun es la versión de la mítica criatura irlandesa de cuento de hadas que aparece en la saga “Leprechaun”, iniciada en los 90 y que aún podría engendrar secuelas, dado que Warwick Davis le tiene estima al personaje y siempre está dispuesto a volverse a enfundar el sombrero de Leprechaun. Hagamos como si no existiese el Leprechaun del remake, el cual se parece al de Davis solo en el nombre, y tuvo una difusión muy limitada.
Ambos, Chucky y el Leprechaun, son personajes de pequeña estatura y aspecto aparentemente infantil: un muñeco y un ser de cuento de hadas. Pero las apariencias no deben engañar, porque ambos han acabado con oponentes de un tamaño mucho mayor a ellos.
Si se enfrentasen, bien podría ser por el mero azar de acabar compartiendo territorio, algo que incomodaría a ambos. Aunque también podría ser debido a Tiffany (Jennifer Tilly), la novia de Chucky. En diversos títulos de la saga el Leprechaun busca esposa (y su técnica de seducción más “sofisticada” es el secuestro). Y aunque prefiere que sea de ascendencia irlandesa (véase su segunda peli), en el fondo le da igual (véase la cuarta parte de sus aventuras, al respecto). Ello, unido a la codicia natural del Leprechaun, y a que Tiffany consigue una considerable fortuna al final de la quinta película de Chucky (que parece retener en la sexta), pues bien podría ocasionar que el Leprechaun la capturase. Si estuviera en forma humana, claro, en vez de como muñeca, que es como en la actualidad de la saga vuelve a estar. Chucky no destaca por su romanticismo precisamente (su primera reacción al darse cuenta del secuestro sería algo del tipo de “Hasta nunca, Tiff, encantado de haberte conocido”), pero luego podría darse cuenta de que está perdiendo “un recurso útil”, y actuar.
Ninguno de los dos, ni el duende ni el muñeco, destaca por ser demasiado peligroso como una amenaza física cara a cara, aunque en este terreno, empuñando armas blancas, Chucky tiene más experiencia en combate directo que el Leprechaun, y ha acuchillado, estrangulado o incluso apaleado a múltiples víctimas, no solo en su forma humana previa. Pero suele confiar en la sorpresa, y rara vez se encara con nadie (salvo la maestra de la segunda película), si puede encontrar una solución más segura.
No obstante, ambos son pequeños y fácilmente se los podría chutar de una patada. La fortaleza del Leprechaun procede de su magia. De hecho, sus poderes mágicos son inmensos. Además de longevidad antinatural y regeneración, le confieren el poder de generar ilusiones, conceder deseos (alterando la realidad a su antojo), e invocar armas (incluyendo una espada láser a lo “Star Wars”, con efecto sonoro igual y todo). Chucky, a su vez, sabe vudú, pero el principal conjuro que conoce es extremadamente lento de utilizar, y le deja expuesto a los ataques. También puede hacer muñecos vudú (en la primera película), pero dado que casi nunca lo hace, es de suponer que solo lo podrá hacer con ingredientes específicos y difíciles de conseguir, con lo que no sería un factor a tener en cuenta. Salvo que tuviese ocasión de viajar por Irlanda recolectándolos durante unos meses, como si estuviera en el primer acto del “Monkey Island II”, mientras el Leprechaun se quedase tranquilamente contando su oro en casa, pasando de él. Y eso es muy improbable, del mismo modo que es improbable que el vudú funcionase en alguien que ni siquiera es humano ni lo ha sido nunca. Así que en términos de poderes, la magia del Leprechaun le da una ventaja absoluta sobre Chucky.
El Leprechaun tiene muchos siglos de edad, y una abundantísima experiencia vital que Chucky no posee. De hecho, en ocasiones ha estado bastante tiempo inerte, casi una década, como en el lapso de tiempo transcurrido entre la monótona “Muñeco Diabólico 3” y la muy divertida “La novia de Chucky”. Charles Lee Ray tiene buena capacidad para el pensamiento lógico, aunque su locura no le hace la persona más racional, precisamente, aunque a veces puede ser muy lúcido y metódico (la primera película y la sexta). En cambio, como se ha dicho, el Leprechaun dispone de siglos de experiencia, en los que ha derrotado a múltiples enemigos. El único hándicap que ello incorpora es que sigue conservando una mentalidad medieval, que tampoco le perjudicaría demasiado aquí, puesto que es incluso adaptable a la alta tecnología, en este sentido, más que Chucky, que tiende a estar anclado en los ochenta. Lo único que podría afectar su racionalidad es su demencial, extrema y absoluta codicia por el oro, algo que Chucky debería aprovechar para obligarlo a no pensar con claridad (encontrar su olla de oro, ocultarla, y atraerlo a una trampa). Pero ése no es el estilo de Chucky, va más en la línea de Tiffany elaborar trampas sofisticadas como la de los clavos en la cuarta película.
En el terreno de las vulnerabilidades, se puede “matar” a Chucky hiriéndolo en el corazón. No hay otro modo, aunque su cuerpo de muñeco puede deteriorarse con ataques normales, y quedar casi inutilizado, pero sus extremidades cortadas seguirían siendo funcionales, independientemente del tronco. El Leprechaun puede caer aturdido unos momentos si recibe un impacto de bala en la cabeza, u otros daños graves, pero regenera y es extremadamente difícil de matar, si no se utilizan métodos mágicos muy específicos para destruirlo. El más sencillo sería atacarlo con un arma de hierro puro, que no es tan fácil de conseguir como parece. Si no, Chucky podría apuñalarlo mil veces, hacerlo pulpa, darse la vuelta para irse, y encontrarse con que, cuando va a salir por la puerta, el Leprechaun ya se ha recompuesto, y está haciendo rimas sobre lo furioso que se encuentra y lo satisfactorio que le va a ser matar a Chucky.
Tiffany, la novia de Chucky, podría ser muy útil en el conflicto, y no solo por lo antes dicho. Ella suele ser la mayor (y única) aliada de Chucky, y aunque fuera consultando algún libro infantil, podría identificar alguna de las debilidades del Leprechaun, que son universalmente conocidas y divulgadas en los cuentos y el folklore, y darle a Chucky el arma que necesitase para derrotarlo, ya fuese hierro, un trébol de cuatro hojas, o más improbablemente, un medallón mágico. Salvo que consideremos que esté capturada por el Leprechaun, en cuyo caso sería de poca ayuda, pues aunque engañase al Leprechaun y lo apuñalase, si no es el arma de hierro (y el Leprechaun no tiene hierro en su guarida), no surtiría ningún efecto. Esa misma escena ocurre literalmente en “Leprechaun 2”. Por lo menos, Chucky contaría con la ayuda de ella aunque fuesen muy mal las cosas, pues Tiffany siempre le ha demostrado una devoción muy sincera (y raramente correspondida), y podría dar la sorpresa, más aún si estando a punto de ganar, el Leprechaun se confiase, como suele hacer.
Conclusión
Salvo que tenga mucha suerte, o que Tiffany ayudase de forma decisiva, lo más probable es que Chucky cayese derrotado a los pies del Leprechaun, sin que éste necesitase demasiado esfuerzo para vencerlo.