Calle Cloverfield 10 » Crítica

Por Francis Díaz Fontán

La nueva entrega del universo cinematográfico Cloverfield ha llegado compartiendo el contexto "apocalíptico" de su predecesora que si bien es común en ambas cintas, su presencia en cada una de ellas es completamente diferente.

Así, en "Calle Cloverfield 10", la cámara caliente al más puro estilo Found Footage deja paso a un lenguaje visual muy influenciado por el thriller clásico, y la acción trepidante típica del género catastrófico de los 70, que nos recuerda a éxitos como "El Coloso En Llamas" o "Meteoro "darán paso a la introspección psicológica, el juego de personalidades, y el menos es más que suele caracterizar a una obra de teatro intimista de tres personajes en un solo escenario.

La labor de los tres actores es más que notable, y, aunque todos tienen su momento, y ninguno se queda descolgado, o sin nada que contar, Mary Elisabeth Winstead, y, más especialmente, John Goodman están inmensos.

La película juega recurrentemente con la pre-concepción del espectador, con lo que no os extrañéis si en algunos momentos estáis recordando "Misery" (cuando no lo es), o saborearéis determinados momentos del fenómeno originado por el especial de la CBS de "La Guerra De Los Mundos" de Orson Welles, con toda su paranoia y tensión, sólo para descubrir que tampoco es eso exactamente lo que estáis viendo.

La banda sonora del grandísimo Bear McReary responsable también de la música de las series "The Walking Dead" o el reboot de 2004 de "Battlestar Galactica") acompaña muy bien esa atmósfera Alfred Hitchcock que inunda todo el planteamiento, y gran parte del segundo acto de la película, y se adapta más que bien al sorprendente -aunque algo abrupto, y quizá un poco incómodo en cuanto a ritmo- desenlace final.

Lo mejor: John Goodman, el sabor a Hitchcock, y la dinámica intimista de los personajes.

Lo peor: El desenlace no está tan bien integrado en el conjunto como el resto de la película (nada grave, por otro lado).

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