"DOOM: The Dark Ages": El brutal regreso del Slayer en su época más oscura

Por Redacción Publicado el 11/05/2025

Ya hemos probado el último título de una de las sagas más importantes de la historia de los videojuegos

Tras mucha espera por fin tenemos en nuestras manos DOOM: The Dark Ages, la nueva entrega de la saga que se reinventa con una precuela que apuesta por la brutalidad medieval, un nuevo sistema de combate centrado en el escudo y una ambientación que homenajea tanto a los orígenes como a la evolución de la franquicia.

DOOM: The Dark Ages marca el regreso de uno de los padres del FPS con una propuesta que no solo respeta la esencia de la saga, sino que la reinventa con una ambientación medieval tecno-gótica y una jugabilidad más directa y brutal que nunca. Bethesda e id Software han apostado por un giro radical: esta entrega, que actúa como precuela, narra el origen épico y cinematográfico del legendario Doom Slayer, alejándose de la ciencia ficción futurista para sumergirse en un universo donde la barbarie y el caos son los protagonistas.

La gran novedad jugable de "DOOM: The Dark Ages" es el nuevo sistema de combate centrado en el escudo. Olvida el frenetismo acrobático de DOOM Eternal: aquí el Slayer se planta, bloquea y ejecuta parrys con una ventana generosa, lo que aporta una dimensión más estratégica y visceral al enfrentamiento con los demonios. El escudo no solo sirve para defenderse, sino que se convierte en un arma letal capaz de lanzar embestidas y devolver ataques enemigos, cambiando por completo la dinámica de los combates.

La acción sigue siendo frenética y espectacular, con arenas repletas de enemigos y un arsenal tan brutal como siempre, pero el enfoque es más "cara a cara". El uso de armas cuerpo a cuerpo, la posibilidad de desviar ataques y la presencia de nuevas mecánicas de personalización de la dificultad permiten adaptar la experiencia al gusto de cada jugador, haciendo que cada enfrentamiento sea único y satisfactorio.

La ambientación es uno de los grandes aciertos de esta entrega. La estética medieval tecno-gótica le sienta de maravilla al juego, ofreciendo escenarios más abiertos y variados que nunca, con guiños a la obra de H.P. Lovecraft y una atmósfera opresiva que potencia la brutalidad de cada batalla. La narrativa, aunque sencilla, gana peso gracias a cinemáticas más trabajadas y a un mayor desarrollo del lore, profundizando en el pasado del Slayer y su relación con los Night Sentinels y los Maykrs.

Como precuela, The Dark Ages amplía el universo de DOOM y potencia la figura del Slayer, dotándole de una presencia imponente y carismática que crece a cada capítulo. Sin embargo, el carácter episódico clásico hace que la narrativa a veces se disperse, y da la sensación de que id Software se reserva sorpresas para futuros DLCs.

La variedad es otra de las señas de identidad de DOOM: The Dark Ages. Además de los clásicos demonios, el juego introduce aberraciones cósmicas y enemigos inspirados en la mitología lovecraftiana, así como fases espectaculares a lomos de un dragón o pilotando un mecha, que aportan frescura y espectacularidad a la experiencia. Aunque la ejecución de estas secciones podría haberse aprovechado más, su inclusión demuestra la voluntad de la saga por seguir innovando y sorprendiendo al jugador.

DOOM: The Dark Ages es una entrega ambiciosa que apuesta por la innovación sin perder de vista la esencia de la franquicia. El combate es más brutal que nunca, la ambientación resulta fresca y sugerente, y la figura del Slayer se consolida como una de las más icónicas de la historia del videojuego. Sin embargo, la sombra de entregas anteriores como DOOM 2016 y Eternal es alargada, y aunque The Dark Ages ofrece una jugabilidad única y personal, no alcanza el estatus de memorable de sus predecesores.

DOOM: The Dark Ages es uno de los shooters más salvajes y espectaculares de los últimos tiempos, una precuela que arriesga, innova y homenajea a la vez. Su jugabilidad centrada en el escudo, la brutalidad de sus combates y la ambientación medieval lo convierten en una experiencia imprescindible para los fans del género y de la saga. Aunque no supera a "DOOM Eternal", deja claro que el Slayer sigue siendo el rey de la carnicería y que la franquicia DOOM aún tiene mucho que ofrecer.

Por Roberto Martín.

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