Entrevistamos a Me Me Lai, que presentó "Eaten Alive! The rise and fall of the Italian cannibal films" en Sitges
Por Redacción
Publicado el 18/10/2015
La actriz estuvo en el Festival de Sitges y tuvimos la oportunidad de estar con ella unos minutos y entrevistarla
Es posible que a muchos el nombre de Me Me Lai no le suene a nada, pero quien disfrute viendo películas del género mondo muy probablemente la sabrá situar. Para los más iniciados, decir que Me Me Lai es una actriz de madre birmana y padre londinense que trabajó sobretodo en los años 70 en películas italianas como “El país del sexo salvaje”, “Mundo Caníbal” y “Comidos Vivos!”, además de trabajar en la televisión, películas de comedia, e incluso junto a Lars Von Trier en los años 80 con “El elemento del crimen”, la que fue su última película. Pero su testimonio hoy en día resulta muy interesante sobretodo para entender los mondos, unas películas italianas con tribus caníbales que hoy en día la gente las percibe como obras con una alta dosis de violencia, con discriminación a las mujeres, matanzas reales de animales, mucho sexo y violaciones, desnudos constantes tanto masculinos como femeninos, y en general todo aquello que podríamos cualificar hoy como de políticamente incorrecto. Opiniones personales aparte, Me Me Lai fue una actriz que tuvo pocos prejuicios a la hora de abordar sus papeles de mujer caníbal en estas películas, por lo que es una pieza clave para entender este cine.
Me Me Lai visitó Sitges 2015 por dos motivos: el primero y seguramente más importante, fue para formar parte del jurado de la sección Focus Asia, un jurado que en su palmarés final otorgó el premio a mejor película al thriller coreano “Veteran”. El segundo motivo -y personalmente el más interesante- es que también vino a presentar en Brigadoon un documental sobre las películas de canibalismo italianas titulado Eaten Alive: The rise and fall of the italian cannibal films, un excelente e imprescindible documental dirigido Calum Waddell en que como su título indica pretende reflexionar sobre el cine de terror italiano de los años 70 y 80 con presencia de canibalismo. Dicho documental, pensado como extra del BluRay americano de “Cannibal Ferox”, en él se pueden ver los testimonios de muchos de los implicados en todas estas películas, tales como Umberto Lenzi, Ruggero Deodato, Sergio Martino, Luiggi Cozzi, Joe Dante, Robert Kerman, Antonio Climati, o la misma Me Me Lai, y que desde aquí aprovechamos en recomendar a todos y a todas que le echéis una ojeada.

Por todo esto, no dudamos en querer charlar de primera mano con Me Me Lai y conocerla mejor, tanto sobre lo que recuerda de aquellas películas italianas de hoy hace ya entre 35 y 45 años de antigüedad -que se dice pronto-, como de su vida artística. Este fue el resultado en los 15 minutos que disponíamos para entrevistarla:
Es la primera vez que vienes a Sitges. ¿Que te parece el festival?
Es cierto, es la primera vez que vengo a Sitges, y además la primera vez que soy miembro de un jurado. No pensaba que tendría que ver tantas películas pero la experiencia es muy buena, además todo el mundo me ha tratado muy bien.
35 años después que dejaras el cine de terror, ahora has venido a Sitges, también, a presentar “Eaten Alive: The rise and fall of the italian cannibal films”. ¿Qué sientes cuando después de tantos años un festival como Sitges se acuerda de ti?
Vi la película antes de presentarla, y la verdad es que se trata de un documental muy bien hecho. En la presentación le hablé al público de lo que recuerdo del cine de aquella época, y también sobre cómo me metí en el mundo del cine. Pero la verdad es que no me imaginé nunca que alguien se pudiera interesar en hacer un documental sobre películas tan antiguas.
Si no tengo mal entendido, empezaste a trabajar en el cine de terror con “Crucible of Terror” (1971), pero en el documental dices que el salto importante en tu carrera lo haces con “El país del sexo salvaje”(1972). ¿Explícame cómo te involucraste en la película?
Mi primera participación en el mundo del cine fue en “Au pair girls”, pero en el cine de terror fue efectivamente “Crucible of Terror”. La participación en “El país del sexo salvaje” me la ofreció Giorgio Rossi, que era un productor italiano establecido en Londres y que me ofreció a participar en la película. Yo era joven y quería rodar películas, y acepté sin dudar. Luego viajé a Roma y luego finalmente a Tailandia a iniciar el rodaje. A Umberto Lenzi no lo conocí hasta que estaba en el plató. Por lo tanto, mi primer contacto con el proyecto lo hice a través de Giorgio.
En las películas que participaste apareces desnuda prácticamente siempre. ¿Tuviste dificultades para aceptar la desnudez en tus películas? ¿Qué se siente al trabajar desnuda delante de tanta gente?
¡Hay muchos desnudos! (risas). Cuando Giorgio Rossi me hizo la entrevista por primera vez en Londres, éste me preguntó si me podía quitar la ropa, y así lo hice y por esto creo que conseguí el papel. De todos modos, no creo que me lo diera por tener un cuerpo más o menos bonito sino porqué estaba dispuesta sin complejos a quitarme la ropa. La verdad es que antes de “El país del sexo salvaje” ya había hecho algunos desnudos en anteriores películas, pero no del nivel de la película de Umberto Lenzi. En cuanto a la segunda pregunta, una vez estaba en el set de rodaje, la verdad es que con toda la gente que trabajé eran personas muy agradables y me trataban muy bien, por lo tanto había mucho respecto en este tema. Igualmente, como donde trabajábamos hacía mucho calor reconozco que era mejor trabajar sin ropa (risas).

