Crítica de "Corona Zombies", el título de Full Moon que junta el Coronavirus y Muertos Vivientes

Por Redacción Publicado el 10/04/2020

Hemos tenido la oportunidad de ver la última locura de Full Moon Features, la compañía creada por Charles Band

Estaba claro que sucedería, quedaban las dudas del quién y del cuándo, y no nos referimos a la propagación de la Covid-19 (dejemos descansar un rato al Capitán A Posteriori), sino a las explotaciones cinematográficas de la tragedia. La pandemia ha insuflado una segunda vida a películas como “Contagio”, “Estallido” o “12 Monos”, redescubiertas en el confinamiento del sofá y manta, mutadas de valor y significado; otras, con menor presupuesto y decencia, han vuelto a las plataformas de streaming retituladas desde el clickbait; y en el último escalón de la ruindad, alguien se esforzó en ganar la carrera por ser el primero en producir y dirigir oficialmente una película sobre el Coronavirus.

Dice Charles Band que se le ocurrió la idea tres semanas antes del estreno, cuando cobraron fuerza los rumores de cuarentena en algunos estados y al optimismo de Donald Trump (presente a ratos en la cinta) se le empezaron a ver los hilos. No se le puede cuestionar la agilidad, ni la caradura, siendo rasgos inherentes al cine de explotación. Por desgracia, “Corona Zombies” va cien pasos más allá del arte del exploitation, y el resultado se acerca más a una banalización inconsciente del mismo. Nadie es capaz de rodar y editar una película en sólo dos días, ni siquiera un maestro de la caspa como el dueño de la Full Moon, sin hacer trampas.

La duración de “Corona Zombies” alcanza una hora escasa, con treinta segundos de más para poder colarla legalmente como largometraje. De esos 60 minutos, 45 los ocupa metraje de otras películas. Puede que incluso más. Tiene sentido que la rodara en dos días. Puede que incluso menos.
Antes de desgranar el reparto de escenas, una pequeña sinopsis para intentar entender este despropósito. De vuelta a su mobile home de Bodega Bay (Santa Monica), Barbie se desahoga por teléfono con su amiga Kendra sobre el mal rato que ha pasado en el supermercado; la gente ha perdido la cabeza, se pelean por el papel higiénico. Kendra la insta a ver las noticias del telediario para comprender la situación: una pandemia de Coronavirus se ceba con la población de todo el planeta y transforma a lo contagiados en zombies.

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La parte “original” de la película se reduce a un acopio de gags que buscan parasitar el humor de memes y tuits sobre el Coronavirus, pero sin gracia ni acierto. Band tira de agenda de actrices desesperadas y pilla a Cody Renee Cameron para hacer de rubia en todos los sentidos. Todo lo demás, es decir, el 75% de la película, recae en un potaje de escenas saqueadas de “Apocalipsis Caníbal” (1980) y “Zombies Vs. Strippers” (2012), redobladas por encima para ajustar los diálogos al contexto actual, como un interminable sketch paródico de “La hora chanante” o “Muchachada Nui” en horas bajas. La magia de la edición hace que el Centro de Investigación Hope de Papua Nueva Guinea se convierta en una fábrica de sopa de murciélago en Baltimore, y los cuatro soldados de la cinta italiana en el “Escuadrón Corona”. Si te da un respingo al escuchar de repente la banda sonora de “Dawn of the Dead”, recuerda que ésta ya la había robado el caradura de Bruno Mattei para su película; entre pillos anda el juego, dicen que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón, pero lo de “Corona Zombies” sigue siendo de cárcel. Resulta irónico que los insertos de una roña trash como “Apocalipsis Caníbal” parezcan de un blockbuster al lado del metraje rodado por Band en pleno 2020.

“Corona Zombies”, la película 333 en la filmografía del maestro de las marionetas, responde a un grito desesperado por captar la atención de potenciales suscriptores a su plataforma digital. Con el batacazo de Full Moon tras el hundimiento del mercado doméstico, la única forma de remontar es haciendo ruido: primero recuperar al público, y ya después, si acaso, la dignidad. Veremos si la estrategia funciona.

Por Rubén Pajarón

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