The Cottage » Crítica

Por Miguel Martín

Es inherente al ser humano reírse a costa de aquellos a las que las cosas le van de mal en peor (dentro de unos límites, claro). Un tipo se tropieza en la calle y tú te ríes. A alguien se le cae de las manos un montón de hojas y tú te ríes. Un tipo intenta ligar con una chica y acaba con una sonora bofetada en el carrillo. Y tú te ríes. El cine se ha nutrido de ese grupo de simpáticos torpes (en el que más de una vez nos habremos incluido, quizás por ello nos hagan tanta gracia) a lo largo de su historia. “The Cottage” está lleno de personajes torpes, de personajes idiotas, de personajes con una increíble racha de mala suerte. Y por ello es imposible que no arranque al menos un par de carcajadas al espectador, más aún cuando el escenario por el que se mueven es un argumento de cine de terror.

Todo empieza con un secuestro, el más absurdo de todos los tiempos, que sirve como presentación de todos los personajes. Quizás esta toma de contacto con los protagonistas se dilate demasiado en el tiempo, aunque gracias a su ágil guión la cosa no decaiga en ningún momento. Será en el segundo tramo de la película cuando la historia de un vuelco hacia el género del terror, en especial en el subgénero de los asesinos monstruitos (por momentos parece una parodia de “La matanza de Texas” y su Leatherface). No es que “The Cottage” sea una mezcla entre comedia y terror, sino que se decanta por un tono eminentemente cómico con algún destello de simpático gore.

Buena parte de la gracia de la película consiste en la complicidad que despiertan los personajes protagonistas en el espectador (Andy Serkis como secuestrador con mala suerte, Reece Shearsmith como hermano patoso, Jennifer Ellison como secuestrada bocazas), así como un derroche de humor negro (típicamente inglés en la primera mitad, bastante más bestia y sanguinolento en la segunda) que impregna todo el film. También ayuda a esta complicidad el juego de referencias para el espectador aficionado (incluso el inefable Doug Bradley hace un breve cameo).

“The Cottage” se emparenta de este modo con otras películas de humor/terror de reciente hornada como “Zombie’s Party” o “Desmembrados”, aunque es inferior a estas (ni se toma igual de en serio el género como la primera, ni tiene la carga crítica y desmitificadora de la segunda). Sin embargo se agradece su acertada visión cómica de un género sobre el que es difícil aportar algo nuevo, a base de irreverencia y gamberro sentido del humor. Una ocasión inmejorable para corear un buen puñado de asesinatos sangrientos con los colegas y de reírse con ese grupo de torpes a los que las cosas siempre les pueden ir a peor.

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