Sitges 2016: Resumen del día 7 ("Swiss Army Man", "Hardcore Henry"...)
Por Redacción
Publicado el 14/10/2016
Seguimos un día más con el festival de cine fantástico más importante del mundo.
Séptimo día y casi una semana (es una contradicción, lo sé, pero contad los días) y a dos días de conocer el palmarés de una edición ecléctica, sin grandes títulos y que está enfocando la atención en títulos más independientes de secciones como los de Noves Visions.
El día ha amanecido con el Señor como tema: Que Dios nos perdone (Rodrigo Sorogoyen, 2016), el thriller español que se llevó un merecido premio a mejor guión en el último Festival de San Sebastián y que, por lo conocido a los que han asistido al pase, también podría haberse una mención a la dirección. La historia de dos detectives que investigan un asesino en serie en el Madrid de 2012, coincidiendo con la visita del Papa (¡Equis! ¡Uve! ¡Palito!), que se convierte en vehículo para esas dos bestias pardas llamadas Antonio De la Torre y Roberto Álamo. Una cinta de suspense que traslada la acción a las maneras autóctonas sin la necesidad de imitar al thriller escandinavo o estadounidense y una película estupenda que, aún siendo una sesión especial no fantástica, se ha agradecido su presencia.
A mediodía ha aterrizado otra de las grandes marcianadas de esta edición -y este año en general-, la galardonada en Sundance Swiss Army Man (Daniel Scheinert & Daniel Kwan, 2016). Sí, la película de Paul Dano como naufrago en una isla desierta encontrando la solución a la soledad en un cadáver que se tira peos -y mucho, oh, MUCHO más- interpretado por el mismísimo Daniel Radcliffe. Una historia preciosa (en serio), bellísima y exquisita sobre la amistad, el amor, las relaciones humanas y, abuf, el cuerpo humano. El público del pase matinal ha salido entusiasmado con ella, aplaudiendo tanto en cada momento escatológico como en aquellos más sentimentales o emocionantes ("si no conoces Jurassic Park, no sabes NADA"). Una de las películas del año y directa al TOP 5 del festival.

(Swiss Army Man)
La tarde ha demandado una buena dosis de biodramina y aspirinas, porque llegaban a la pantalla grande los rusos locos responsables de Hardcore Henry (Ilya Naishuller, 2016). Película de acción rodada íntegramente en primera persona, cuenta la historia de Henry, un cyborg que debe salvar a su mujer de las manos de un malvado empresario megalómano con poderes psíquicos (WTF) y con la ayuda de un desquiciadísimo Sharlto Copley cambiando de registro cada dos por tres. Como ver jugar a tu colega a un FPS demencial a cámara rápida, la película no consta de ningún tipo de crescendo o desarrollo dramático más que el de enlazar escenas violentas una con la otra, con secuencias demasiado confusas como para disfrutar de la acción. Mención especial a las escenas de la autopista y a su tercio final, sin duda de lo mejor del... ¿film? ¿experiencia?. Curiosos los ojos de todos los asistentes al acabar, sobrecargados sus cerebros de tanta información y machacados con música tecnorusa machacona.
El día ha finalizado con el maestro japonés más venerado en Sitges, el gran Takashi Miike, y su enésima adaptación de manga al live-action: Terraformars (Takashi Miike, 2016). Tras una entrega del premio "Màquina del Temps" a Bruce Campbell -ha estado, sin exagerar, soltando un monólogo de 30 minutos- se ha iniciado la última película del director más prolífico del mundo, perdonando a figuras como Sion Sono o Woody Allen. Aunque a diferencia de estos, el genio asiático se las arregla para montar una película llena de efectos especiales y acción sin parar con una historia demencial: la humanidad quiere colonizar Marte y para ello manda a un grupo de outsiders a matar a las CUCARACHAS (en mayúsculas, sí), unos adorables bichos de más de 2 metros con cara de persona capaces de arrancar cabezas sin esfuerzos. Pero los humanos tienen un arma secreta capaz de transformar a los humanos de la misión en hombres-insecto con poderes a cada cual más poderoso -o no-. Una locura que por suerte se toma en seria a sí misma cuando debe y que traslada a la perfección esos animes locos llenos de momentos bigger than life, giros absurdos y peinados imposibles. Una gamberrada para el gran público otaku.

(Hardcore Henry)
El día que vendrá a continuación quemará los últimos cartuchos de la competición antes de las deliberaciones. Veremos qué ha hecho el pequeño Nicholas con The Neon Demon, asistiremos a la retorcida historia de o comprobaremos si Headshot nos sirve como placebo a la saga The Raid en esto de las leches indonesas.
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