Heather Langenkamp: Entrevistamos a la protagonista de "Pesadilla en Elm Street"
Por Redacción
Publicado el 26/10/2024
Estuvimos con la actriz de la saga creada por Wes Craven en el Festival de Sitges
Este año el Festival de Sitges tuvo como una de sus invitadas a Heather Langenkamp, la actriz que se dio a conocer en los años ochenta por su papel en "Pesadilla en Elm Street". Con motivo de su visita hemos tenido la oportunidad de charlar con ella repasando su carrera.
Llegaste a compartir con Wes Craven una profunda relación de amistad, confianza y respeto profesional. Ambos colaborasteis en cuatro películas. “La vida de Chuck” es tu segundo trabajo como actriz con Mike Flanagan, tras “El club de medianoche”. ¿Hay algo en Flanagan que te recuerde a Craven?
Pues… lo cierto es que sí. Ambos parecen muy tranquilos y reservados, no son de esas personas que buscan llamar la atención. Sin embargo, por dentro, su mente está siempre trabajando intensamente. Creo que Mike Flanagan podría ser la persona más trabajadora que he conocido en cuanto a volumen de proyectos simultáneos. Es un adicto al trabajo, siempre se trae algo entre manos. Tiene muchas ideas, y todas ellas las plasma sobre papel de inmediato, sin descansar hasta que termina de darles forma. En esto, Wes Craven era bastante distinto, o eso pienso. Wes siempre perseguía sus ideas, pero no solía acumular múltiples trabajos en paralelo. Si un proyecto lo entusiasmaba, le dedicaba todo un año, o incluso dos, y era lo único que hacía antes de pasar a otra cosa.
En “Hellraiser: Judgment” tienes un papel más bien discreto, de apenas unos segundos. ¿Cómo llegaste a esta secuela? ¿Qué recuerdas del rodaje?
Estaba por aquel entonces de visita en Oklahoma, mi estado natal, y donde resido actualmente, y un director de casting me dijo: “¿Te gustaría interpretar este papel en Hellraiser? El rodaje sería aquí mismo, si lo quieres, es tuyo”. Yo ya lo conocía; el tipo daba seminarios de cine, se llevaba bien con sus alumnos. El caso es que acepté, me hacía ilusión formar parte del universo “Hellraiser”, aunque fuese en un papel insignificante. Me presenté en el rodaje, me maquillé e interpreté el personaje, todo en un solo día.
Nancy Thompson es un personaje icónico dentro del cine de terror, y tú eres una actriz muy querida por los fans. Sin embargo, más allá de la saga “Pesadilla en Elm Street”, te has dejado ver muy poco en películas de terror. Supongo que ofertas no te han faltado. ¿Eres exigente con los proyectos en los que te involucras?
Quizás esto sorprenda a mis fans, pero no me han llegado tantas ofertas (risas). Alguna que otra sí, pero suelen ser de cineastas noveles que quieren hacer su primera película, y es algo que generalmente me echa para atrás. Soy consciente de lo difícil que es debutar en el cine, y lo habitual en estos casos es que no cuenten con una producción cuidada. “Pesadilla en Elm Street” pasó por año y medio de desarrollo, con varias personas haciendo cambios constantes para mejorar el guion. Uno de los problemas que noto en las películas modernas es que la gente no invierte el tiempo suficiente en pulir sus guiones antes de rodarlos. O los finales resultan poco dinámicos, o flojean los segundos actos. Suelo ser bastante cuidadosa al elegir un buen guion, uno que tenga un papel realmente bueno.
Por supuesto, hay otros factores. No recibí muchas ofertas después de “Pesadilla en Elm Street” porque, en primer lugar, no muchos le dieron una oportunidad en su estreno. Tuvo tirón entre los jóvenes, eso sí, pero quienes toman decisiones en Hollywood no la vieron. Por otro lado, a veces pienso que el personaje de Nancy es tan fuerte e identificable que los productores prefieren a gente nueva en sus películas, alguien que el público no asocie con “la protagonista de la peli de Wes Craven”. Creo que esto es parte del problema, pero no es algo que me quite el sueño; me gusta formar parte de películas que aprovechen mi talento, hay cientos de actrices en el mundillo, todas tenemos nuestras fortalezas, todas aportamos cosas diferentes.
Por último, y no menos importante, en los años 80 abundaban las cláusulas de sexo y desnudez en los contratos, y me negaba a aceptarlas, lo que me obligó a rechazar varios papeles. Eso también te limita como actriz. Es curioso, estoy recibiendo más ofertas ahora, que soy una anciana, que cuando era joven (risas). Me parece estupendo, estoy muy contenta con este giro.
