Masters of Horror: Repasamos los episodios de la serie antológica

Por Varios

EL EJÉRCITO DE LOS MUERTOS

Dirigido por: Joe Dante

"El Ejército de los Muertos" es otro de los capítulos de "Masters of Horror" que, junto al regreso por la puerta grande de John Carpenter, fue uno de los episodios que mejor sabor de boca dejó en su primera temporada.

No puedo más que estar de acuerdo con la aceptación que está teniendo, porque el guión es sólido como una roca, y tiene una lógica interna que no sabe si tomarse en serio a sí misma o tomarse a broma.

Lo más destacado de la historia, aparte de que en una hora se nos cuenta una historia principal y un par de historias secundarias (todo un ejemplo de concreción y efectividad), es su sentido del humor negro.

Dicho mal y pronto: este episodio tiene auténtica mala hostia. Empezando por el motivo por el que emergen los muertos, sus acciones y avatares, y el giro en la campaña electoral (guiño a Bush descaradamente socarrón), la risa surge en numerosas ocasiones. A destacar lo mal que queda el pensamiento republicano, y por desgracia, lo fácil que es extrapolar tales creencias y charlatanerías a nuestro propio contexto político.

Por todo esto, "El Ejército de los Muertos" es un excelente episodio de esta serie que vale lo que cuesta, y además deja en el espectador una impronta de descreimiento grapada al humor. Y es que Joe Dante se ha hecho valer como un auténtico maestro del horror.

SALVAJE INSTINTO ANIMAL

Dirigido por: John Landis

Es posible que este episodio de la serie "Masters of Horror" no sea el más elaborado, y seguro que no es el más terrorífico. Sin embargo sí que es uno de los más divertidos, entretenimiento puro y duro a lo largo de su hora de duración.

John Landis no se aleja demasiado de la pauta marcada por su "Un Hombre Lobo Americano en Londres", ya que este "Salvaje instinto animal" (de título original "Deer Woman", traducido como "Mujer Ciervo") no deja de ser una curiosa variante del mito del licántropo. Siendo en este caso el monstruo una bella señorita con patas de ciervo, Landis pone de relieve la simpleza del género masculino en diferentes ocasiones. El terror es sustituido inicialmente por excitación, aunque las consecuencias para el afectado sean igualmente nefastas.

Con "Salvaje instinto animal" Landis se centra casi exclusivamente en el lado más cómico de la historia, pasando de puntillas sobre el potencial de terror para dar rienda suelta a lo irónico de la situación. Resulta curioso como se trata la introducción de elementos sobrenaturales en un mundo cada vez más terrenal y carente de leyendas. La ruptura entre lo considerado normal y lo abiertamente extraordinario es tan brusca que es improbable que pudiera ser tomado realmente en serio tanto por los personajes como por los espectadores. Digna de mención por su hilaridad es la escena en la que el policía especula sobre la recreación del primer crimen en el extraño caso que se le presenta.

Dos detalles que hacen que este capítulo de "Masters of Horrors" gane bastantes puntos: el cínico protagonismo de Brian Benben (visto en la mítica serie "Sigue soñando") y las referencias evidentes a "Un Hombre Lobo Americano en Londres".

EL FIN DEL MUNDO EN 35 MM

Dirigido por: John Carpenter

"La mayor parte del público mundial no se toma el cine como un arte; a sus ojos no es más que una diversión. Existe un pequeño porcentaje de gente que entienden y reconocen que algunas obras cinematográficas pueden ser consideradas autenticas obras de arte". John Carpenter (Cinq questions posées par Martin Scorsese, Cashiers du Cinema, num 500, marzo de 1996).

Cinco años esperando con ilusión e impaciencia, desde la desafortunada "Fantasmas de Marte", algo nuevo y brillante del maestro John Carpenter. La espera ha merecido la pena aunque el resultado de su último trabajo presentado en Sitges podía haber sido mucho más brillante.

De entre todas las sinopsis de Masters Of Horror, inicialmente ésta me parecía la menos interesante. Ya desde un principio, las influencias de Hawks, Ford, Hitchcock... parecen haber desaparecido para dar paso a un mayor protagonismo de la violencia. Carpenter no suele tender al uso descontrolado de vísceras y sangre, hasta ahora siempre había sido fiel a técnicas más sutiles (excluyendo La Cosa y Body Bags), pero parece que se ha adaptado a los nuevos tiempos bajo el reinado de Saw y Hostel, principalmente marcado en un pulso por mostrar las escenas macabras y transgresoras posibles (que según dicen, surge como respuesta a la infantilización del genero durante la década de los noventa). No obstante, los carteles de Saw, Saw 2 y Los Renegados del Diablo aparecen durante la película. Tampoco vamos al poner el grito en el cielo por un par de escenas viscerales, bastante desagradables la verdad, que tan solo roban unos segundos pero también es cierto que acostumbrados a su estilo no pasan desapercibidas.

La violencia en el cine, el entramado entre el séptimo arte y la vida real, y la firme declaración del director de que el cine no es un entretenimiento (a la que se hace alusión en la declaración de un personaje en una de las cintas de bobina abierta) son algunos de los mensajes más importantes de este interesante proyecto que no puede evitar hacernos ignorar la influencia superficial de la obra de Hideo Nakata, "Ringu". En este caso no se trata de un vhs sino de un rollo de película de 35 milímetros que provoca el caos allá donde se proyecte, y el autor no es una criatura maligna, es el propio mal. Aunque el planteamiento también puede recordar ligeramente en otros puntos a En la Boca del Miedo, pero esta vez todo está enfocado hacia el mundo cinematográfico. Sin restarles valor, es una lástima que el guión y la banda sonora no hayan salido del cerebro de este autor porque técnicamente su trabajo como realizador vuelve a ser satisfactorio.