Sitges 2015: Resumen del día 2
Por Redacción
Publicado el 11/10/2015
De vecinos creepys, invasiones eróticas y cuentos cachondos de Halloween.
Amanece que no es poco y baña la costa catalana, tiñendo de naranja (o rojo sangre?) las playas de Sitges. El primer sábado de festival, una de las puntas de público y turistas, ha dado pistoletazo con un cine más cercano al público convencional por la mañana y para el especializado del mediodía en adelante.
Los primeros compases los ha dado The Gift, la película escrita, dirigida y protagonizada por el australiano Joel Edgerton. En ella interpreta a Gordo, un vecino algo creepy que a base de regalos intentará ganarse la amistad -forzada- de la pareja que forman Jason Bateman y Rebecca Hall. Los regalos y las situaciones irán subiendo en intensidad mientras viajamos a rincones más oscuros del suspense que acaba inundando la trama. Pequeña, sutil, bien dirigida y afilada, la película ha gustado por su falta de pretensiones y por el pulso con el que mantiene la conversación con el espectador. Del drama casero sabe extrapolar un ligero thriller de estar por casa, una pequeña sorpresa para uno de esos films que parece colarse en la Sección Oficial.

A continuación venía uno de los classics del Festival: Eli Roth vuelve a Sitges con Knock Knock, de nuevo asociado con el chileno Nicolás López. Un thriller psychoerótico protagonizado por Keanue Reeves, Lorenza Izzo y Ana de Armas que ha causado aplausos y carcajadas...pero no de la forma esperada. La vida de Evan parece perfecta: chaletazo de diseño, mujer preciosa y un par de niños rubios de anuncio que le alegran cada mañana. Una noche de tormenta 2 jóvenes hipersexualizadas iniciarán un juego peligroso de seducción y violencia. Con eróticos resultados.
Pero tampoco tanto, porque Eli Roth pincha de lleno con esta media tinta sin ningún tipo de gracia ni oficio, un divertimento solo para sus ejecutores y que roza niveles peligrosos de vergüenza ajena. Keanue es una fábrica de gifs y la pobre Lorenza Izzo es la única capaz de salvar esta potente decepción para un Roth que hasta ahora solía gustar al festival. Pocos defensores a la salida pronostican un descalabro de pasar sin pena ni gloria, algo que no había conseguido ni siquiera con la modesta The Green Inferno.

La tarde más Sitges ha llegado cual meteorito con la esperadísima Turbo Kid, una fantasía retrofuturista con aire ochentero y que ha encandilado al Auditori. Ultragore nostálgico e infantil, los asistentes han podido disfrutar de una de las mejores sesiones con público a la que se pueda aspirar.
Summer Camp, la última apuesta Filmax de la temporada, ha dado el broche nacional del día. Un campamento en mitad de la montaña se convierte en el marco ideal para la pesadilla de sus monitores, que verán como ellos mismos se convierten en una especie de seres rabiosos con ansias de arrasar cualquier ser vivo que se le ponga por delante. Giros y más giros en peonza para una película divertida y festivalera, con referentes a Evil Dead y un ligero twist sobre el tema poseídos/infectados que da mucho oxígeno a su trama. La sala se lo ha pasado pipa y ha entrado en el juego que propone Alberto Marini (guionista de Mientras Duermes o Extinction) en su ópera prima.

Para cerrar el día, mientras que en el Auditori disfrutaban de El Nuevo Nuevo Testamento, la comedia fantástica belga que ha arrancado más de un suspiro de corazón (ojo al palmarés), nosotros hemos decidido ir a ver a aquellos que COMEN corazones. Con Tales of Halloween el Retiro ha vivido una sesión de vísceras, comedia negra y aplausos de los que dejan agujetas en una antología que riza aún más el rizo del cachondeo propio de este metagénero. Se echaba en faltar una entrega de V/H/S o ABCs of Death, pero el vacío se ha llenado por completo con esta historia de demonios hijoputas, westerns satánicos y calabazas antropófagas.
Mañana atacaremos la salvaje Baskin, así como el mejor Sion Sono de Tag, la fantasía sci-fi española Vulcania o la vuelta del director de Almost Humans con la psicosemiScanners The Mind"s Eye.

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