Entrevistamos a Brian Yuzna (y jugosas novedades de Re-Animator)
Por Redacción
Publicado el 06/11/2016
Uno de los grandes nombres del fantástico en nuestro país
En el pasado Festival de Sitges tuvimos la oportunidad de charlar con Brian Yuzna, toda una personalidad del cine fantástico especialmente a finales de los años ochenta y los años noventa donde nos ofreció títulos como La Novia de Re-Animator, Society, The Dentist o Progeny.
Siempre es un placer hablar con un tipo como Yuzna y con él hemos repasado su filmografía e incluso nos ha hablado de sus nuevos proyectos, que incluye una serie de televisión de la saga Re-Animator.

(La Novia de Re-Animator)
En la década de los 80 combinaba bien el terror y la comedia, sin embargo, en la actualidad se está apostando más por el terror y el drama
Los tiempos cambian. A veces cuando un género se gasta entramos en la parodia, como ocurrió por ejemplo con los zombies, cuyo tratamiento era muy serio y macabro de la mano de George Romero o Argento, y mutaron en películas de acción, luego de humor, y ahora en algo que ya casi no tiene que ver con zombies. Personalmente, creo que es más complicado mezclar el terror con el humor y la ironía que con el drama, porque el terror ya es serio de por sí, es la misma vía.
Precisamente hace poco Serge Levin anunciaba el remake de Re-Animator, “Evolution”, describiéndolo como más oscuro, serio y fiel a la historia original que vuestra película, aun cuando Lovecraft escribió Re-Animator en un tono humorístico, como parodia de Frankenstein, porque se lo habían encargado para una revista de humor. ¿Qué piensas acerca de este remake?
Bueno, en realidad es un reboot, no tiene nada que ver con “Re-Animator”, lo están vendiendo así, pero es necesario que el público sepa que no guarda ninguna relación con nuestra película. De la película “Re-Animator” soy dueño yo, otra cosa es que cualquiera pueda hacer sus propias adaptaciones de los relatos de Lovecraft. El propio título, “Re-Animator”, con el guion en medio, es cosa mía, no es un término en inglés, lo están usando en “Re-Animator: Evolution” para forzar una conexión, para venderla como remake, pero sólo es marketing tramposo.
“Re-Animator” fue modificada varias veces en sus fases de guion y de edición. “Bride of Re-Animator” incluye fragmentos del relato original no adaptados en la primera película, como las escenas de West en la guerra reanimando partes del cuerpo independientes. Algo similar a lo que ocurrió con “Frankenstein” y “Bride of Frankenstein” respecto a la novela de Mary Shelley ¿Formaban parte estas escenas de las ideas descartadas en la primera película, o fue iniciativa tuya?
“Re-Animator” fue escrita por Stuart Gordon y Dennis Paoli, y contaron la historia como la veían, usando sólo una parte del relato. Antes de rodar “Bride”, leí el relato de nuevo y traté de incluir lo que no habíamos incluido.

(Dagon)
A mediados de los 80 ibais a hacer una adaptación de “The Shadow Over Innsmouth” para Empire, que acabó siendo “Dagon” veinte años después con Fantastic Factory.
Dagon se planteó como una adaptación de “The Shadow Over Innsmouth”, sólo que a mí no me gustaba ese título, prefería “Dagon”, aunque fuese el título de otro relato de Lovecraft, ya que de todas formas el monstruo también está ligado a la historia de “The Shadow Over Innsmouth”. La idea era haberla hecho justo después de “Re-Animator”, pero no encontré financiación.
A juzgar por los concepts de Bernie Wrightson, imagino que saldría muy cara.
Así es, iba a ser una versión con demasiados monstruos, aunque de todas formas, “Dagon” está basada en el guion original de “The Shadow Over Innsmouth”, el que se escribió en 1985. Hubo que ajustar las localizaciones y otros detalles para poder adaptarnos a los tiempos. Lo de traducir “Innsmouth” por “Imboca” fue cosa de Stuart Gordon.
“Necronomicon” es una antología de relatos de Lovecraft con un encanto peculiar, gracias en parte a la mezcla de culturas de sus partícipes.
