Waz » Crítica

Por Emilio Martínez

Sin lugar a dudas títulos como Se7en o Saw han tenido una gran influencia en el cine de "polis-buscan-psicópata" en los últimos tiempos. La estética de Fincher, con esas calles deprimentes incluso a la luz del día; o las mutilaciones y torturas imposibles del trabajo de James Wan marcaron un antes y un después en el thriller moderno. Títulos como El coleccionista de amantes, Resurrección, Hostel o subproductos como Broken les deben mucho.

Ahora de la mano de Tom Shankland, director procedente del mundo televisivo, llega a nuestras pantallas Waz, un título hecho para el lucimiento de Stellan Skarsgård. El actor sueco se mete en la piel de un "poli duro" en busca de un asesino empeñado en torturar a sus víctimas para que tomen una decisión: morir ellos, o su ser más querido.

Waz es un entretenido y bien dirigido juego del gato y el ratón en el que los escasos recursos con los que cuenta Shankland son compesados por un brillante reparto, la fantástica fotografía de Morten Søborg y un guión que, pese a su previsible final, funciona correctamente.

Las escenas de tortura, sin llegar a las brutalidad alcanzadas por Eli Roth o James Wan, harán apartar a más de uno la vista de la pantalla y sin duda, los deseosos de sangre y violencia, saldrán complacidos del cine.

En definitiva, Waz es otro ejemplo más del buen momento que atraviesa el cine de terror europeo y convierten a Tom Shankland en un director a tener en cuenta en el futuro.

Lo Mejor: Stellan Skarsgård
Lo Peor: Demasiado previsible

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