Sitges 2020: Resumen del día 6 ("Host", "Sputnik", "Teddy"...)
Por Redacción
Publicado el 14/10/2020
Sobrepasamos el ecuador del festival viendo algunos de los títulos más esperados del año
Pasa el ecuador del festival y con él se comienzan a cristalizar las opiniones y tendencias de este (maldito) 2020: cine independiente, terrores familiares y apuestas personales parecen ser el tropo que va a caracterizar a esta edición. Y precisamente de estas pequeñas visiones personales del género ha parecido apropiarse el día, con visiones muy particulares de la licantropía, el vampirismo o los fantasmas de toda la vida.
Comenzamos con los hombres lobo, o con el hombre lobo, contextualizado en la producción francesa Teddy (Ludovic Boukherma & Zoran Boukherma, 2020). El protagonista del mismo nombre es un joven “outsider” de un pequeño pueblo francés. Todo cambia cuando un lobo lo muerde cerca de su casa, iniciando un cambio en su cuerpo que coincidirá con la percepción que el resto de gente tiene sobre él y su familia. “Coming of age” pasado por el filtro fantástico, el buen ojo de sus directores con la cámara y la dirección de actores no acaban de inclinar la balanza para una historia que ya hemos visto, y de qué manera, en la genial Ginger Snaps. Quizás si hubiera terminado diez minutos antes, justo en cierto plano entre tinieblas, el resultado no sería tan agrio (o, al menos, no tan similar a otros).
La sobremesa ha tenido sabor ruso (o más bien de la antigua unión soviética) con Sputnik (Egor Abramenko, 2020). Ambientada en plena Guerra Fría, narra una versión alternativa de la carrera espacial soviética, una en la que el único cosmonauta superviviente de un accidente espacial trae en su interior algo más que un trauma. Con una acción que pasa prácticamente en su totalidad en unos laboratorios del servicio secreto, la película que algunos clamaban como “la respuesta rusa a Alien” se convierte más bien en una pausada historia de parásitos con toque de drama romántico. Su primera media hora, repleta de ideas nuevas y notables, se estanca en los 90 minutos restantes para un film con una calidad visual excelente (los FX y diseño de la criatura son geniales) con una trama lamentablemente tediosa.
El segundo revisionado de mitos clásicos ha venido de la estadounidense (cojo aire) My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To (Jonathan Cuartas, 2020). Dos hermanos, ya adultos, cuidan del miembro más joven de la familia, un chico con una extraña enfermedad degenerativa: el sol le quema la piel y necesita sangre humana para vivir. Una pesada carga familiar que convierte su vida en una espiral de crímenes cada vez más insostenibles. Durísimo drama de excelente puesta en escena, con un trío de protagonistas afiladísimo y depresivo desarrollo que, sin inventar nada nuevo, trata la enfermedad y la dependencia en el núcleo familiar con acierto y sin concesiones. Pequeña gran película que se hermana con otras dos cintas vistas en el festival: la emotiva Relic o la opresiva The Dark and The Wicked.
Algo más animado ha sido el pase de Host (Rob Savage, 2020), que curiosamente no ha encontrado hueco en el festival más que en la sección Seven Chances, la selección “alternativa” de siete miembros de la asociación de críticos. Desarrollada, rodada y estrenada durante la pandemia, la película muestra una vídeollamada entre amigas que, jugando con lo paranormal, acaban invocando una presencia nada amigable. Menos de una hora para una historia directa a hueso, llena de sustos (de los buenos) y con una tensión de esas que solo se pueden cortar con cuchillo. Toda una gozada para los amantes del género que, lejos de las descafeinadas secuelas de Paranormal Activity o la sugerencia atmosférica de El proyecto de la bruja de Blair, apuesta por el ritmo y la acción más cercano a propuestas como REC. Una de las películas de terror más puras vistas estos días en la capital catalana del fantástico.
Hoy continuamos para acercarnos a la semana de este curioso Sitges, en la que promete ser uno de los días más alternativos (y arr del festival: Wendy (versión alternativa de Peter Pan por el director de Bestias del Sur Salvaje), La Nuée (plagas bíblicas con saltamontes-colmena), Post Mortem (fantasmas y fotografía decimonónica en la Hungría del siglo pasado) o Archive (ciencia-ficción con dilema robótico y sentimental).
Por Carlos Marín.
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