Festival de Cine de Sitges: 50 años de joyas y sorpresas



Parte II: La época prodigiosa (1980-1989)

Y con los 80 llegó la fiesta. El Festival de Sitges madura en la década donde explota el fandom del terror, las sagas kilómetricas y la explosión del gore festivo. Lejos comienzan a quedar los días grises de la dictadura y el eco de las revoluciones se calma en favor de gritos, aplausos y silbidos derivados de los salpicones de sangre en pantalla.

Es, de alguna manera, la época en la que comienza el festival que conocemos a día de hoy: el evento anual por el que se viaja desde todas las partes del país, del que se coleccionan programas y, aún más importante, del que se forman a los futuros cineastas que volverán ya no como público, si no como directores consagrados.

Vayamos a ver la cosecha de los ochenta en este repaso de JOYAS y RAREZAS. Secuelas nunca fueron buenas. Excepto esta. Pasen y vean.


13ed. Festival Internacional de Cinema Fantàstic i de Terror (1980)

LA JOYA...



MANIAC (ídem, 1980)
Director: William Lustig
Interpr.: Joe Spinell, Caroline Munro, Abigail Clayton

Vaya manera de entrar en la década: el gore atronador, salvaje, directo al entrecejo de William Lustig es algo más que un splatter o una prohibida nasty movie. En cierta medida, y para pervertidos como nosotros, es una obra de arte. No por disfrutar con las torturas y los asesinatos, si no por ese viaje terrorífico a la mente de un perturbado al que odiaremos tanto como comprenderemos. Una sensación escalofriante.

La idea es sencilla: Frank Zito (Fransito para los amigos) lucha día a día contra el animal que hay en su interior, un maníaco obsesionado con arrancar las cabelleras de sus víctimas. Cabelleras que colecciona en su repugnante apartamento, donde las coloca encima de maniquíes de mujeres a las que habla como si fueran su madre (sic). No, Fransito no está bien.

La suciedad de una Nueva York infernal se transpira como puro sudor, impulsado por la espectacular (e infravalorada) interpretación de Joe Spinelli como maníaco perturbado, con un mundo interior que ríete de Agatha Ruiz de la Prada. Base de un interesantísimo remake en 2012, esta joya de lo grotesco y lo bruto merece colarse en cualquier lista de lo mejor de esa década que inaugura. Además de poseer el título a mejor headshot de la puta historia. Bon appetitte.



...Y LA RAREZA



EL DÍA DE LA MADRE (Mother"s Day, 1980)
Director: Charles Kaufman
Interpr.: Tiana Pierce, Nancy Hendrickson, Deborah Luce

Que no os engañe el logo de la Troma antes de los créditos iniciales; esta especie de torture porn paleto es hija (jiji) de Charles Kaufman, el hermano del genio y presidente de Troma Films. Eso tiene varias consecuencias: la primera, que os podéis olvidar del componente Tromaville, la cutrez del direct-to-video y el sano gore absurdo; la segunda, que comparado con las otras películas de la factoría se podría considerar casi una Clase B+.

Tres amigas de toda la vida salen en un viaje al campo, cosa que como todos sabemos es una pésima en cualquier película de terror. ¿El resultado? Pues el encuentro con una familia monoparental liderada por una señora adorable, tierna, debilucha y sádica como la peor familia de Texas. Y espérate a conocer a sus hijos, un par de rednecks iletrados más feos que pegarle a un padre y sin ningún escrúpulo a la hora de torturas a las pobres muchachas protagonistas.

El resultado funciona por un choque de culturas, pero no la de sus personajes, si no la de su esencia. Ellas viven una historia de terror seria, terrible, dramática y trágica. La familia, en cambio, están salidos del cine de terror más gore y festivo. Es rarísimo. Se mezclan en pantalla las sobreactuaciones directas de "La Matanza de Texas 2" con el dolor de las víctimas del primer "Wolf Creek"". Un cóctel imposible, cuyo mérito es el más sorprendente de todos: convertirse en una disfrutable cinta de género.



