Sin seguridad en las calles, Carlos Olivera (Oded Fehr) y L.J. (Mike Epps), junto con los nuevos supervivientes Claire (Ali Carter), K-Mart (Spencer Locke) y la enfermera Betty (Ashanti), han reunido un grupo de supervivientes y se han echado a la carretera... atravesando las asoladas carreteras del desierto en un convoy armado. Buscan otros como ellos vivos... no infectados. Lo que encuentran es la otra presencia constante en el desierto: los No Muertos y necesitarán docenas de armas, miles de balas y un par de lanzallamas para protegerse.
Mutando minuto a minuto, y bajo una amenaza constante de traición por parte de su propio ADN creado por la ingeniería de la compañía Umbrella, Alice (MILLA JOVOVICH) ha estado ocultando el convoy, alerta para protegerlos, esperando de algún modo conducirlo a un lugar seguro.
La tercera parte de la saga Resident Evil necesita de la predisposición del espectador para que le resulte por lo menos entretenida. Sabiendo que lo único que vas a ver es una sucesión de acción, zombies y chicas guapas, la diversión está asegurada.