"Maligno": Entrevistamos a James Wan
Por Redacción
Publicado el 01/09/2021
Director y protagonista de la esperada película que llegará el viernes a los cines de nuestro país
En MALIGNO, James Wan revitaliza su pasión por el cine indie de terror y lo hace valiéndose de inspiraciones diversas, llegadas desde todo tipo de géneros, películas y directores incluyendo, por qué no, su propia filmografía.
La obsesión del director, según ha reconocido en un encuentro con la prensa internacional, era “volver a jugar sin presión”, algo que suele buscar “después de cada gran película” que hace, entendiéndose ese “gran” por comercial, aunque no lo explicite. “Sentía que debía volver al corazón de mis primeras películas porque percibía que la gente me estaba encasillando, y es algo que decididamente quiero evitar. En Malignant por ejemplo vuelvo a jugar con efectos de maquillaje, más artesanos, que además es algo con lo que me divierto mucho”.
Malignant no es una película fácil de encasillar y parte de su atractivo reside en la salvaje mezcla de géneros con la que Wan ha trabajado: “Ha sido un desafío poner un poco de thriller psicológico, terror sobrenatural, giallo… alrededor de una idea concreta, que es el autoconocimiento de la protagonista (Annabelle Wallis) en la búsqueda de su propia identidad tras años secuestrada de cuerpo y mente por influencias de terceros”. Wan, que había reconocido previamente inspirarse en los maestros del terror de los años 70 y 80, también aclara que esto “encajaba muy bien en las historias que me impactaron de niño”.
Malignant, una autobiografía autorizada
Por encima de todas estas ideas, Wan no puede ocultar que Malignant es en esencia un slasher con múltiples variantes: “Me interesaban los puntos en común que el slasher tiene con estos géneros, aunque no quería hacer algo de subgénero puro porque los slasher me parecen películas a menudo muy simples, y Malignant desde luego no lo es”. Para enfatizar la búsqueda de conectores, menciona dos leyendas del género: “Me fijé en aspectos puntuales de Viernes 13 o Halloween para incorporarlos al cóctel sin que desentonaran, porque aun siendo un subgénero que me apasiona no sentía la necesidad de abordarlo directamente”.
Aunque habla de volver a otros trabajos y directores, es inevitable ver en Malignant mucho del trabajo previo de Wan: “Todo mi trabajo tiene puntos en común a los que volver, sobre todo en las películas más pequeñas. No siento la necesidad de rendir tributo a mi propia filmografía, pero supongo que hay muchos detalles en películas anteriores que siento que no están cerrados y que pueden seguir siendo explorados”. Quien conozca la carrera de Wan reconocerá enseguida esos cabos sueltos, algo que él explica: “No siento que esté reciclando ideas previas, sino que las amplío y les doy nuevos usos”.
Annabelle Wallis, musa consagrada
El trabajo de Annabelle Wallis, verdaderamente notable, marca la diferencia en el resultado final: “Tenía la ocasión perfecta para darle el papel protagonista tras trabajar con ella previamente en roles secundarios, es muy enérgica y divertida. Aportó mucho a la lectura del guion, se ha metido muchísimo en el papel y la química ha sido sensacional desde el principio”. Además, Wan reconoce su capacidad a la hora de abordar lo más exigente de la película: “Dar vida a Gabriel no fue fácil, necesitamos de una actuación formidable a nivel psicológico y también físico. Trabajamos mucho con los dobles y los especialistas porque era verdaderamente importante encajar cada exigencia del guion con lo que se ve al final”.
A ese respecto, también da pistas sobre lo que se puede ver en la película: “Siempre me ha inspirado la idea de dar vida a lo que no la tiene, me fascinan los animatrónicos, las marionetas… cuando eres niño y juegas con tus juguetes, les estás imprimiendo tu personalidad, o al contrario, estás proyectando algo que permanece oculto. Yo aún lo sigo haciendo y me sirve para saber de manera más realista lo que puedo pedir al equipo para llevarlo a buen puerto…”
Por Manuel Mañero.
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