Doomsday: El Día del Juicio » Crítica

Por Emilio Martínez

Con tan sólo dos películas, Dog Soldiers y The Descent, Neil Marshall se ha convertido en la gran esperanza del nuevo cine de terror inglés que tan buen sabor de boca está dejando entre los aficionados. Por ello, cuando se anunció que Marshall iba a dirigir Doomsday, su primer título de gran presupuesto, temíamos que esa "mala leche" que le había caracterizado hasta ahora la dejase de lado debido a las imposiciones de un gran estudio. Sin embargo, no ha sido así.

Doomsday es ante todo inclasificable. Es un título apocalíptico-futurista, que hereda virtudes (y defectos) de Mad Max o el videojuego Fallout, que a lo largo de su metraje llega a convertirse en una película de caballeros medievales en mitad de Siglo XXI. Marshall combina "3 guiones en 1" (Futuro, Presente y Pasado) para crear un producto que no deja títere con cabeza. Es una tremenda bofetada al progreso, a las clases dirigentes, la hipocresía del poder y el miedo a lo que no podemos controlar.

Rhona Mitra se convierte por méritos propios en una digna sucesora de las nuevas "chicas duras" del cine moderno tomando el relevo de la Milla Jovovich de Resident Evil o la Kate Beckinsale de Underworld. Ella encabeza un comando que es enviado a una antigua zona infectada por un virus letal tratando de encontrar una vacuna entre aquellos que lo sobrevivieron una vez. Mitra está perfecta en el papel de Eden Sinclair, una mujer que para recuperar su pasado debe garantizar el futuro de la sociedad.

El arranque de Doomsday es brillante. En apenas diez minutos y con la ayuda de un par de escenas y una voz en off, Marshall te introduce en una historia hiperviolenta, salvaje, con brillantes escenas de acción y un regustillo por la sangre (y las decapitaciones) que arrancarán a más de uno una carcajada (y a otros una mueca de asco). Pese a estar ambientada en el año 2051, no esperéis grandes efectos especiales. La mayor parte del presupuesto de Doomsday se va en el ataque al laboratorio, las (impresionantes) persecuciones en coche o la reconstrucción de la ciudad derruida y el pseudo-Camelot.

Desgraciadamente, Doomsday tan sólo funciona por momentos. Probablemente, los mejores minutos de la filmografía de Marshall los contenga esta película, pero "la pandilla del moco" inspirada en Mad Max está totalmente de relleno y no aporta absolutamente nada a la trama.

En definitiva, Doomsday es la prueba que confirma el talento de Marshall sobre todo rodando escenas de acción y creando tensión. Su aportación a la película es tan grande, que probablemente en manos de otro director un producto como éste, hubiese sido un auténtico chiste.

Lo Mejor: Las escenas de acción.
Lo Peor: El guión sufre muchos altibajos.

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