Sitges 2021: Resumen del día 3 (‘Veneciafrenia’, ‘Belle’, ‘Mad God’…)
Por Redacción
Publicado el 10/10/2021
Finaliza el primer sábado del festival repleto de títulos de lo más variopintos
El primer fin de semana del festival, como es habitual, concentra esa barbaridad de turistas, visitantes, espectadores habituales e invitados que apuntan a una deliciosa vuelta a la normalidad. Colas en las entradas a las salas y plenos completos en sesiones a las 8 de la mañana que auguran lo que todos sabíamos: que el cine, golpeado cruelmente por la pandemia, sigue estando más vivo que nunca.
Los madrugadores nos hemos dado un paseo por la Venecia grotesca de Álex de la Iglesia. Veneciafrenia (Álex de la Iglesia, 2021) es la primera película del acuerdo entre Sony Pictures, Pokeepsie Films y Amazon para producir una serie de cintas de terror distribuidas globalmente. Y parece que con esta primera entrega lo tienen claro: una descarada película de género, en la que De la Iglesia se da rienda suelta e invoca al cine de terror de explotación, el slasher o las películas de turistas malditos de la pasada década (‘Hostel’, ‘Turistas’, etc.). Un grupo de españoles viajan a Venecia para darse la fiesta de sus vidas, pero se encontrarán con un “bufón” que les hará pegar -a grito de ‘Vendetta’- el destrozo que hacen en su ciudad. Es irresistible ponerse del lado de los “villanos” si una vive en una ciudad grande y sonreír cuando el grupo de despreocupados -e idiotas- turistas sufre en sus manos. No es ni de cerca lo mejor que ha hecho su director en los últimos años, pero sí se agradece esa despreocupación y descaro a la hora de abordar el terror más festivo.
El día ha continuado con dos de las grandes apuestas de animación de la edición. Primero ha sido el turno de Belle (Mamoru Hosoda, 2021), una especie de versión de ‘La Bella y la Bestia’ pasada por el filtro del director de ‘Summer Wars’. Una tímida joven se pierde en el mundo virtual de U, donde es la estrella -o influencer- conocida como “Belle”. Su mundo perfecto se tuerce con la llegada de la ‘Bestia’, un avatar aterrador que quiere destruir ese mundo virtual. Pasos seguro para Hosoda, que hace una especie de remix de anteriores películas en una preciosista animación híbrida entre lo virtual y lo clásico. El siguiente hueco para la animación ha sido para Cryptozoo (Dash Saw, 2021), película estadounidense con una técnica similar a los clásicos fragmentos animados por Terry Gilliam para Monthy Python. En una realidad alternativa viven los (sic) animales “criptozoológicos”, una especie de criaturas mitológicas expuestas en los zoo. Un grupo de cripto-cuidadores deberán salir a capturar al Bakú, un animal capaz de devorar los sueños. La película se podrá ver en España gracias a Filmin.
Una de las sesiones más especiales del día -y del festival, y de los últimos años- ha sido la de Mad God (Phil Tippet, 2021). La película dirigida por el genio de los efectos especiales -su mano está detrás de ‘Parque Jurásico’ o ‘El retorno del jedi’- es una pesadilla en stop-motion que comenzó a gestarse hace ya más de treinta años. Un viaje lisérgico, indescriptible y críptico a un mundo (¿post-apocalíptico? ¿mental? ¿pre-creación?) en el que un viajero es testigo, junto al espectador, de las más atroces criaturas y abominaciones. Entre el horror cósmico, el videoclip y el arte abstracto, la película es una paranoia en el sentido más literal de la palabra, un puzle sin solución que ha dejado a la audiencia en absoluto shock. Sin duda, uno de los platos más extraños y de las películas más complejas que han pasado nunca por el festival.
Y de proyecto maldito a proyecto maldito, ya que el otro gran pase de rareza cinéfila ha coincidido en día y hora con la cinta de Tippet. Hablamos de The Amusement Park (George A. Romero, 1975), la “película perdida” del director de ‘La noche de los muertos vivientes’ y ‘Martin’ que la plataforma Shudder ha desenterrado del olvido. Rodada como un trabajo para una sociedad religiosa de Pittsburgh, la película era inicialmente un semi-reportaje para concienciar a la juventud del maltrato a la tercera edad. Sin embargo, el genio de Romero no se podía encerrar en un trabajo “vulgarmente” (y perdón las comillas) publicitario, entregando una pesadilla Buñuelesca en la que un hombre se pierde en un parque de atracciones aparentemente entrañable, pero profundamente siniestro. Las escenas son metáforas sobre los miedos de la tercera edad -el maltrato, el abandono, la muerte- y crean, a pesar de su bajísimo presupuesto y su reparto completamente amateur, una sensación de angustia absoluta en sus apenas 54 minutos de metraje. Una experiencia rarísima, pero obligatoria para los fans de su director (que es mucho, mucho más, que el creador del zombie moderno).
Volviendo al presente, la prensa ha podido ver otro título de la Sección Oficial: Séance (Simon Barrett, 2021). El guionista de ‘Tú eres el siguiente’ o ‘The Guest’ da el salto a la dirección de largometraje con un slasher muy de los 2000s, con todo lo (regular) que eso conlleva. Tras una sesión de ouija, las jóvenes alumnas de un internado femenino van desapareciendo o muriendo en extrañas circunstancias. La leyenda de una joven fantasmal y la muerte reciente de otra compañera son las claves de este misterio a medio gas, que apenas deja entrever las cualidades que hicieron de Barrett uno de los guionistas claves del mumblegore en los 2010s. Pequeña gran decepción para alguien al que, de salida, se le pedía más que un refrito del whodunit de videoclub que explotó tras el éxito de ‘Scream’.
La noche ha finalizado con uno de los pases más esperados de la edición. Tras vender todas las entradas en minutos, las butacas de el Retiro esperan rugientes la llegada de The Sadness (Rob Jabbaz, 2021). La película venía con una etiqueta de brutalidad y salvajismo que llevó a los programadores del Fantastic Fest (algo así como el Sitges estadounidense) a avisar a sus espectadores del grado de violencia. Un fallo garrafal de marketing, ya que la película ni es tan salvaje ni es tan frenética como su campaña quería vender. Un virus gripal -con semejanzas importantes al actual coronavirus- muta hasta convertir a sus portadores en violentos asesinos, desatando el caos en las calles en pocas horas. La película se centra en dos protagonistas (una pareja: él y ella) que intentan reunirse en mitad de todo el infierno, saltando de un punto de vista al otro con cierto equilibrio. El resultado es una película de infectados bastante convencional, con una violencia algo superior a la media y un ritmo sorprendentemente pausado. No es una mala película y, quitando el velo del falso marketing, se trata de una muy notable película en su subgénero.
Mañana viajaremos en el tiempo -pero muy poquito- con la japonesa ‘Beyond The Infinite Two Minutes’, nos sentaremos a una buena sesión de ouija con ‘Séance’, daremos un paseo por ‘El páramo’ y acabaremos con ese prometedor cuento (que unos dicen que es de terror, otro que es simplemente oscuro) llamado ‘Lamb’.
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