14ed. Festival Internacional de Cinema Fantàstic i de Terror (1981)

LA JOYA...



CROMOSOMA 3 (The Brood, 1979)
Director: David Cronenberg
Interpr.: Oliver Reed, Samantha Eggar, Art Hindle

Vaya hombre, David Cronenberg vuelve a aparecer por la lista. Y ya adelantamos que no va a ser la última. Aunque en esta ocasión no saliera galardonado de Sitges, es innegable que este acercamiento a la maternidad, con niños mutantes paridos del odio (todo en uno) se convertiría en uno de los grandes clásicos del fantástico de "auteur".

El Dr. Haglan (un imposible Oliver Reed) desarrolla en plena montaña una terapia psicológica tan novedosa como peligrosa: la canalización física de los traumas de sus pacientes, transformando sus enfermedades psicológicos en manifestaciones de la nueva carne. El problema viene cuando una de sus pacientes comienza a parir pequeños niños mutantes con una imparable sed asesina. Nadie estará a salvo (¡BIEN!), ni siquiera el marido e hija de la madre-reina mutante.

Pocas coñas aquí, con la violencia más allá de la mente que le gusta a su director y un pico horripilante de martillazos en plena guardería& con niños delante. Sutil as usual. Una metáfora terrible sobre lo que es tener churumbeles y la enésima demostración que el terror físico es mucho más que pasar miedo o salpicar vísceras a la pantalla. Tito Cronenberg es ell autor definitivo de su género. Repetiremos, vaya qué repetiremos, pero no con los títulos que algunos tenéis en la cabeza.


...Y LA RAREZA



FUNDIDO A NEGRO (Fade to Black, 1980)
Director: Vernon Zimmerman
Interpr.: Dennis Christopher, Tim Thomerson, Gwynne Gilford

Te pasas todo el día sin hacer nada, viendo esas cochinas películas, le dice la tía Stella al pobre Eric, avatar proyectado de nuestra conciencia cinéfaga sin fondo. ¿Acaso no es este mismo repaso de más de 100 películas una respuesta predeterminada a esta hipnosis, esta cárcel que es la cinefilia? Yo que sé, para eso cobran los psicólogos. Lo importante es: hacer lo que hace el personaje interpretado por Dennis Christopher, que es básicamente transformarse en iconos del cine clásico para asesinar a todos aquellos que han sido injustos con su persona no es& sano. ¿Pero sabéis lo que sí es? Es DIVERTIDO.

La momia putrefacta, el gángster de Thomson en mano, el Drácula de Lugosi (aunque hagan trampas, proyectando a Christopher Lee en blanco y negro), todos son invocados por un tipo con poca personalidad y mucha wikipedia en el seso, producto de (sic) una sociedad que no lo comprende. No sé muy bien qué pretende el director Vernon Zimmerman poniendo estas palabras en boca de un secunario cocainómano practicante de la harmónica (¡el Doctor Moriarty!), pero sí lo que produce su antiheróico protagonista: pena, simpatía, empatía y, finalmente, un vacío existencial derivado de la tragedia.

Lástima que el resto no le de la réplica que merece. Ni siquiera la aparición de un Mickey Rourke pre-fama de actor internacional o esa clon de Marylin Monroe con un vestuario que parece pintado directamente en technicolor. Lástima que la película nunca esté a la altura de su protagonista, resultando en una obra con más corazón que entrañas. Pero alguien dijo que lo importante es el amor que le pones a las cosas. Y eso es algo que "Fundido a negro" lleva hasta el final, hasta sus últimas consecuencias.

 
▷ SÍGUENOS
Facebook Twitter Instagram Telegram RSS
▷ ESPECIALES
▷ PRÓXIMOS ESTRENOS
Abigail

19/04/2024

Civil War

19/04/2024

La Hierba del diablo

26/04/2024

Immaculate

01/05/2024

▷ NOTICIAS MÁS VISTAS