Entrevistamos al director de "La Maldición de Lake Manor" que se estrena el viernes en cines
Por Redacción
Publicado el 20/01/2021
Tras su paso por el Festival de Sitges llega a las pantallas de nuestro país el título dirigido por Roberto De Feo
Por fin llega a España La maldición de Lake Manor, debut del director italiano Roberto De Feo que se presentó en Sitges 2019 bajo el título original de Il Nido.
La historia cuenta cómo un protagonista paralítico sufre, sin ser plenamente consciente, la opresión de una madre sobreprotectora que lo aísla del mundo exterior. La repentina llegada de una joven en busca de asistencia sacará al muchacho de su letargo y realzará esa percepción tan tristemente familiar en los tiempos que corren de que casi ninguna amenaza exterior puede ser tan peligrosa como la pérdida de esperanza confinado entre las paredes del hogar. Roberto De Feo atiende en exclusiva a Aullidos para desgranar detalles de la película:
La maldición de Lake Manor denuncia la sobreprotección y además lo hace con un protagonista paralítico, ¿qué mensaje envía? Quería enseñar al espectador que hoy en día es imposible salir ahí fuera sin la ayuda de los demás. Únicamente es posible dar ese paso cuando tienes fe o confianza en los demás que te acompañarán en el camino, que en este caso encarna el personaje de Denise (la niña). La silla de ruedas de Samuel, el protagonista, representa la importancia hacia el mundo exterior y la necesidad de apoyarnos en el resto para superarlo.
¿Qué efecto buscabas con el personaje de Denise? Representa el descubrimiento, el encuentro de Samuel con alguien de su edad -y del sexo opuesto-, algo que su madre le había prohibido durante toda su vida. Denise trae algo bello y positivo del exterior, y le transmite que existe luz y fuerza positiva fuera. A la vez, la madre representa la fuerza oscura; Denise es la esperanza de un mundo desconocido, y de algún modo le transmite la fuerza para revelarse contra su condición.
La película incluye varias referencias a cine de terror clásico europeo, ¿tomaste alguna inspiración específica? Es casi imposible hacer una película nueva sin tener en la cabeza miles de experiencias previas en lo que al acercamiento al cine se refiere. Me gustó mucho" The Village", de Shyamalan, y mezclé esa relación paterno-filial con el golpe de efecto final y la sensación de opresión del exterior hacia la comodidad de cada casa o comunidad. Aunque no es para nada un intento de copiarla, sí he hecho propio el universo de desarrollo de la película.
El ritmo es muy meditado, la fotografía está cuidada al detalle… ¿Cómo juegas con los elementos? Decidí con el director de fotografía que la oscuridad entraría en escena con la madre: no se ven los detalles, todo es borroso, apenas son nítidos ella y su hijo. Denise, claro, trae la luz así que aprovechamos sus apariciones para iluminar la escena. Respecto a la claustrofobia, lo importante era crear y transmitir la sensación de prisión dentro del hogar, por eso siempre trabajamos con elementos de amenaza e incapacidad cada vez que se intenta superar esa barrera para distinguir un mundo de otro.
Aunque durante la película hay pistas, es en los últimos minutos cuando se descubre que realmente algo no va bien ahí fuera. ¿Qué buscabas con ese giro? Denise saca a Samuel de su burbuja porque realmente tarda en darse cuenta de que el peligro que corre dentro de la casa es aún mayor que el que pueda haber fuera. Es una metáfora sobre la pérdida de la esperanza: un hombre sin esperanza es el monstruo más peligroso, incluso más que los que puedan esperarte al otro lado. Es un poco lo que ha ocurrido en el último año con las situaciones de confinamiento en casa, no hay nada tan peligroso como perder la esperanza en tu propia casa.