"Imaginary" ya disponible en Amazon Prime Video (y crítica de la película)
Por Redacción
Publicado el 29/11/2024
La cinta dirigida por Jeff Wadlow que este fin de semana aterriza en la plataforma
Si te preguntas qué ver en Amazon Prime Video desde hoy tenéis en la plataforma IMAGINARY, la cinta producida por Blumhouse que se estrenó el pasado mes de marzo en cines.
La cinta dirigida por Jeff Wadlow cuenta como cuando Jessica (DeWanda Wise) vuelve con su familia a la casa de su infancia, Alice (Pyper Braun), su hijastra más pequeña, comienza a desarrollar un extraño apego hacia Chauncey, el oso de peluche que encuentra en el sótano.
En un primer momento, Alice y Chauncey se entretienen con juegos aparentemente divertidos que, poco a poco, irán volviéndose más siniestros y peligrosos.
A medida que el comportamiento de Alice se va volviendo más inquietante, Jessica decide intervenir, pero cuando lo hace se da cuenta de que Chauncey es mucho más que un inofensivo oso de peluche.
CRÍTICA DE "IMAGINARY"
La familia desestructurada es un cliché ventral que ha recorrido décadas de cine de terror, extreyendo quizá de la retahíla de adaptaciones de ‘Otra vuelta de tuerca’ de Henry James su canon más sólido. Y desde siempre se han atrevido a especular con la incidencia en la translúcida inocencia infantil de estas carencias y variaciones en los afectos. En este escenario, la proyección de la soledad y la recurrencia de lo sobrenatural son dos caramelos, y Jeff Wadlow intenta explotar ambos con todo a su favor en su nuevo trabajo, ‘Imaginary’.
A la mudanza de una pareja que pretende iniciar una vida en común con dos hijas de una perturbadora relación anterior, que es un género por sí mismo, hay que sumar el componente de misterio y trauma irresoluto de uno de los adultos. Mientras la historia se enfoca en la inquietante imaginación de la hija pequeña y la errática relación de la adolescente con su madrastra, ésta -interpretada por DeWanda Wise- va horadando sin quererlo en los motivos ocultos con los que su antigua casa, que guarda ecos de su propio horror infantil, la reclama de vuelta.
Wadlow tira de archivo para motivar la discusión sobre desarrollos adultos incompletos, y durante un tramo importante de la película bordea una cascada de tropos que la conducen peligrosamente por el acantilado: sótanos, visiones, secundarios que oportunamente aportan soluciones de la nada, peluches encantados, susurros. El caso es que llegados a cierto punto, se atreve con un giro que, por inverosímil, reconduce la atención del espectador. Casi pareciera que todo lo anterior no era más que un jugueteo con desechos de tienta del género, hasta que logra reiniciar la película casi por completo con una revelación que sacude todo el guion.
Entonces la luz apunta a la cara de la verdadera protagonista, que a sus cuitas con las niñas debe añadir un recuerdo desbloqueado que amenaza con inutilizarla en su propósito de felicidad. Sólo en la última década, ahora que se cumplen diez años del estreno de ‘Babadook’ en Sundance, se han estrenado un sinfín de películas del estilo que, en diferentes tonos, se han lanzado a escudriñar la fórmula para espantar las largas sombras de nuestra infancia.
Por supuesto que Henry James es referencia, pero este juego de espejos deformantes nos sitúa en la estantería de títulos como ‘El Orfanato’, ‘Relic’ o ‘Doctor Sueño’. ‘Imaginary’ también podría encajar como spin off de una versión libre de ’Donnie Darko’ y, en lo que respecta a la imaginería visual, el diseño de las criaturas evoca las siniestras formas que son ahora referencia en lo comercial (Five nights at Freddy’s, por ejemplo, pero también la representación multiforme de IT) y lo más indie (con mención especial a la ‘Pooka’ de Vigalondo o el oso de peluche asesino de ‘Benny loves you’).
El caleidoscópico desenlace de ‘Imaginary’ insinúa los escenarios de la mente que recientemente hemos cruzado en títulos como ‘Come True’ o ‘The blazing world’, -y desde luego en ‘Talk to me’- aunque una vez superada la frontera de la incredulidad, todo en pantalla suena a requiebro mental y la pretendida apoteosis se queda en un nudo flojo que se destensa con mirarlo. Una pena, esa leve pulsión independiente -que quizá en otra época Blumhouse habría explotado en otra dirección-, porque hasta ese tramo final Wadlow está muy cerca de hacernos creer que la materialización de la regresión podía servirnos una nueva referencia.
LO MEJOR : La manera de cebar la primera mitad de la película con clichés despliega una alfombra roja a la verdadera intención creativa de Wadlow
LO PEOR : Que a esa iniciativa no le acompañe un componente mucho más indie que se atreva a explorar lo verdaderamente roto de esas relaciones.
Por Manuel Mañero.