Ruega por Nosotros » Crítica

Por Manuel Mañero

Que el debut en largo de Evan Spiliotopoulos haya llegado de la mano del terror, tras una carrera asistiendo con sus manos y su cabeza a películas con cierta inclinación a las aventuras infantiles -del Hércules con Dwayne Johnson al live-action de La Bella y la Bestia, pasando por versiones o secuelas de El libro de la selva, Tarzán o El Rey León… - vuelve a recordarnos, en primer lugar, que el terror es el único género universal. Y también que sigue siendo, pese a los extraños y generalmente decepcionantes últimos meses, una apuesta segura con la que abrirse paso en las salas.

The Unholy, que llega a España como Ruega por nosotros, insiste en el terror religioso que en los últimos años ha encontrado buena representación en títulos como Saint Maud, pero que a lo largo de la historia ha sido un indivisible de la propia historia del género. Sin embargo y lejos de lo que esto puede sugerir, The Unholy no es una película de catálogo y de hecho se atreve con muchas ideas que pasan haciendo peligrosos equilibrios por el fino estándar de lo que el terror puede y no puede ser hoy en día, en este caso y sin ir más lejos en lo que respecta a las representaciones divinas y, como en Saint Maud, el fuerte reverso de la fe.

La cinta presenta a una joven sordomuda que aparece repentinamente en el bosque y a la que encuentra por casualidad el personaje de Jeffrey Dean Morgan, este sí fuertemente prototípico -hombre de fe descreído-, a partir de entonces su tutor. Por avatares del argumento, la chica recupera el habla en lo que los feligreses que acompañan la escena interpretan inequívocamente como un milagro, momento a partir del cual se suceden nuevos fenómenos espirituales que son canalizados por la joven a través, nada más y nada menos, que de la Virgen María.

La película discurre por el terror psicológico ascendiente -circula en todo momento un estado de escepticismo, incluso entre los propios creyentes- que sirve de apoyo a una historia de tensión sobrenatural razonablemente efectiva. Sin embargo, cuando le toca despachar el tramo central, que olvida esa atmósfera y se embarca decididamente en el patio de los sustos y las apariciones malignas, el argumento pierde pie por momentos y todo lo que ha ocurrido hasta entonces va quedando diluido en efectismos muy reconocibles, deudores de ideas explayadas en el vasto terror sobrenatural de la última década, con monstruos multiformes, apariciones diabólicas y muertes grotescas.

Lo mejor: No será la mejor película de terror de 2021, pero la primera media hora está muy cuidada y verdaderamente te hace creer que estás ante algo diferente.

Lo peor: Hacia la mitad de la cinta todo parece demasiado familiar y el personaje principal no ofrece un verdadero conflicto con el que alinearse.

Por Manuel Mañero.

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