TRANSSIBERIAN es un thriller ambientado en el mítico ferrocarril que une la Rusia europea con las provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Tras una temporada en Pekín, Roy y Jessie, deciden viajar hasta Moscú. La gente que viaja en el monstruoso y algo tétrico tren es bastante extraña y un viajante les explica que los traficantes suelen usarlo para pasar droga.
Al poco de empezar su viaje, la pareja entabla relación con sus compañeros de compartimento Ian y Abby se dedican a viajar por el mundo dando clases de inglés y comprando objetos en un país para revenderlos después, como unas muñecas matryoshka que Ian dice vender en Ámsterdam a muy buen precio.
Sus caminos se cruzarán con el del inspector Grinko, que viaja desde Vladivostok siguiendo los pasos de los asesinos de un narcotraficante y de un importante alijo.
El camino hacia lugares recónditos no es algo nuevo en la filmografía de Brad Anderson. Si Session 9 o El Maquinista eran unos tortuosos viajes a la fragilidad de la mente humana, en esta ocasión el director norteamericano se embarca en el mítico transiberiano para añadir una nueva dosis de personajes atormentados y oscuros secretos a su carrera.