“Necronomicon” fue un experimento. Mi intención era tratar de financiar una película entre los tres grandes titanes del mundo, Estados Unidos, Europa y Asia, por narices tenía que ser más fácil financiar una película así (risas). Que cada continente pusiese su propio director y guionista, y unirlos a todos bajo el paraguas de Lovecraft. Quería ver el resultado de esta mezcla de visiones e influencias en una sola película.
Por desgracia jamás ha sido distribuida en España.
Es frustrante, pero por mi lado no puedo hacer nada, los franceses son los dueños de los derechos.
En la novela de “El Perro”, adaptada en “Rottweiler”, Figueroa describe al animal como “un robot viviente, programado para una misión específica”, en otra línea dice, también metafóricamente, que su “mandíbula es de hierro”. ¿Usaste estas frases para transformarlo, literalmente, en un perro robot?
(Risas) Hombre, yo leí la novela y traté de darle un giro. La verdad es que fue complicado porque sólo teníamos un perro y había que darle vidilla a la historia, así que decidí convertirlo en un perro biomecánico, que es más divertido.
Mucha gente identifica tus producciones por la vorágine de violencia, gore, desnudos, sexo y elementos grotescos, pero a veces también aprovechas para hablar sobre sexismo e igualdad de derechos (“Silent Night, Deadly Night 4”), consumismo y prejuicios clasistas (“Society”) o ética científica (Saga “Re-Animator”), por ejemplo. ¿Lo consideras una parte trivial en las tramas, o encuentras interesante el cine como instrumento crítico y político?
Mi objetivo principal es hacer películas entretenidas, todo lo demás es secundario. Está claro que todos tenemos nuestras ideas y obsesiones, pero yo no busco hacer obras de arte ni comentarios sociopolíticos, quiero que mis películas funcionen como un entretenimiento sin pretensiones. No digo que no me guste jugar con un subtexto de ideas y mensajes, pero siempre sumergiéndolo debajo del entretenimiento.
En el cine de terror sigue pesando la maldición de escoger entre agradar a los críticos o a los fans. Por lo general la taquilla responde mejor que la crítica, siendo prioridad de muchas Productoras de género, como la Hammer, Dimension, Full Moon, etc. ¿Con qué perspectiva afrontas tus producciones?
Yo apuesto por los fans. Primero, segundo y tercero los fans, siempre los fans, porque yo también soy fan. Eso sí, hay que tener en cuenta que actualmente hay muchos críticos que también son fans del género, y para mí su crítica es muy importante. Que sí, que estaría bien que a la prensa generalista le gustara mis películas, y tener un público más amplio, pero es lo que es, y mi prioridad es mi público: los fans. Edgar Allan Poe dijo algo muy interesante al respecto, como que hay que buscar en una obra ese punto donde se solapen dos piezas, una suficientemente artística para que guste a la crítica, y otra suficientemente vulgar para que guste al público.

(Re-Sonator)
En cuanto a adaptaciones literarias, una cosa es adaptar la historia, y otra recrear su atmósfera. Mientras que “Re-Animator” se acerca en muchos aspectos al relato, “ReSonator” lo usa sólo como prólogo para desarrollar una historia nueva. ¿Cuál es la fórmula ideal para trasladar a Lovecraft a la pantalla?
Hay algunos relatos de Lovecraft más compatibles con el cine que otros. La verdad es que en “ReSonator”, lo que es el relato, se acaba antes de llegar a los títulos de crédito (risas), pero nos interesó por la máquina, por el concepto del más allá, y lo utilizamos como trampolín de nuestra propia historia. Otros, como por ejemplo “The Thing on the Doorstep”, tienen una trama completamente desarrollada, y en caso de adaptarlo nos ceñiríamos fielmente al texto, aunque necesitáramos interpretarlo, añadir personajes y actualizarlo a la realidad de nuestro tiempo.
