Entrevista a Carlota Pereda, directora de "La Ermita". ¡Hoy estreno en cines!
Por Redacción
Publicado el 17/11/2023
Charlamos con la realizadora de "Cerdita" que hoy estrena en cines su nueva película
Carlota Pereda prolonga su experiencia cinematográfica con "La Ermita", un drama sobrenatural en el que la protagonista, una niña que ve languidecer la vida de su madre, ambiciona la tutela de una medium contrahecha en todos los sentidos -interpretada por Belén Rueda-. La directora atiende a Aullidos en el marco de la presentación de su película en la Semana de Cine de Terror de San Sebastián, explicando detalles importantes de su producción y reflexionando sobre lo que buscaba transmitir con una historia en la que infancia y trauma caminan de la mano.
Insististe en la presentación que La Ermita tenía que ser aquí, en el País Vasco. ¿Por qué?
El proyecto me llega antes que Cerdita y estaba ambientado en Edimburgo, así que venía impregnado de cierto clasicismo del fantástico, algo gótico, que para mí tenía que ser aquí en Euskadi, más que en Galicia o Asturias, por su tradición, la cultura y la convivencia entre tradición y modernidad. El fantástico español nació en el norte, está atado a Euskadi por muchos motivos.
Dices que La Ermita llegó antes que Cerdita, ¿no te condicionó para nada la acogida de Cerdita para elegir este proyecto?
Estaba escrita antes, sí. Entré en el guion, lo vi más local, con más comedia, más terror y vi enseguida la conexión con lo que a mí me gustaba.
En España parecemos incapaces de renunciar al humor para tratar incluso historias tristes u oscuras como esta
Yo no entiendo la vida sin humor: no existe la experiencia humana sin humor, hasta en las tragedias más oscuras lo hay. De hecho las tragedias sin ese toque pierden enseguida su credibilidad, así entiendo yo la realidad. En esta película hay menos humor que en Cerdita. Aunque en este país nos gusta mucho reírnos, el humor va muy vinculado a la experiencia humana real.
Loreto Mauleón -la madre de la protagonista en la película- explicó en la presentación que le había gustado interpretar ese personaje especialmente a raíz de hablarlo contigo y entender tu vinculación personal con él
Conecté personalmente con la historia, sí. En este caso sí existen dos historias que conozco muy cercanas y que me vincularon con el proyecto desde el comienzo. Y en cuanto hablé con Loreto del personaje le expliqué esa conexión, pero queda entre ella y yo.
¿Cómo entra Belén Rueda en el proyecto?
Cuando me enfrenté a su personaje, siempre pensé en ella. Le enseñé el guion y dijo que sí enseguida: encontramos referencias de conocidos comunes. Trabajó una forma de andar y moverse distintas, ha deconstruido su elegancia natural y se lo ha pasado genial.
La protagonista infantil (Maia Zaitegi) ha sido otro descubrimiento, ¿hubo flechazo o fue difícil?
Vi como cien niñas, fue dificilísimo. Tenía cero experiencia, su prueba no fue la mejor -de hecho cuando lo sometía a votación entre mis cercanos nunca la elegían entre las mejores-, pero yo me empeñé porque le veía algo realmente especial. Improvisaba muy bien, es súper inteligente y empática. Eso sí, tuvimos que enseñarle literalmente de cero. Las primeras veces que quedábamos era para ir al parque a jugar, colorear… crear una relación con ella primero. Necesitábamos que se sintiera cómoda y feliz, aunque la película dibuje un entorno triste -que no hostil-. Necesitaba, por ejemplo, que entendiera que lo malo le estaba pasando a su personaje, no a ella.
El mensaje en La Ermita es que la muerte es inevitable y enfrentar a los niños a ella es algo vital, ¿cómo asaltaste ese tabú?
He vivido muy de cerca lo de crear ficciones entre adultos para niños que saben perfectamente lo que está pasando. Subestimamos la inteligencia de los niños. Es verdad que el humor ayuda a lidiar con el drama, pero también tienes que encontrar lo que le viene mejor a la historia.
¿Qué te apetece hacer después?
Me apetece algo muy macarra, tenía algo que iba a ser una barbaridad pero no ha podido ser. Me apetece algo más desenfadado. Las películas te acompañan, y La Ermita deja cierto poso de tristeza. Me apetece estrenarla y “soltarla”, porque creo que va a ser mucho más abierta que Cerdita. Va a llegar a otro tipo de gente y eso ya lo estoy notando. Es otro público.
En tu entorno, ¿han podido elegir entre Cerdita o La Ermita?
Depende de cada persona y de “su mochila”, Cerdita es más visceralmente yo pero en La Ermita hay algo muy mío también. Aunque en general esta ha sorprendido a muchos.