Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo » Crítica

Por Ignacio Estrada

Como no podía ser de otro modo, Jerry Bruckheimer no ha faltado a su cita anual pre-veraniega con un título pensado para disfrutarlo acompañado de una cartón de palomitas y un refresco.

Cierto es que “Prince of Persia” no es “Piratas del Caribe”, pero afortunadamente tampoco es “La búsqueda 2”. Se trata de un producto muy entretenida (y freak), pero es difícil que llegue a las cifras de la trilogía protagonizada por “Jack Sparrow”.

“Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo” es un relato un tanto rebuscado basado en el popular videojuego. Aunque no hayamos jugado a él no nos “perderemos” en ningún momento ya que los guionistas se han encargado de hacer una historia que puedan seguir todos los públicos, sean jugones o no. Aunque pueda estar orientada a un público más juvenil, todo el mundo podrá disfrutar de la este espectáculo con búsqueda de armas de destrucción masiva incluidas.

Los aficionados al videojuego van a disfrutar de lo lindo, pues la premisa general de la película se basa en una característica muy importante del mismo: Retroceder en el tiempo para evitar nuestro fin.

Mike Newell es un director que se caracterizo por varias películas importante en la década pasada (Cuatro bodas y un funeral, Donnie Brasco…), y en esta década por dirigir el cuarto episodio de Harry Potter. Este bagaje provoca, como no podía ser de otro modo, que la película tenga una buena factura técnica. Eso sí, pese a algunos encuadres maravillosos, al querer adaptar también la esencia del videojuego cae en una repetición absurda de la cámara lenta más propia del cine del John Woo.

El resto de la factura técnica es como en todas la película de Bruckheimer, ESPECTACULAR, es decir, no ha reparado en gastos: Los trajes se parecen a los del videojuego, la fotografía ídem, los efectos especiales muy logrados… Tal vez chirría un poco la música, en la que Harry Gregson-Williams no se ha esmerado especialmente y no crea temas impactantes y memorables.

Ensalzar a Jake Gyllenhaal como héroe de acción del verano es quizá mucho. No lo hace mal, ha ido al gimnasio, es simpático, disfruta de su personaje, pero hay algo que no termina de catapultarle, tal vez cierta falta de carisma. La que sí se lleva la palma es la guapísima Gemma Arterton, quien con apenas una docena de películas dará bastante que hablar, pues ella si que es un princesa de las de los cuentos actuales de Disney.

De Ben Kingsley, esperábamos mucho más,y es que no termina por ser el malo de la función, tan sólo se queda en secuaz. Aquí son los “assasins” quienes le roban todo el protagonismo y no es gracias a sus interpretaciones. Eso sí, una mencion aparte se merece Alfred Molina, el secundario más cachondo de la temporada al que nos gustaría ver más a menudo sacando a relucir su faceta cómica.

En definitiva, ‘Prince of Persia’ es todo lo que uno puede esperar de esta película. Un título simpático, palomitero y que gustará tanto a los aficionados a los videojuegos como a los que tan sólo pretenden pasar un rato divertido en el cine.

Lo mejor: Es lo que se espera de ella.

Lo peor: La música poco original y un Ben Kingsley desaprovechado.

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