Tom Hanks vuelve a interpretar el papel de Robert Langdon, el experto en religión de la Universidad de Harvard que una vez más descubre fuerzas ancestrales que están dispuestas a todo, incluso a asesinar, para lograr sus objetivos.
Cuando Langdon descubre evidencias del resurgir de una ancestral hermandad secreta conocida como los Illuminati - la más poderosa organización clandestina de la historia - se enfrenta también a una amenaza mortal contra la existencia del mayor enemigo de esta organización secreta: la Iglesia Católica. Al darse cuenta de que el reloj de una imparable bomba de los Illuminati está en marcha, vuela inmediatamente a Roma donde aúna fuerzas con Vittoria Vetra, una hermosa y enigmática científica italiana. Embarcados en una trepidante cacería a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas, catedrales desiertas e incluso en el corazón de la bóveda más secreta del planeta, Langdon y Vetra seguirán el rastro de 400 años de símbolos ancestrales que señalan la única esperanza de supervivencia para el Vaticano.
Si hay algo que odio de Dan Brown, aparte de la pretenciosidad de sus historias ( y de un rigor científico más que discutible) es haber popularizado injustamente la literatura Fast Food. En cambio, admito que sus historias son claramente cinematográficas, con lo que ganan mucho en pantalla grande.