Hablando de “ReSonator”, y enlazando con “Society”, “Re-Animator” y tantísimas otras producciones de transformaciones, degeneraciones y mutaciones del Body Horror en los 80…
Creo que tuvo mucho que ver con los materiales de los efectos especiales, con las posibilidades creativas que de pronto ofrecían profesionales como Rob Bottin o Tom Savini. Se podían hacer cosas que ni en sueños se hubieran podido llevar a cabo en décadas anteriores, y esto nos abrió las puertas a otro mundo. El concepto que nutre al Body Horror, sobre factores externos que pueden afectar a tu cuerpo, como la radiación de una bomba atómica o el mordisco de un lobo, de un mal que puede emerger de tu interior, ya existía hace mucho tiempo; la diferencia es que en los 80 fue mucho más divertido desarrollarlo, y se podían buscar distintas formas de expresarlo.
Y el hecho de que cada vez sea más difícil encontrar nuevas cintas de Body Horror...
Claramente, por los efectos digitales; lo cambiaron todo. El CG no es tan impactante, sobre todo cuando se aplica en piel. Sin embargo, compensan con otras virtudes, ahora un hombre puede volar, podemos crear mundos… cosas que eran imposibles con los FX prácticos. Por eso vemos tantas películas de superhéroes, porque se adaptan bien a la nueva tecnología.
John Carpenter pretendía que la saga “Halloween” fuese un cuento de miedo distinto en cada entrega, pero acabó monopolizada por Michael Myers. Con “Silent Night, Deadly Night” ocurre al revés, las tres primeras tratan sobre el Santa Claus asesino, pero tus dos secuelas son cuentos independientes contextuados en Navidad.
Alguien de Live Entertaiment, que fueron los que compraron “Bride of Re-Animator”, me preguntó si estaba interesado en hacer una película muy barata para esta saga. A veces me obsesiono demasiado por la continuidad entre películas, como puede verse en “Bride of Re-Animator” respecto a “Re-Animator”, pero con otras, como “Mortal Zombie” por ejemplo, ni siquiera traté de acercarme a las anteriores, no me interesó conectarla ni con el argumento ni con el humor, y eso que “Return of the Living Dead” es una obra maestra. Un poco de esto último fue lo que pasó con “Silent Night, Deadly Night 4”, que no me interesaba nada la historia de Ricky. Íbamos tirando para adelante como podíamos, sin presupuesto, ni siquiera quería hacer algo relacionado con la Navidad, por eso hice que la protagonista fuera judía (risas). Es una película muy rara. En “Silent Night, Deadly Night 5”, que no dirigí pero sí colaboré en el guion, me di cuenta de que quizás había cometido un error, y por eso quisimos volver al tema navideño.
Hablando de “Mortal Zombie”, hay una pauta que se repite en muchas de tus películas: el amor imposible. “Bride of Re-Animator”, “Mortal Zombie”, “Faust”, “Necronomicon”…
Es curioso, porque “Mortal Zombie” surgió directamente de mi experiencia con “Bride of Re-Animator”. Cuando terminamos de rodar y montar “Bride”, me di cuenta que la novia era el personaje que más me interesaba, y el que menos tiempo salía en pantalla, apenas quince minutos. Me dije “Joder, debería tener su propia película”, y con “Mortal Zombie” intenté compensarlo. El guion que escribió John Penney era su idea de un Road Trip de adolescentes enamorados, mi idea era que la novia zombie debía ser la protagonista. Me parece muy interesante el concepto del amor prohibido, oscuro y maldito.
Y lo bien que funciona en pantalla, visto así no parece tan malo echarse una novia zombie.
Sobre todo si es como Mindy Clarke (risas)
En “The Dentist” también hay una historia de amor imposible, aunque enfocada de una forma menos romántica.
Pues es verdad, debe haber algo muy turbio en mi subsconsciente (risas). Precisamente estoy reciclando la idea de “The Dentist” en mi próximo trabajo, “The Plastic Surgeon”, que va a ser exactamente igual, incluso con Corbin Bernsen repitiendo papel de médico psicópata.
¿Algún otro proyecto entre manos?
Sí, una serie para televisión de “Re-Animator”. Creo que es buen momento para rescatar a Lovecraft, más aún con el auge de las series. Puede salir algo muy interesante.
Muchas gracias por tu tiempo, Brian, y suerte con tus proyectos.

Por Rubén Pajarón
Más:
Entrevistas