Chappie » Crítica

Por Ignacio Estrada

En la actualidad pocos directores se especializan en un género y lo cultivan con tanto mi mimo y cariño como Neill Blomkamp está haciendo con la ciencia ficción. Tras la sorpresa de “Distrito 9” y su consagración con “Elysium”, ahora llega su prueba de fuego con “Chappie”, una historia con mucho alma y corazón, que resulta menos redonda que sus anteriores propuestas, pero igual de cuidada y entretenida. Su actor fetiche Sharlto Copley vuelve a destacar sobre una elenco donde no faltan estrellas del calibre de Hugh Jackman (Lobezno inmortal) y Sigourney Weaver (Alien).

“Chappie” viene a ser una versión 2.0 de “Cortocircuito” mezclada con “Robocop”. En Sudáfrica la violencia se está apoderando del lugar. Para apaciguarla el gobierno ha llegado a un acuerdo con una empresa para usar unos robots inteligentes que han diseñado. El programador de los robots cree que puede llegar más allá y dotarlos de conciencia. Para ello (y con conflictos de por medio) hará pruebas con un robot aparentemente inservible, que sin querer ha caído en manos de una ladrones muy violentos. Chappie, que es como es bautizado el robot, se criará entre violentos pero tiene un gran corazón (sic). Este sencillo argumento, que luego se vuelve más complejo, es la premisa de “Chappie”, que si bien es muy entretenida no termina de ser perfecta, pues la cinta comienza con una historia cuasi familiar para en sus últimos veinte minutos ofrecer un festival de violencia, que contrasta con la oportunidad de hacer un producto para todos los públicos.

Blomkamp tiene un talento innato a lo hora de crear secuencias de acción pero sin dejar de enternecernos con otras. Sus tramo final es brutal en todos los sentidos y funciona con un precisión impecable. Pero también momentos más dramáticos, como el momento en el que Chappie es abandonado a su suerte es otra set piece que se quedará grabada en la retina de los espectadores. Sin duda estamos antes uno de los directores de más talento de la actualidad a pesar de su juventud. (Ojito con el nuevo capitulo de la saga “Alien” que está preparando).

Se rumorea que el prepuesto de “Chappie” ronda los 50 millones de dólares, la mitad que “Elysium”, y los efectos especiales son iguales de buenos que aquella. Chappie es real hasta el punto que no piensas que es digital en ningún momento. Gran parte del trabajo de los efectos especiales de este robot se apoyan en los movimientos, y por supuesto en la voz de niño de cinco años, que pone Sharlto Copley. Nada tiene que envidiar a Andy Serkis (Amanecer del planeta de los simios), el rey de la captura en movimiento. Dev Patel (Slumdog millionaire) también funciona de maravilla dando la replica a un robot que no existía delante de él en el rodaje. Pero suerte corre Hugh Jackman y Sigourney Weaver, el primero pasadísimo de vueltas, y la segunda bastante desaprovechada. Mención especial para el dúo musical Die Antwoord, que hacen de si mismos en la cinta, y resultan igual de extraños que su música. Yolandi Visser esta infinitamente mejor que Ninja, quien parece no estar interpretando un papel (es así de desagradable el tipo).

En resumen, “Chappie” es un buen entretenimiento con mensaje, igual que ocurría con los trabajos anteriores de Blomkamp. La pega es que hasta su final era una cinta que podríamos disfrutar en familia pero su último tramo horrorizará a aquellos padres que lleven a sus hijos a ver la película pensando que se trata de un producto más adecuado para los pequeños. Aun así, y para los fans de la ciencia ficción, aplaudimos el trabajo del sudafricano y esperamos con ansias su visión de el extraterrestre más famoso de la historia del cine (con permiso de E.T.).

Lo mejor: Sharlto Copley y el dominio que tiene Blomkamp del género de ciencia ficción con corazón.

Lo peor: El contraste entre principio y el final de la cinta. Alguna salidas de tono en la historia.

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