Sitges 2021: Resumen del día 6 ("The Innocents", "The Medium", "Son"...)
Por Redacción
Publicado el 13/10/2021
Hoy se han visto alguno de los títulos más esperados del festival y han sido recibidos con disparidad de opiniones
Cruzamos el ecuador del festival con una buena sensación de cosecha. Ya sea cumpliendo expectativas (‘Titane’, ‘Mad God’, ‘Lamb’, ‘Censor’…) o llevándonos gratificantes sorpresas (‘Beyond The Infinite Two Minutes’, ‘The Trip’, ‘Limbo’…), el balance positivo vuelve a pesar en una edición que cosecha más éxitos que decepciones. Incluso títulos que nos han gustado menos, como ‘Halloween Kills’ o ‘Veneciafrenia’, han encontrado su audiencia entre público y crítica.
Hemos comprobado si la racha seguía con el pase matutino de Superhost (Brandon Christensen, 2021) , una película independiente -enana- sobre youtubers y pisos vacacionales bañados de sangre. Precisamente una pareja de influencers que valora ese tipo de viviendas se traslada a la casa de Rebecca, una peculiar anfitriona con un oscuro secreto. Una no muy afortunada comedia de terror que tarda mucho, demasiado en arrancar para llegar a un lugar de sobras visto y reconocido. Gracie Gillam está genial como desquiciada anfitriona, pero lo mal que caen sus protagonistas y su poca gracia en puesta en escena hacen de su propuesta un soso y olvidable entretenimiento.
La cosa ha mejorado (y de qué manera) con el peregrinaje al Auditori, donde se pasaba por primera vez The Innocents (Eskil Vogt, 2021) . Su buena racha de opiniones y críticas en Cannes auguraba un pase satisfactorio, unas expectativas que ha cumplido con creces, situándose de cabeza como una de las potenciales ganadoras del festival. Ambientada en los suburbios de Oslo durante un solitario verano, la película cuenta como un grupo reducido de niños comienzan a desarrollar una serie de poderes telequinéticos. Lo que empieza como un juego se vuelve algo más serio cuando la crueldad y la psicopatía emerjan de alguno de ellos. Como una versión hiper-realista de ‘El pueblo de los malditos’, la segunda película de Eskil Vogt comparte muchos aspectos con la estupenda ‘Thelma’ (de la que Vogt escribió el guión). Ambas usan los poderes mentales como medios de cambio, en este caso el fin de la inocencia y el despertar a un mundo cruel. Un reparto genial de niños y un tiempo a fuego lento que ha hecho las delicias de los que han entrado en su juego de deconstrucción del género “niños malditos”.
De niños malditos a (más) niños malditos, puesto que el Auditori ha dado paso a Son (Ivan Kavanagh, 2021). Andi Matichak, a la que apenas hace un día la habíamos visto como la nieta adolescente de Laurie Strode en ‘Halloween Kills’, interpreta a una entregada y feliz madre soltera. Pero su pasado con un siniestro culto se acaba manifestando en la enfermedad de su hijo, un pre-adolescente que entra en crisis vital si no come algo de, ejem, carne humana. Como buena madre coraje, la protagonista iniciará un viaje de búsqueda de respuestas con las debidas paradas para “alimentar” a su criatura. Un joven detective (un Emile Hirsch, por qué no decirlo, en horas bajas) seguirá el rastro de muerte, debatiéndose entre ayudar a la mujer y frenar su carrera homicida. Una sorprendente propuesta que retuerce, no mucho pero sí lo suficiente, las propuestas de películas como ‘La semilla del diablo’ y ‘La profecía’. Una dirección solvente, sin reparar en la crudeza de la violencia, que equilibran las algo flojas interpretaciones de su reparto (al que el guion, dicho sea de paso, no le deja mucha más opción).
La tarde ha continuado con una de esas dudosas hijas del “hype”. The Medium (Banjong Pisanthanakun, 2021), venía precedida de un exitoso pase en el festival de Bucheon, donde los organizadores tuvieron que encender las luces en algunos de los momentos para “evitar desmayos en la sala” (sic). El director de ‘Shutter’ une fuerzas con el genial Na Hong-jin (realizador de las brutales ‘The Chaser’, ‘The Yellow Sea’ y ‘El extraño’) en una película que usa el folklore tailandés para contar una particular historia de posesiones. Rodada como un falso documental, la película sigue a la médium del título, una chamán de la región de Isan en Tailandia. Tras una tragedia familiar, los síntomas de “posesión” que caracterizan la llegada de una nueva médium recaen en su sobrina, que parece resistirse a convertirse en la nueva chamán del lugar. De menos a más, la película va profundizando en los síntomas de la posesión para, antes de darse uno cuenta, entrar de lleno en el terreno del terror más absoluto. Una sorprendente propuesta que hace volar su largo metraje de 130 minutos como si nada, con un apoteósico tramo final lleno de greatest hits del horror. La película ha sido recibido con frialdad por buena parte de la crítica e incluso la pone como lo peor hasta el momento, aunque el que esto escribe la considera una de las mejores cintas de “terror” de la edición. Cuestión de gustos.
Desde otro festival, esta vez la Biennale de Venecia, nos llegaba la propuesta de la noche. Freaks Out (Gabriele Mainetti, 2021) nos ha cogido a todos desprevenidos; la mayoría pensaba encontrarse con una película europea pequeña, quizás una especie de remake de ‘Freaks’ pero con nazis. Nada más lejos de la realidad: la película es una cinta de super-héroes ambientada en la Segunda Guerra Mundial, con un circo de freaks con poderes luchando contra los nazis. Con un presupuesto millonario y un diseño de producción que recuerda al mismísimo Guillermo del Toro, la película ha encandilado a una sorprendida audiencia. Por solo añadir: el villano es un nazi dueño de un circo con la capacidad de ver el futuro, que toca a piano versiones de ‘Creep’ y se viste con chándal con esvástica. Una absoluta y deliciosa locura.
Hoy madrugaremos para ver qué tal la puesta en largo del guionista Nick Antosca (‘Channel Zero’, ‘Nuevo sabor a cereza’) con ‘Antlers’, que ha sido producido nada más y nada menos que por Guillermo del Toro. También veremos el terror indie con aires Lovecraftianos en ‘Offseason’ y comprobaremos, gracias al documental ‘The Found Footage Phenomenon’, las influencias del formato de su título.
Por Carlos Marín.
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