El Escuadrón Suicida » Crítica

Por Emilio Martínez

La peli más Schroedinger de los últimos años es uno de esos productos que da para ser analizado incluso sin considerar la propia peli. Ya que ‘The Suicide Squad’ no se sabe si es un reboot, remake, secuela, sequeboot, o reboocuela.
Mantiene parte del cast original, como en una secuela, tiene virtualmente el mismo título , como en un remake o un reboot, nace de la intención de romper con lo que Escuadrón Suicida (David Ayer, 2016) postulaba, pero a la vez, parece mantener total continuidad.
*PREROLL*
Pues bien, después de haber visto la peli, llegamos a las dos siguientes conclusiones: Si odiaste Escuadrón Suicida (2016), esta te va a encantar, y si disfrutaste con aquella, también. El Escuadrón Suicida (James Gunn, 2021) está exquisitamente creada para no decepcionar a nadie, y ser la pieza perfecta de puzzle que vale por sí misma, o encajada en el resto del DCU. Además es espectacular, gamberra, y divertidísima.

Entrando en profundidad en la cinta, la escena inicial nos ofrece un espectáculo en que es casi inevitable ver ciertos paralelismos con otras dos pelis concretas: GI Joe Retaliation (Jon M. Chu, 2013), y Deadpool 2 (David Leitch, 2018), aunque no desvelaré por qué, sí dejaré claro que a pesar de las similitudes, la aventura inicial de la peli no deja sensación de redundancia o repetición, y nos introduce en la trama por todo lo alto.

En cuanto a personajes, que son unos cuantos, conviene destacar cómo Gunn ha recurrido a un montón de secundarios del Universo DC de muchas fuentes y procedencias distintas del inmenso catálogo de la compañía: encontrando tanto a King Shark (villano de Superboy), Mongal (hermana de Mongul, villano extraterrestre de Superman), T.D.K/Chico Desmontable (personaje de Legión De Superhéroes, las aventuras de DC emplazadas en el futuro) y un largo etcétera.

Los personajes principales, Rick Flag (Joel Kinnaman), que ahora encontrará un motivo para portar la camiseta amarilla que lucía en los cómics, Amanda Waller (Viola Davis), Capitán Boomerang (Jai Courtney), y la inigualable Harley Quinn (Margot Robbie) están ahora acompañados por, entre otros muchos, Idris Elba, interpretando oficialmente a Bloodsport, pero más allá de haber dejado en la UCI a Superman, y el efecto visual de cómo se materializan las armas en sus manos, podemos suponer que en realidad el papel estaba escrito para el Deadshot de Will Smith, y que se sustituyó al personaje para adaptarlo al nuevo casting.

John Cena nos trae un Peacemaker genial, súper fiel en lo visual y súper retorcido en lo conceptual, y Sylvester Stallone pone voz a Nanaue/King Shark, un increíble hombre tiburón que se alimenta de humanos y no es particularmente inteligente (lee libros al revés), que es de las grandes sorpresas de la peli.

Y, sin entrar a analizar cada uno de los personajes, que sería imposible dada la
cantidad de peña que vemos aparecer (y perecer) a lo largo de la cinta, conviene destacar los personajes de Polka Dot y Rat Catcher 2, que parten de personajes de cómic que carecen de mucha relevancia, pero consiguen en esta peli aportar mucho corazón y mucha profundidad.

La música es, como en cualquier producto de Gunn -y como cualquier peli de Suicide Squad- un gran complemento, y el elemento visual es absolutamente perfecto, desde su diseño más elemental hasta el último toque de post-producción, algo que ha estado siento el talón de Aquiles de DC los últimos años.

El “villano”, “Starro el Conquistador”, es de lo mejorcito que nos ha traído una adaptación de cómic al cine, pero no viene sólo, ya que forma parte de una trama principal muy completa, que incluye un golpe de estado, un marrón de política exterior, una misión de espionaje, una abducción, y abarca desde Corto Maltese (la ficticia dictadura comunista hispanoamericana de DC Comics) hasta los confines del espacio exterior y lo más profundo de la mente. James Gunn no ha reparado en gastos para darnos una aventura que por su amor a los personajes y extrema fidelidad podría incluirse en continuidad oficial de DC, pero que no se acomoda en calcos y mantiene al fan disfrutándolo de nuevas. Totalmente recomendable.

Lo Mejor: Los rótulos de cada capítulo, que, homenajeando a los cómics, se forman dentro de la pantalla con elementos de la escena; La relación entre Harley y el dictador golpista “cortomalteka” interpretado por Juan Diego Botto; Nanaue, y el desenlace de Starro.

Lo Peor: Haber sido poco valientes a la hora de haber llamado Deadshot al personaje de Idris Elba. Estamos muy acostumbrados a cambiar de Bond cada 5 pelis, pero por algún motivo no se la han jugado a recastear al personaje en lugar de meter otro con calzador.

Por Francis Díaz.

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