Black Phone » Crítica

Por Pablo S.Pastor

Tras pasar por el Universo Marvel con ‘Doctor Strange’, Scott Derrickson vuelve al terror con una de las mejores películas de género en lo que llevamos de año. Se trata de ‘Black Phone’, cinta protagonizada por un inquietante Ethan Hawke y basada en un relato de Joe Hill, hijo del famoso Stephen King.

En ‘The Black Phone’ conocemos la historia de Finney Shaw (Mason Thames), un tímido e inteligente niño de trece años que es secuestrado por un sádico asesino (Ethan Hawke). Tras atraparlo en un sótano insonorizado, donde gritar no sirve de nada, un teléfono desconectado en la pared comienza a sonar. Entonces Finney descubrirá que puede escuchar las voces de las víctimas anteriores del asesino, decididos a asegurarse de que lo que les pasó a ellos no le pase a Finney. Junto a estos, y con la ayuda de su hermana menor, la malhablada y religiosa Gwen (Madeleine McGraw), Finney deberá enfrentarse a sus peores pesadillas si quiere sobrevivir.

En la película,Derrickson habla del paso de la infancia a la madurez en un oscuro mundo donde el protagonista, un correcto Thames, no sólo tiene que vérselas con un asesino, sino con un padre alcohólico y unos acosadores de instituto. Con esta propuesta, Derrickson consigue regalarnos algunos de las imágenes más escalofriantes que hemos visto en una película de terror en mucho tiempo, todo gracias a un increíble Hawke, cuya actuación provocará pesadillas hasta en los espectadores más valientes.

‘Black Phone’ es una película que, aunque tiene algún que otro jump scare, quiere jugar más a la constante tensión que al susto fácil, y se nota. Su ambientación es perturbadora y las máscaras que luce Hawke en la película son todo un acierto, así como lo es su casting, ya que los dos niños protagonistas consiguen conectar con el público y ser totalmente creíbles desde el primer momento, sobre todo McGraw, cuyo trabajo como actriz es espectacular con tan sólo trece años.
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En definitiva, ‘Black Phone’ es una muy entretenida y apasionante película de terror que todo amante del género disfrutará y que nos deja claro que no es tan fácil escapar de los horrores de la vida cotidiana.

Lo mejor: Ethan Hawke, sus máscaras y Madeleine McGraw.

Lo peor: los fantasmas de los niños asesinados te sacan un poco de la atmósfera.

Por Pablo S.Pastor.

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