"Kraven El Cazador": Crítica de la Película

Por Redacción Publicado el 13/12/2024

La última entrega del universo Spider-Man sin Spider-Man llega a las pantallas

Kraven es uno de esos ingratos casos en los que entramos a ver una peli perteneciente a un universo tras el anuncio de que la franquicia en cuestión se cancela. Por algún motivo, al igual que en su día con Los Nuevos Mutantes o más recientemente, las últimas películas del inminentemente reiniciado universo de DC Comics, se ha anunciado la cancelación del universo arácnido secundario de Sony Pictures antes siquiera del estreno de su última película.

A partir de este punto, sólo nos queda esperar lo mejor de la misma pero con la pesadumbre de que cada promesa de futuro que ésta haga será inevitablemente incumplida. Y en ese aspecto, aunque la película consta del clásico epílogo abierto, que dejaría camino para futuras tramas, el desarrollo de la peli no hace que nos quedemos con demasiada hambre, ya que a pesar de un planteamiento correcto, el nudo es excesivamente largo, la aventura principal tarda en arrancar y el desenlace se impone en un mar de indiferencia tras un metraje excesivamente agotador.

Por encontrar un paralelismo, nos encontramos ante una aventura en solitario de un personaje súper-heróico pero presentado con cierta verosimilitud y pretensión de realismo, al estilo de lo que nos otorgó James Mangold en Lobezno: Inmortal, en 2013, pero con un Kraven de Aaron Taylor Johnson que carece del bagaje que el Lobezno de Hugh Jackman sí tenía en aquellos tiempos, tras 4 películas de X-Men como personaje prominente.

A eso se le añade una estructura de película de origen, en que gran parte del metraje se lo roba la construcción de la mitología en una suerte de “capítulo 0”, que funcionó muy bien en Batman Begins, y aceptablemente en Man Of Steel, pero ha llegado a agotar en otros productos, desde la más reciente Lara Croft peliculera a los 4 Fantásticos de Josh Trank de 2015 o al propio Morbius (de esta misma licencia). Los Capítulos 0 tienden a veces a dejar la sensación de haber visto más un episodio piloto que una película en sí, y el final suele saber más a principio que a verdadero final de película. En este caso, tras el hastío de tantas veces que se ha repetido la fórmula en más de 12 años, y el agravante de saber que no habrá continuación, este factor juega muy en contra.

A su favor, aunque no termina de cambiar la percepción del que escribe, cabe destacar la presencia de mitología de Spider-Man, en algunos casos para muy cafeteros, ya que se conocía la aparición de Rhino, conocido villano del trepamuros que ya tuvo una encarnación live action en 2014 con la segunda peli de Spider-man de Andrew Garfield, pero aquellos que tengan fresco el catálogo de villanos de Spidey se llevarán un par de huevos de pascua interesantes.

Más allá de eso, tristemente, tenemos un producto de acción de gama media que termina con cierto cliffhanger y el amargo sabor de boca que suelen dejar las pelis de universo Spider-Man sin Spider-Man.

Por Francis Díaz Fontán.

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