Sitges 2015: Resumen del día 1
Por Redacción
Publicado el 10/10/2015
De brujas aterradoras, rom-coms hiperviolentas y suplantaciones de identidad
Como un ciclón de ilusión llegamos a Sitges envueltos en abrazos de oh nosotros los freaks y nerds, reconocibles por marcas tribales como camisetas de The Human Centipede (Part 2) y tatuajes de Lords of Salem.
Estamos en nuestra casa, del día 1 al 10, así que permitidnos ejercer de buenos anfitriones, poneros cómodos en las butacas y retransmitir lo que está pasando día a día -aquí, en nuestro especial- y minuto a minuto -por Twitter, vía @aullidoslive- por este Fantástico (sic) Festival Internacional de Cine de Sitges 2015.
El Prado y el Retiro han recogido a los valientes de los primeros pases matutinos, que se han lanzado a la piscina con el remake de Martyrs y la última producción de Wes Craven antes de su triste fallecimiento, The Girl in the Photographs.
Parece ser que la reimaginación que han hecho los yankis del éxito francés ha ido por caminos esperados: buena factura, compresión de la trama y verbalización de todo lo posible y más. Los niveles de violencia, que aún siguen siendo elevados, han suavizado su crudeza para adaptarse al género, todo lo contrario a lo que se atrevía su predecesora. La sensación general ha sido de una acercamiento innecesario y tardío a una película que, para lo bueno y la malo, ya había plantado estándares en un subgénero tan moribundo como el torture porn.

(Kevin Goetz, director del remake de "Martyrs")
Por su parte The Girl in the Photographs ha dejado sabores encontrados entre un público que puede o no haber entrado a su pequeño juego de estilo con corazón de slasher. Una serie de fotografías con mujeres asesinadas de manera salvaje aparece por los alrededores de un tranquilo pueblo de Estados Unidos, afectando a una joven a la que parecen perseguirle esas instantáneas y un fotógrafo obsesionado por el morbo de la situación. No hay momento de terror mal rodado y sus killers son de las cosas malrollers a las que nos hemos enfrentado en pantalla, lástima que la autoparodia de un personaje en concreto y lo que arrastra con él destruya ese intento continuo de retorcer el subgénero y llevarlo a otros límites, en lo sobrio, en lo contenido y en lo desperanzador.
La mañana continuaba en el Auditori del Melià, donde entre institutos recién salidos de Segundo Origen (¿alguien la ha podido ver?) nos hemos podido colar a ver La Bruja y, a posteriori, la nueva película del Monthy Python Terry Jones: Absolutely Anything. Esta última se ha planteado como una comedia ligera, incluso para ser británica, que ha conseguido arrancar las sonrisas y algún ligero aplauso entre el público. Aquí un pobre diablo -interpretado, como no, por Simon Pegg- consigue el poder de tener todo lo que quiera con solo desearlo y mover la mano. Lo que no sabe es que en realidad forma parte de una prueba para demostrar si el ser humano es capaz de hacer el bien y, en caso de suspenderla, unos alienígenas con las voces de los Monthy Python destruirán la Tierra. Se trata de una especie de giro sobre Como Dios, pero menos familiar y con gags que siempre, de una manera u otra, funcionan. No es una vuelta por lo grande y es una película con acento viejuno, pero aún así ha caído en general bien entre los asistentes.
La gala de apertura ha disparado cual metralleta su munición en forma de trailers y una rápida entrega de premio a Nicolas Winding Refn, reconocido director de films como Valhalla Rising, Drive u Only God Forgives. Afónico y algo estirado, Winding Refn ha recordado que el cine, en su origen, está construido sobre las bases del género y que es algo que se debe mantener siempre en mente. Tras autocompararse con los "Sex Pistols del cine" (sic) ha agradecido al festival por todo el apoyo que le han dado en los últimos años. Justo después, y como un chiste extraño de contrastes, Santiago Segura ha subido a dar un speech con el que se ha llevado el público al bolsillo mientras presentaba su corto previo a la película inaugural.
Y al fin, las puertas de Sitges se han abierto para dejar entrar a la novia del Diablo con La Bruja, como la conoceremos dentro de poco en nuestro país). Poco se puede decir de ella más que los halagos que nos han llegado por su paso por festivales: la atmosfera asfixiante de una Nueva Inglaterra perdida en los bosques, con una familia ultrareligiosa que debe sobrevivir al acecho de una bruja que hará todo lo posible por destruir la unidad del hogar desde los más adentros. Pelos de punta en una de las películas más intensas de los últimos años, en la que muchos ven similitudes al Resplandor por su doble nacionalidad de película de autor y de terror puro. Muy difícil tiene la selección de películas para sacarla del TOP 5 de este año (y acabamos de empezar), postulándose con claridad como una de las mejores inauguraciones de Sitges en años. No es de extrañar que vuelva a caer en algún otro maratón, como un cuento terrorífico que pedimos nos vuelvan a contar antes de irnos a dormir y tener gloriosas pesadillas con sus imágenes.

(Robert Eggers y Anya Taylor, director y protagonista de "La Bruja")
La noche ha cambiado de tercio con la llegada del sevillano Paco Cabezas y su siguiente film en el mercado internacional, Mr. Right. Definirla es difícil, así que podemos quedarnos como una rom-com de acción hiperviolenta casi musical pasada de vueltas tan loca y desquiciada que no puede parar de romper muros a base de chistes y tiros. Es decir, mola. Mucho. Su trío de protas -Anna Kendrick, Sam Rockwell, Tim Roth- se mueven como peces en el agua con la elegancia con la que Fred Astaire se pasearía si, bueno, en realidad fuera un asesino a sueldo con la mente desquiciada y un gusto especial por lleva narices de payaso. El público se lo ha pasado teta y ha habido un gran aplauso al finalizar la sesión, puro subidón Sitgetano.
El broche final ha venido con un maratón loco en la que volvían al ataque The Girl in the Photographs como entrante, la Bite que no es de la mujer insecto (hay 2 películas con el mismo año), la simpática Bloodsucking Bastards y la desconocida Sendero.
Día intenso, más todo lo que nos espera; mañana comprobaremos que nos trae de nuevo Eli Roth con su Knock Knock, veremos que esconde el paquete de The Gift y certificaremos si las buenas sensaciones que ha dejado Summer Camp en sus pases previos están al nivel esperado. También habrá tiempo para pasarnos por un pase salvaje como el de Tales of Halloween o, si el café ayuda, ver si la Anomalisa de Charlie Kaufman está a la altura de su genio.
Recordad de nuevo visitarnos a menudo para leer las críticas en detalle, o buscarnos por @aullidoslive con nuestra crónica al minuto. Cambio y corto.
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(Nicolas Winding Refn)
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