¿Explícame qué tal la experiencia de rodar en la selva? En el documental destacas que había muchas serpientes e insectos. ¿Recuerdas alguna anécdota?
Habían muchos insectos o serpientes, pero lo que más recuerdo es que llegué incluso a sentarme sin querer encima de una serpiente! (risas) Fue un momento en que me senté en una silla, cuando de golpe empecé a notar que tenía algo debajo, y cuando vi que era una serpiente me levanté de golpe y grité: “Snake! Snake!”. Fue horrible, y aunque gritaba y gritaba la gente no se enteraba de nada, hasta que un chico del equipo técnico de la película vino a ayudarme, y me dijo con toda naturalidad de mundo “una serpente...” [italiano] mientras yo seguía aterrorizada (risas). Luego también recuerdo que cuando iba caminando o corriendo por la selva, la vegetación, aunque era muy alta y bonita, cuando pasabas por su lado te ibas haciendo cortes en el cuerpo, y la verdad es que eso se me hizo muy duro. Aunque a ser sinceros cualquier cosa podía ser un peligro, desde serpientes hasta insectos muy pequeños.
Cuando leíste por primera vez el guión de “Comidos Vivos!”, qué pensaste de la polémica escena en que tu propia familia te tiene que violar?
Si, esa escena es porqué muere mi marido en la película. La idea es que el espíritu de mi marido sigue dentro de mí y si me violaban mis familiares es como si ya quedara libre de él. No me gustó para nada esa escena. Tampoco la vi escrita en el guión porqué de hecho no estaba escrita, sino que fue algo que se planteó durante el rodaje, y bueno, aunque no me gustaba tener que hacerlo igualmente lo acepté.
De hecho, Umberto Lenzi en el documental dice que hoy en día es casi imposible rodar una película como “Comidos Vivos!” debido a su violencia extrema. ¿Como ves el cine de terror actual? ¿Crees que sigue igual de violento?
Aspectos como la crueldad de los animales es algo que hoy en día no se podría hacer. En aquella época era algo que se hacía mucho y era terrible, y por eso creo que hoy sería imposible de imitar.
Umberto Lenzi dice también en el documental que él no se arrepiente de las matanzas reales de animales que se ven en sus películas porqué daban de comer a los indígenas. En los años 70, asumías como algo normal el hecho de que las películas de caníbales mostraran matanzas reales de animales?
Yo no sabía del cierto qué ocurría con los animales. A ser exactos nunca he visto qué ocurría antes y después con los animales que participaban en los rodajes, pero sí, es posible que sirvieran para dar de comer a los indígenas.
Después de “Comidos Vivos!” no participaste en más películas de terror, si es que exceptuamos el thriller “El elemento del crímen” (1984). ¿Por qué no seguiste en el género?
Mi última película fue “El elemento del crimen” una película de Lars Von Trier, rodada en Copenhagen. Es la última y la que más me gusta, además es una película muy buena. El problema es que en los 80 tuve una hija y tenía que cuidarla, y claro, entonces necesitaba dinero para darle de comer y pagarle una escuela, por lo que me busqué un trabajo más estable. Una vez ya se hizo mayor, ya no me plantee volver al cine porqué no me hacía falta. En todo caso considero que mi última película fue una gran obra. En cuanto a lo de volverme a ver en el cine futuramente pues la verdad es que no estoy buscando películas en las que participar, pero si me ofrecieran alguna buena oferta sí que me apuntaría. Por lo tanto, tanto si vuelvo como si no, a mí ya me va bien.
Igualmente, en todo este tiempo que has estado sin trabajar en el cine, directores como Umberto Lenzi o Ruggero Deodato, gente con la que has trabajado, te propusieron alguna vez participar en alguna de sus películas?
A Ruggero le vi el año pasado y me dijo que tenía un papel para mí, pero luego pasaron una serie de cosas y ya no nos volvimos a ver. Al final todo quedó en nada. En cuanto a Umberto desde “Comidos Vivos!” no nos hemos vuelto a ver nunca más.
Por último, con qué película de las 3 tienes un mejor recuerdo: “El país del sexo salvaje”, “Mundo Caníbal” o “Comidos Vivos!”? ¿Y por qué?
Quizás “El país del sexo salvaje” fue la más fácil de rodar, y también con las personas con las que trabajaba aún conservo buena amistad, así que seguramente con ésta tengo un mejor recuerdo. De todos modos pienso que la mejor película de todas es “Mundo Caníbal”, pero el rodaje lo recuerdo muy duro. Y en cuanto a “Comidos Vivos!” es una película que ahora no me gusta. La conseguí en DVD y la intenté volver a ver, pero a los 20 minutos la quité, no quería seguir viéndola.

Ferrán Ballesta.
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