Justo tenía una pregunta sobre esto. En tu última película, “Little Bites”, compartes pantalla con Barbara Crampton, otro gran icono femenino del terror ochentero. Hace unos años, en una entrevista que le hice a Barbara aquí, en Sitges, mencionó que, si bien no renegaba de sus primeras películas, sí criticaba la hipersexualización de las actrices durante esta década. ¿Qué recuerdas de los 80 en este respecto? ¿Crees que la industria y la sociedad han mejorado desde entonces?
Fue una década en la que ciertos aspectos sociales avanzaban en una dirección concreta. Había un fuerte movimiento de liberación femenina, con mujeres ganando poder, conquistando derechos y luchando por la igualdad: igualdad salarial, de oportunidades y de reconocimiento. Y este fenómeno no se limitaba a Estados Unidos; era un sentimiento global. El cine de los 80 apostó por una sexualidad significativa, pero también el de los 60 y los 70, y de una forma mucho más desatada y desinhibida. Después de la represión sexual de los años 40 y 50, era de esperar que el cine experimentara una explosión de escenas de sexo y destapes. En la década de los 80, especialmente en el género de terror, esta tendencia empezó a chocar con ciertas ideas encontradas. La sexualidad buscaba hacerse un hueco en las películas de miedo, pero no encajaba con el perfil de las Final Girls.
Wes, en su vida personal, era una persona muy modesta, al igual que yo. Nunca discutimos si Nancy debía mostrar desnudos frontales; planos de espalda sí, pero más bien como insinuación. A Wes le gustaba jugar con las expectativas del público, haciéndoles creer que iban a ver algo que luego no sucedía, sencillamente porque no era el punto de la historia. La cuestión central en Pesadilla era que Nancy se enfrentara a sus miedos, no su relación con Glen. Esto no significa que Nancy sea una adolescente sexualmente “rarita”; siempre he pensado que es bastante normal. De todas formas, Wes reconoció que la película necesitaba una dosis de sexualidad, pero no en el personaje principal, sino en la pareja de Tina y Rod. Se mantuvo en el estereotipo de “sexo igual a muerte”, reservando estas escenas para la “chica mala”, no para la que sobrevive.
Más tarde, en "Scream", este estereotipo se convierte en un recurso. Nunca he creído realmente en la idea de que la "virgen" es la que sobrevive, y dudo que los cineastas estuvieran intentando decir eso, pero ahora lo asumimos. Incluso en "La cabaña en el bosque", llevan esta idea al extremo y dicen que la chica promiscua debe ser rubia, así que la tiñen de rubio. Nunca ha sido más que eso, un estereotipo, y a día de hoy seguimos riéndonos de él.
“La nueva pesadilla de Wes Craven” está parcialmente inspirada en un acosador con el que tuviste que lidiar en la vida real. ¿De qué manera afectó al proyecto este lamentable episodio?
Le comenté a Wes lo que me había ocurrido y decidió incluirlo como parte del guion, no sólo por ser fiel a la Heather Langenkamp real que pretendía mostrar en la película, sino también porque era un incidente aterrador que ofrecía un tipo de miedo diferente a la historia. Nunca vemos al acosador, no sabemos si es Freddy o no. Fue un añadido interesante, porque muchas actrices y actores suelen verse obligados a lidiar con cosas así a lo largo de sus carreras. Tuve la suerte de que aquello no duró demasiado, y ya hace tiempo que lo superé, pero diría que jamás sentí tanto miedo como aquellos días. Es aterrador ser consciente de que alguien desea hacerte daño, mucho más que una película, por espeluznante que sea Freddy.
¿Si tuvieses la ocasión de volver a “¿Pesadilla en Elm Street”, preferirías hacerlo como Nancy o como Heather?
Me encanta esta pregunta. Quiero decir, en el fondo preferiría repetir como Nancy, porque siento que su personaje tiene un potencial enorme desde el punto de vista creativo. Ella podría ser cualquier cosa, ¿sabes? Si volviese a interpretar a Heather Langenkamp, tendría un bagaje más limitado de historias que le permitiesen cobrar vida. Quiero decir, hay mucho menos donde rascar. En algunos aspectos, Nancy podría ser cualquier cosa, es decir, si no hubiese muerto, claro. Pero incluso así. Podría existir en el mundo de los sueños, podría vivir en nuestro subconsciente, estar presente en cualquier lugar del universo. Mientras que Heather Langenkamp… bueno, es bastante aburrida (risas).
Por Jedediah.