Tráiler Oficial, fecha de estreno y detalles de "MALASAÑA 32"
Por Redacción
Publicado el 12/09/2019
La nueva promesa del cine de terror español llegará a nuestros cines a comienzos del próximo año.
La nueva promesa del cine de terror español, Malasaña 32, ya tiene fecha de estreno: será el 17 de enero cuando la nueva película de Albert Pintó debute en la gran pantalla bajo los sellos de Warner Bros y Atresmedia. Malasaña 32 respondió a la búsqueda por parte de Warner de una película de terror efectivo, inspirada en hechos reales y con arraigo en la historia personal de cada familia española de finales de los 70. Rodada en Malasaña -Barrio de Maravillas hasta que el frenesí de la movida madrileña inspiró este nuevo nombre por el que coloquialmente se le conoce ahora-la película explora, como han acotado una de sus guionistas (Gema R. Neira) y el propio director, el terror cotidiano y cercano que acecha en el día a día, valiéndose para ello de personajes muy bien perfilados y de localizaciones familiares.
«¿Por qué nos hemos mudado aquí si en esta casa ya vivía alguien?» La frase aparece en el primer teaser de la película que ha liberado Warner, montado por el propio director en fase temprana de postproducción, y la pronuncia el abuelo de la familia, Fermín. Idea lo que supone una clara declaración de intenciones sobre lo que podemos esperar de Malasaña 32: el cerco de lo sobrenatural a una familia extremeña que se desprende de su vida en el campo para adquirir una propiedad en Madrid, el sueño aparentemente repetido de la época, aunque con consecuencias no imaginadas. A su llegada, en la vivienda se desvelan ciertos comportamientos que justifican el bajo precio y la falta de competidores para su compra, entre ellos muchos de los vecinos que recelan de la llegada de los nuevos propietarios.
Según Gema R. Neira, el guion escarba en lo que representa para los personajes esa importancia del cambio del pueblo a la ciudad y cómo esta se revuelve como un escenario asfixiante y opresivo que los sume en la frustración y la tristeza. De ahí, como recalca el director Albert Pintó, que Malasaña 32 sea una película de terror pero sobre todo de personajes: reivindica su componente humano y advierte la curva de desarrollo de todos ellos como respuesta a las vivencias en la casa nueva donde parece abordarles un mal con el que no contaban y que redondea la metáfora del cambio a peor en busca de complacer un sueño vital. Para consolidar esta apuesta por el terror humano, Albert Pintó ha dibujado la película buscando que todos los personajes puedan desfigurarse a la vez.
La historia corre alrededor de Amparo, la hija mediana, que llega a Madrid soñando una oportunidad que se tambalea al entender que su realidad no es prosperar sino cuidar de la casa y la familia. Candela y Manolo, sus padres, libran una lucha con las evidencias: ella, frágil e insegura, contrasta con la rudeza y pragmatismo de él. Los hijos, Pepe (el mayor) y Rafita (el pequeño) simbolizan trauma e inocencia respectivamente: Pepe, tartamudo, libera una historia de acoso mientras Rafita llega a todo despreocupado, con lo que ello supone a las fuerzas que acorralan a la familia. Y junto a todos, el mencionado Fermín, que afronta sus últimos años batallando con la demencia senil pero conectando de una forma muy particular con la realidad de la casa.
Otra certeza de Albert Pintó en Malasaña 32 es el terror a fuego lento: juega con la ilusión de seguridad que afronta la familia en su cambio de residencia para enfatizar el miedo a sentirse atrapados -también por una hipoteca-. Y por la misma razón, el reparto se ha completado con profesionales emergentes, buscando potenciar la sensación de desazón desde la empatía con rostros aún no tan conocidos que podrían representar a cualquiera de nosotros. Eso sí, reserva una pequeña sorpresa a los fans del género: el papel de Javier Botet, recurrente personaje de caracterización en películas con monstruos (IT, Mamá, REC…), al que esta vez sí se le podrá ver en su versión natural. Y aunque Malasaña 32 no prevé secuela, productores, guionista y director coinciden en que Madrid «tiene muchas historias que contar…»