"Caminantes", de Koldo Serra: el found footage 40 años después de "Holocausto Caníbal"
Por Redacción
Publicado el 21/11/2019
Visitamos el rodaje en Vizcaya de "Caminantes", serie de terror original de Orange TV producida por 100 Balas (THE MEDIAPRO STUDIO).
Visitamos el rodaje en Vizcaya de Caminantes, serie de terror original de Orange TV producida por 100 Balas (THE MEDIAPRO STUDIO) y grabada casi íntegramente con móviles y dispuesta a reinventar el subgénero del metraje encontrado a toda una generación
Cuando Ruggero Deodato cruzó el mockumentary o falso documental con el found footage o metraje encontrado en su aclamada -y polémica- Holocausto Caníbal (1980), probablemente no presintió que había enseñado al mundo el terror verosímil que después explotaría -y se degradaría- en múltiples sagas y producciones modestas que todavía hoy son un inteligente recurso narrativo. 40 años después, el found footage parece dispuesto a resurgir, pero profesionalizado y encajado en los tiempos en marcha: en Caminantes, serie de terror de Koldo Serra que estrenará Orange TV en 2020, el metraje encontrado es el método pero también la razón de ser de un proyecto que se anticipa original y quién sabe si no puntero. Como reconocen en 100 Balas, la productora parte de The Mediapro Studio encargada de adaptar el guion de José A. Pérez Ledo, no se trataba de grabar con un presupuesto modesto y presentar cualquier resultado. El found footage ahora es en 4K, alterna formatos -incluido el vertical- y usa filtros de Instagram. Así que Orange no pudo resistirse. La historia puede ser familiar al aficionado al género: un grupo de jóvenes que hacen el camino de Santiago desparecen en el bosque y la única forma de saber qué ha pasado con ellos es entrando en sus teléfonos móviles y revisar qué han visto y grabado.
Como reconoció el mismo Koldo Serra durante nuestra visita al rodaje de Caminantes en el Parque Natural del Gorbea (Vizcaya), el desafío de grabar en metraje encontrado a estas alturas de siglo es bastante más complejo de lo imaginado. En su primera incursión en el género de terror en formato largo -aunque la serie estará dividida en ocho capítulos de no más de 18 minutos-, Koldo ha seguido la grabación los actores, operando la cámara (un iPhone 11 montado sobre un estabilizador, reforzado con ópticas y filtros específicos) durante el 90% del total del resultado final. El otro 10% pertenece directamente a lo grabado por los propios actores durante esas mismas escenas: «La formación la traen ellos de casa, prácticamente me han enseñado a mí. Ensayamos toda la serie durante una semana en plató para que vieran lo que quería y se acostumbraran a verme interpretar con ellos». Los actores, de entre 15 y 24 años, agradecieron la confianza del director y el guionista para intervenir en diálogos o momentos concretos de la acción: «Han tenido libertad para sugerir cambios y les he pedido consejo de verdad. Estuve una noche entera probando filtros de Instagram, pero lógicamente no hablo su lenguaje».
La exigente coreografía a la hora de grabar una serie con móviles se complementa con otros recursos casi inverosímiles. Como por ejemplo, trabajar con Betacam SP para recrear informativos de la época, grabados con operadores de cámara de telediario reales. «Hemos intentado aprovechar el formato para que se disfrute en móvil, aunque lo suyo es verla en 4K en una pantalla grande. De ambas formas va a funcionar. Son capítulos perfectos para un viaje en metro o autobús». Y sobre la recepción de la serie por parte del público, la promesa también es importante: si al método le perseguía el perfeccionamiento técnico del metraje encontrado de la Generación Z, la historia no se podía quedar atrás. «Orange nos ha dado libertad para desbarrar y la hemos aprovechado. La serie pasa por todos los terrores: psicológico, complejo, explícito. Es más interesante lo que se sugiere y el espectador puede imaginar que lo que realmente se ve». Aunque Pérez Ledo, el guionista, advierte sobre la violencia explícita y algunas escenas verdaderamente perturbadoras no aptas para todos los públicos, aunque se desconoce aún la calificación por edades que la operadora aplicará a la serie de cara a su estreno el próximo año.
Si Caminantes saciará o no la atención de un fan del terror cada vez más numeroso será algo que habrá que esperar a comprobar, aunque todas las condiciones apunten a algo, si no decisivo, al menos sí diferente. Los actores, elegidos concienzudamente para sus papeles -no muy conocidos pero con experiencia probada delante y detrás de las cámaras, en teatro, televisión y cine- han disfrutado el rodaje como lo que son -niños- y rinden a Koldo una pleitesía sincera, entusiasmados con su forma de dirigir e implicarse en el proceso. Por su lado, el director reconoce en la fuerza de una generación hipertecnológica la dominación de una técnica, explotada y prolongada en años anteriores, cuyo perfeccionamiento podría entusiasmar al mismísimo Ruggero Deodato. No en vano hablamos de un subgénero que pasa por ser el más rentable -por efectivo- del cine en los últimos años, todo un desafío al que no es fácil aproximarse ni del que es tarea fina sacar algo verdaderamente original e interesante. Pero al fin y al cabo, qué mejor momento que el 20º aniversario de El proyecto de la bruja de Blair para reivindicar de nuevo la maestría en el terror probable, frío y neblinoso de Koldo Serra en Vizcaya, lleve hashtags, orejas de perro o sangre por atrezzo.